Pese a ser menos popular que sus amigos y contemporáneos Charles Eames y George Nelson, el trabajo de Girard es una pieza fundamental en la historia del diseño americano. Esta serie de muñecos de madera, reeditada por Vitra, es una muestra del imaginario de este arquitecto y diseñador, que tomó del arte popular de los pueblos del mundo su inspiración.

Arquitecto y diseñador, Alexander Girard (1907-1993) nació en Nueva York. De padre italiano y madre estadounidense, sus primeros años de formación los pasó en la ciudad de Florencia. Luego, en Londres  se graduó como arquitecto. Regresó a EE.UU. en 1932 directamente a colaborar con la oficina de Eero Saarinen, donde formó parte del equipo que proyectó el emblemático Jefferson National Expansion Memorial.

También se desempeñó como consultor de color en el Centro Técnico de General Motors, y en 1952 se convirtió en director de diseño de la división textil de Herman Miller, que había estado produciendo los diseños de Charles y Ray Eames desde finales de 1940. De esa época proviene un amplio legado textil, donde los colores vivos y los diseños modernos y geométricos son los protagonistas. Fue por su colaboración con Miller que se hizo cargo del interiorismo de la casa de Xenia Miller. Para este proyecto diseñó las alfombras, los papeles murales y una gran cantidad de textiles, además de seleccionar objetos de decoración. Actualmente esta casa es un museo.

El punto esencial de su heterogénea obra fue el diseño textil y una intensa relación con el arte popular de Sudamérica, Asia y Europa del Este. De hecho las muñecas Wooden Dolls, diseñadas y fabricadas por el propio Girard para su casa en Santa Fe, están inspiradas en su vasta colección de arte popular, construida gracias a incansables viajes alrededor del mundo.

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