La vida bella

depto51

Esta es la nueva casa de los fundadores de la famosa tienda online Depto51, Magdalena Maino y Nicolás Valenzuela. Todo elegido con pinza y analizado antes de dar con su lugar, en esta casa entra luz natural y luz creativa por montones. Se les nota, en los ojos, su gusto por el diseño actual, de líneas simples y que obviamente sea práctico. Una vida joven conducida por el amor por lo bello en su expresión máxima.




The War on Drugs es una banda de indie rock proveniente de Philadelphia, Estados Unidos. Se fundó en 2005 y por estos días de otoño, en Santiago de Chile, Magdalena Maino (33) y Nicolás Valenzuela (35) la escuchan sin parar. Es que ellos no solo son 'cool' para elegir sus objetos de decoración; desde la casa en sí hasta una alfombra, desde las plantas hasta las obras de arte. Sin caer en modas 'mainstream', ellos resguardan su personalidad, olfatean, viajan, exploran hasta dar con la silla perfecta, el sillón adecuado y, por cierto, hasta la banda sonora adecuada. Magdalena y Nicolás son los fundadores y cabezas de la tienda online Depto51, tienda chilena que hace siete años la viene rompiendo con lo mejor en diseños internacionales y chilenos, bellezas únicas de verdad. Y ahí está, entre el living y el comedor de su nueva casa, una vitrina que compraron en el Parque de los Reyes cuando se casaron, llena de cd –típico medio musical de los años noventa– que le dan ambiente al hogar, mientras la pareja se repleta de más y más chispas de creatividad.

Aquí viven hace 1 año, luego de cambiarse de su querido 'Depto. 51' –es verdad, era el número del departamento, de ahí el nombre de su tienda online–, con sus dos hijos pequeños –Joaquín, de 5 años, y Vicente, de 2–. Una casa que rescata el espíritu de una pareada sesentera, con piso de parqué impecable y muros blancos inmaculados. "Cuando llegamos fue una suerte, porque la dueña –nosotros arrendamos– justo había remodelado muy bien la casa completa. Pulió el parqué, instaló ventanas termopanel y remodeló la cocina. Así que fue llegar e instalarse", detalla Magdalena.

Y aquí todo resulta fácil. Joaquín, ya en el colegio, cruza la calle y figura sentado en la sala de clases en menos de 5 minutos. Con el jardín infantil del más chico pasa algo parecido; todo cerca, un barrio tranquilo. "¡Ni siquiera usamos el auto en la semana¡", dice la dueña de casa.

E intentando no gastar mucho, se reacomodaron las cosas y muebles que tenían antes en el antiguo departamento. Colecciones provenientes de otras latitudes, arte impactante de autores chilenos como Matilde Pérez y Santiago Ascui, más otros emergentes extranjeros, tapizan las paredes dando paso al color. "Con Nico tenemos gustos muy parecidos, la verdad es que siempre estamos de acuerdo en la decoración. Él es un fanático de las plantas (ríe)".

La casa: abajo hay un living comedor, cada sitio abriéndose a un patio y a una terraza exquisita, respectivamente, justo para disfrutar el sol tenue de otoño. A un costado y frente a la cocina, la sala de juegos de los niños. Allí desordenan y juegan, todo muy didáctico y siempre con objetos de Depto51. En el segundo piso hay un dormitorio donde los niños duermen juntos, el dormitorio principal y una salita donde está la tele. "Por nuestro trabajo viajamos una vez al año a Fráncfort, y desde ahí aprovechamos de visitar otros lugares, como Roma o Londres. Nos hemos traído cosas de los viajes, pero también elegimos muchas marcas chilenas o internacionales que están disponibles en la tienda". depto51.com  

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