Este diseñador alemán (1932) estudió ingeniería mecánica y ciencias económicas entre 1952 y 1954 en Múnich. Entre 1956 y 1957 trabajó para Mercedes-Benz en Stuttgart. Luego se trasladó a Italia para trabajar en el estudio de Gio Ponti en Milán hasta 1958, y más tarde en el departamento de diseño de La Rinascente. A fines de los 50 se asoció con el arquitecto y diseñador italiano Marco Zanuso, unión que perduró hasta 1977. Mientras duró la oficina en conjunto fueron colaboradores de Bionvega, para los que crearon radios y televisores, objetos clave del diseño contemporáneo. Juntos diseñaron además K1340, una silla apilable para niños para Kartell, y también el primer teléfono móvil plegable sobre sí mismo.

En 1972 Sapper diseñó la lámpara Tizio para Artemide, la primera halógena de escritorio, que además  fascina por la solución técnica que ofrece: sus brazos sirven para conducir la corriente en baja tensión, eliminando los cables. Pero Sapper fue un diseñador dedicado y un ingeniero con hambre de investigación. Desarrolló miles de proyectos y participó en iniciativas tan dispares como una exposición sobre los límites de la tecnología para la XIV Trienal, en 1968. Durante la década de los 70 fue contratado como consultor para el desarrollo de automóviles experimentales para Fiat y en estructuras neumáticas para Pirelli, produciendo el concepto de un coche con una piel flexible diseñado para reducir el impacto en las colisiones. Con Marco Zanuso diseñó una unidad de vivienda transportable para la exposición de 1972 “Italia, el nuevo paisaje doméstico”, en el MoMA. En el mismo año formó un grupo de estudio con el arquitecto italiano Gae Aulenti para explorar nuevos sistemas de transporte con el objetivo de reducir la congestión del centro de la ciudad, un tema que desarrollaría aun más para una exposición en la XVI Trienal en 1979. Desde 1980, Sapper fue jefe consultor de diseño industrial para IBM y más tarde para Lenovo.