El modo pausado y cálido que tienen Luis y Daniela Piano, hermanos y socios del estudio de diseño que lleva el apellido de ambos, y el estilo prolijo que identifica su trabajo, se extienden a la estética de este lugar. “A nuestros clientes les encanta que tengamos las reuniones acá, se sientenmuy cómodos…creo que venir de afuera con tanto ruido visual y entrar a un lugar austero como este, calma”, dice Luis Piano. (www. pianoypiano.com)

Son 150 m² que cuentan con un antes y un después en un registro fotográfico. Daniela muestra en su computador el espacio original en malas condiciones y lúgubre: “Existía una mezcla de materiales sin mucho sentido, con un pavimento que combinaba tablas y cubrepiso”, cuenta. Lo que se hizo fue limpiar y modificar los espacios utilizando el blanco como aliado, para proporcionar continuidad, amplitud visual, luminosidad y tranquilidad. El piso, del mismo color, se consiguió a base de una resina epóxica para alto tráfico, “que es de fácil mantención y no se quiebra como sucede con el cemento afinado”.

De la casa original se rescataron algunos elementos, como las puertas de madera y toda la remodelación estuvo a cargo de la propia oficina, quienes a su vez diseñaron muchos de los muebles, como las mesas con ruedas que están en el estudio de fotografía, las estanterías y repisas. Cada detalle tiene un sentido y es respuesta a una necesidad, nada está ahí con el único fin de decorar. Hay diseños propios, las fotografías en blanco y negro son de Luis, recuerdos o hallazgos, como los carteles enlozados colgados en los dinteles de las puertas traídos de Argentina, un carro de una carpintería de principios de siglo, dispuesto en el acceso como mesa de apoyo, etc.

Un lugar de trabajo donde la identidad y la imagen son clave y no en vano, el expertise que identifica a este estudio de diseño.