China y EEUU sostienen segunda jornada de conversaciones por aranceles en Londres
“Las conversaciones se han reanudado esta mañana”, afirmó un portavoz del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

China y Estados Unidos prosiguen este martes en Londres las negociaciones comerciales iniciadas la víspera, tras acordar una frágil tregua arancelaria hace un mes en Suiza.
Poco ha trascendido por el momento de estas negociaciones, que los mercados siguen con atención, entre las dos primeras economías del mundo, salvo un mensaje optimista del presidente estadounidense, Donald Trump.
“Estoy recibiendo buenos informes. Todo va bien. Pero China no es fácil”, declaró el lunes el presidente estadounidense al final de la primera jornada de conversaciones.
En Suiza, las dos potencias acordaron reducir considerablemente sus respectivos aranceles durante 90 días.
Washington aceptó reducir los aranceles sobre los productos chinos del 145% al 30%, a cambio de un movimiento similar por parte de Pekín, que los rebajó del 125% al 10%, por ese período de tres meses.
En este segundo capítulo de las negociaciones, la delegación china está liderada por el vice primer ministro He Lifeng, mientras que la estadounidense está compuesta por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el representante comercial de la Casa Blanca (USTR), Jamieson Greer.
Ambas delegaciones se sentaron de nuevo a conversar el martes en Lancaster House, en pleno centro de la capital británica, entre el Palacio de Buckingham y Trafalgar Square.
“Las conversaciones se han reanudado esta mañana”, afirmó un portavoz del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en un comunicado enviado a la AFP.
Puntos de discordia
Las tierras raras de China, fuente de discordia entre ambos países, constituyen un punto clave en las negociaciones, ya que Estados Unidos espera que se restablezca el ritmo de las exportaciones de estos metales estratégicos, que se ha ralentizado desde que Trump lanzó su guerra comercial a comienzos de abril.
“En Ginebra, aceptamos reducir nuestros aranceles y ellos permitir la exportación de imanes y tierras raras que necesitamos”, destacó Kevin Hassett, principal asesor económico de Trump, en CNBC.
Pero aunque China ha permitido estas exportaciones, se han producido “a un ritmo mucho menor del considerado óptimo por las empresas”, según Hassett.
Estas materias primas chinas son cruciales para las baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas o incluso sistemas de defensa (misiles, radares, satélites).
Por su parte, China quiere que Estados Unidos reconsidere varios controles a la exportación sobre sus productos.
Al ser preguntado sobre esta posibilidad, Trump se limitó a un lacónico y evasivo “ya veremos”.
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