La gran pregunta
Esa que funcionó como una suerte de barómetro que midió lo que estaba pasando en el mundo del diseño actual, es la base para entender la cuarta versión de la Trienal de Diseño del Cooper-Hewitt de Nueva York.


Why Design Now? es la pregunta a la cual nos enfrenta la Trienal Nacional de Diseño en el Cooper-Hewitt de Nueva York en su cuarta versión, la más global de todas. Una muestra que este año como nunca removió el letargo de la crítica especializada con un directo emplazamiento a la manera como se concibe la disciplina del diseño hoy. Transformando en un hecho decisivo, casi premonitorio, sólo el planteamiento de aquella interrogante. Y es que llegó en un momento determinante, tras una fuerte crisis mundial y justo cuando la humanidad mira los graves problemas de hambruna, desigualdad y contaminación con un foco mucho más cercano, más inclusivo.
Este replantearse, entonces, se advierte como un cambio de paradigma, que si bien se viene gestando hace ya un tiempo, en la actualidad se materializa y se asume. Y es que para el mundo, el diseño de una silla o una mesa más parece ser un acto aislado, casi irrelevante si no tiene una repercusión íntegra, relegando a un segundo plano la idea de diseño-diseñador/arte-artista, con modelos como Philippe Starck a la cabeza, para decantar en un purismo absoluto, que va en búsqueda de soluciones relacionadas principalmente con el medioambiente y lo humanitario. Un cambio que muestra por tanto al diseño con un rostro más social, preocupado de entregar respuestas a preguntas del tipo ¿cómo alimentar el mundo con energía limpia? o ¿cómo mover a la gente de modo más seguro y eficientemente?
Respuestas que en parte se dan en las ideas, prototipos, obras y planes que muestra esta trienal y que fueron rastreadas en todo el mundo por sus curadoras, Ellen Lupton, Cara McCarty, Matilda McQuaid y Cynthia Smith, agrupándolas –en algunos casos logrado, en otros un tanto diluido– en ocho áreas: energía donde se presentan proyectos cuyo eje está en el aprovechamiento y uso de manera eficiente de las distintas energías a través de productos y estructuras como el mencionado bioWave, una máquina que imita el movimiento de las algas, diseñada para capturar la energía cinética de la turbulencia oceánica, o la tan conocida Masdar, la ciudad en los Emiratos Árabes carbono-neutral. Para el área de movilidad, concentrada en la búsqueda de soluciones para el desplazamiento en la ciudad y fuera de ella, presenta proyectos como el City Car concebido por el MIT o el tren autopropulsados AGV francés.
El aumento de la densidad urbana obliga también a intervenir nuevos espacios y a reinventar otros. Ideas que se muestran en la trienal en el sector dejado para comunidad, donde por ejemplo destaca la nueva ópera de Oslo, que ocupa el borde costero como lugar de encuentro, o ciertas iniciativas de jardines verticales o ecolaboratorios. Hecho que da pie para que a su vez se geste otro apéndice, como lo es el de los materiales, que se dan a partir de menor consumo de energía, extinción del uso de químicos y donde los conceptos de reciclar, reconvertir y reusar surgen como un imperativo. Así hay plásticos biodegradables, libres de petróleo, espumas aislantes que crecen en la oscuridad o telas recicladas ocupadas en alta costura.

Hasta aquí, las áreas se reparten en materias relativamente acordes con las necesidades de la vida urbana, por eso también esta trienal incluyó un campo determinado a la prosperidad, que dice relación con la capacidad del diseño para generar valor en comunidades locales utilizando recursos propios. Ejemplo de ello es la creación de una trilladora y una estufa de baja emisión de humo desarrollada en la India.
En el área de salud destacan las gafas que se transformaron en la imagen de esta trienal, y que básicamente abordan la idea de accesibilidad, al ser autojustables al inyectar líquido en los cristales, o Zon, los audífonos casi invisibles.
La comunicación es una actividad que se democratiza desde el punto de vista del diseño, entregando mayores herramientas para el uso de redes sociales, telefonía inteligente o dispositivos de lectura digital, por ejemplo, que cambian la forma de uso y producción, ideas que se plasman en, por ejemplo, el prototipo en braille de un reloj de pulsera diseñado por David Chávez o el sonado Kindle de Amazon.
Por último, un ala integra el tema de la sencillez, que básicamente se resume en los productos de Muji, cuyo anonimato nos habla del significado de la pieza por sobre su creador.
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