Fotógrafos, directores de arte, diseñadores, productoras, maquilladores y retocadores deambulan a paso resuelto por el estudio de Gabriel Schkolnick. Es un grupo numeroso que hace 12 años acompaña a este fotógrafo en su trabajo de imagen de publicidad y moda, presente también fuera de Chile.

“Me inspiran los desafíos”, dice Gabriel, y agrega que frente al lente nunca ha necesitado cábalas, todo lo contrario, crear una fotografía para él resulta una práctica connatural, incluso sobre aquellas imágenes que provienen de temáticas personales.

El espacio de trabajo, que fue diseñado por el arquitecto Alberto Mozó partiendo en una antigua casa de Providencia, es llamativo, tiene cuento. Cosa de fijarse en las escaleras que suben y bajan los tres pisos, la pieza de descanso donde la única protagonista es la cama con vista al estudio, o la cocina integrada que permite reunir a todos durante los intermedios. Esto a sólo un paso de las cámaras, flashes y luces.

"Busqué un estilo moderno, ecléctico y acogedor", dice Gabriel refiriéndose a la decoración en general que predomina, y si a esto le sumamos las diferentes escenografías que aquí se instalan para cada sesión de fotos, se concluye que en este lugar se viven a concho miles de emociones visuales. www.schkolnick.com