Llegar y llevar
Debiese existir el dicho "comiendo como en vacaciones", apelando a un modo ante todo descomplicado y rico, a una mesa llena de exquisiteces y puros comensales con poca ropa, sonrisa en la cara y cachetitos rojos de tanta alegría que ven sus ojos. Todo eso es posible y se cumple. Todo eso usted lo puede lograr haciendo un par de compras antes de salir de Santiago, y es justo lo que nosotros le queremos decir. Para lo que viene a continuación no hay más que comprar, excepto con los creativos y bellos de Fuud, unas cajas gourmet tan lindas y completas que basta con llevarlas para lograr preparaciones alucinantes siguiendo la receta que viene incluida y que no hacen más que invitarlos a cocinar. Su filosofía es que ellos llevan hasta su casa todos los ingredientes necesarios para que se logren recetas ricas y simples teniendo usted que poner la mano y un par de productos que siempre tiene en casa como aceite y mantequilla, por ejemplo. Para este mes ofrecen caja con Polenta grillada, con cebollas caramelizadas y tomates. También puede pedir la de los meses anteriores con propuestas dulces como pan de miel y un sinfín más que hace agua la boca W fuud.cl
Panes+quesos+jamones
¿Qué sería de nosotros sin ellos? De mi vida una catástrofe triste y desolada. Hacen de los desayunos una fiesta y de los picoteos unos banquetes. De ahí que aperarse con varios sea prácticamente una obligación previa a salir.
La Panadera es por estos días una regalona de la capital. Se trata de una chica llamada Fran Leyton que puso un local en el barrio Italia (Condell 1097) y que no ha parado de amasar. Tampoco de crear los más insólitos y creativos panes, muy ricos, crujientes, aireados y de masa madre, esa que se hace con levadura artesanal a partir siempre de la misma levadura, lo que permite costras poderosas y migas irresistibles. Aquí hay desde baguettes hechos de betarraga, tinta de calamar y blancos, lo mismo en panes de campo y unos maravillosos de cebolla con pimentón, aceitunas y como hit veraniego el nuevo de ají amarillo. Pasen, inúndense de su olor irresistible y llévense todo. Otras panaderías francamente exquisitas son la nueva Paul, que acaba de estrenar local en Alonso de Córdova, o Metissage en Vitacura, ambas además con unos croissants de almendra que su desayuno agradecerá.
Si quiere darse un festín con quesos y ricos jamones vaya a La Vinoteca de Nueva Costanera 3955; además de botellas tienen una vitrina con una selección nacional e internacional de quesos y jamones que derrite más que el mejor de los mozzarellas. Aquí la búsqueda también parte por casa y hay desde el mantecoso de Curacautín, hasta unos buenos manchegos, pasando por brie, gorgonzola dolce (que simplemente es lo mejor) y esos roquefort que nos llegan al alma con su sola presencia. También hay prosciuttos, serranos, mortadelas y un de todo que hace del aperitivo un alargue sensacional. Si busca una selección nacional, los chicos de Local Uno lo esperan, pequeños pero poderosos, uno de esos tesoros donde todo fanático del comer artesanal encontrará puras delicias (Marchant Pereira 2104), que parte con la mozzarella fresca de Nicola Cillero, una de las mejores de la ciudad, sigue con los quesos Boladero y continúa con queso de cabeza y queso de sangre de productores del sur. Hay cecinas Braunau, de La Unión, una selección de Capitán Pastene que incluye hasta coppa, así que vaya con hambre que aquí se la sacian.
Pastas listas y más
También encontrará quesos italianos en el paraíso de Globe Italia (Av. Las Condes 6903), hoy convertido en prácticamente un supermercado del mundo donde todo es rico y de calidad. Ahí usted se puede perder en su esquina de pasta de sémola, al huevo o normal, de marcas italianas francamente deliciosas. También están las frescas con rellenos de prosciutto, funghi, 3 quesos, entre otras. Hay una serie de frascos perfectos para llegar, abrir y comer y un yogur de búfala digno de suspiro. Globe Italia es la perdición para los amantes de lo italiano, algo que en vacaciones se da. Su vitrina de jamones también es impactantemente deliciosa.
No se pierda la recién inaugurada Bottega Rivoli (Nueva de Lyon 0122), tienda abierta frente al consolidado palacio del comer italiano creado por Massimo Funari y donde se venden las mil y una delicias y que ahí se sirven, desde su enviciante pan, hasta sus platos de pastas (con muchas opciones rellenas como los de zapallo o los de queso ahumado con salsa de lentejas), también tiene quesos (incluidos los hechos por sus manitos), los antipastos, los postres (bendito tiramisú) y helados caseros (que resulta perfecto para comer mientras compra o para el traslado).
Santa parrilla
Arman la escena y son, sin lugar a dudas, sinónimo de goce en cualquier situación, aquí y en la quebrada del ají. De ahí que sorprender con algunas joyitas en las brasas sea toda una gracia a la hora de vacacionar. Para eso nada mejor que ir a parar a Carnívora (El Coihue 3807), la tienda de carnes del restaurante Cuerovaca que vende las mismas carnes (y más) que sirve en sus mesas. ¿La maravilla? Carnes maduradas Angus y de wagyú con cortes inéditos de nombres insólitos que solo ahí le pueden explicar y de paso tentar. La idea es que usted se luzca y se arriesgue, que juegue, que salga del lomo vetado y entre en el vacío o pollo barriga, o la arañita, corte ultrajugoso del centro del cuarto trasero del animal, una de las últimas especialidades de esta boutique de la carne. Además se quede pegado con las hamburguesas de wagyú (también con su sal de chicharrones), sus longas (ultraartesanales, con cero colorantes ni preservantes), también las prietas (alucinantes) y un roast beef macerado en mostaza que venden listo, igual que un pernil de cerdo bien jugosito. Hay una plateada mundial, un carbón de durazno y algunas otras cositas bien ricas para embellecer la parrilla. Si anda buscando corderos, pase por Gourmeat en Luis Pasteur con también harto otro producto y mucha carne al vacío.
Listo para comer
Y en el universo de "solo tiene que calentar" hay dos buenos datos que usted debiese tener pegados en el refrigerador. Hermanas de Trujillo (Av. Italia 1206) es un restaurante con comida para llevar que se especializa en cocina peruana. Aquí venden unas empanadas de ají de gallina y de lomo saltao tan ricas que sacan aplauso: buen porte, mucho relleno y de excelente sabor. También un arroz chaufa de camarones tan sabrosón que no hay boca que se niegue, y una lasaña de carne mechada digna de monumento, enjundiosa, abrazadora, de masa delgadita y relleno tan rico siempre se hace poco. Hay para 8 a 10 personas y se recomienda ser exagerado en su compra. Ojo con los postres y sus suspiros limeños que son de alto impacto.
Sin Recetas es una empresa que prontamente abrirá su local en Vitacura. Mientras hacen despachos o retiros de comidas preparadas muy ricas. Tienen desde sabores para las entradas (con unos gravlax de distintos pescados que recomiendo a todas luces) y un filete Wellington que es la sensación. También hay un pollo relleno perfecto para disfrutar el fin de semana y un pescado al horno con piel de limón sobre quinotto, buenísimo. En lo dulce aquí usted encontrará por lejos la mejor tres leches de Chile y pongo mi nombre en esto, húmeda a morir, con la medida justa de merengue y una capa de manjar al centro perfecta. Además hacen unos blondies adictivos y cheesecakes con cualquier cosa de la estación.
Disfrute que todavía queda mucho verano por delante y, por lo mismo, mucho que comer descomplicadamente.
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