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El giro de Estados Unidos: Europa se enfrenta sola a la disuasión rusa

Existe una creciente preocupación por la consistencia del compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea, coincidiendo con una reducción planificada de su presencia militar en Europa.

Un tanque polaco Leopard 2PL dispara durante el ejercicio militar Defender Europe 2022 de tropas de la OTAN, incluidas tropas francesas, estadounidenses y polacas, en medio de la invasión rusa de Ucrania, en el campo de tiro de Bemowo Piskie, cerca de Orzysz, Polonia, el 24 de mayo de 2022. Foto: Archivo KACPER PEMPEL

La OTAN enfrenta una serie de desafíos justo en medio de la guerra híbrida de Moscú, el principal oponente del bloque. En la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN que se realizó la semana pasada para deliberar sobre un plan estadounidense para poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania, no se desarrolló como se esperaría: no había un plan en mano ni tampoco se encontraba presente el secretario de Estado Marco Rubio, aumentando el malestar y la frustración de sus aliados europeos.

Ante esto, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, trató de poner paños fríos y declaró a la prensa que no había nada de qué preocuparse. La Casa Blanca está “consultando absolutamente suficiente” con los aliados europeos y él está “en contacto constante” con funcionarios estadounidenses, afirmó.

El encuentro de la Alianza Atlántica se realizó en momentos en que la Casa Blanca mantenía conversaciones con Rusia y Ucrania que han mantenido al margen a los aliados europeos y mientras el enviado del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, y su yerno, Jared Kushner, visitaban Moscú para discutir un plan con enormes ramificaciones para la seguridad europea.

Un avión de combate F-35 vuela durante una jornada de prensa del ejercicio militar "Air Defender 23" de la OTAN en la base aérea estadounidense de Spangdahlem, cerca de la frontera entre Alemania y Bélgica, en Spangdahlem, Alemania, el 14 de junio de 2023. Foto: Archivo JANA RODENBUSCH

Como si fuera poco, funcionarios del Pentágono dijeron a la agencia Reuters que Estados Unidos quiere que Europa asuma la mayoría de las capacidades de defensa convencionales de la OTAN, desde inteligencia a misiles, para 2027, un plazo ajustado que a algunos funcionarios europeos les pareció poco realista.

El mensaje, relatado por cinco fuentes familiarizadas con la discusión, incluido un funcionario estadounidense, fue transmitido en una reunión en Washington esta semana del personal del Pentágono que supervisa la política de la OTAN y varias delegaciones europeas.

El traslado de esta carga de Estados Unidos a los miembros europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte cambiaría drásticamente el modo en que Estados Unidos, miembro fundador de la alianza de posguerra, trabaja con sus socios militares más importantes.

En la reunión, los funcionarios del Pentágono indicaron que Washington aún no estaba satisfecho con los avances que Europa ha logrado para aumentar sus capacidades de defensa desde la invasión ampliada de Ucrania por parte de Rusia en 2022.

Un vehículo militar pasa junto a los sistemas de defensa aérea Patriot instalados en el aeropuerto de Rzeszów-Jasionka al atardecer en Jasionka, sureste de Polonia, el 6 de marzo de 2025. Foto: Archivo SERGEI GAPON

Es en este contexto que existe una creciente preocupación por la consistencia del compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea, coincidiendo con una reducción planificada de su presencia militar en Europa. Esta retirada se debe principalmente a que Estados Unidos está cambiando su enfoque estratégico hacia la región del Indopacífico, priorizando la competencia con China sobre la amenaza que representa Rusia en Europa.

Esto quedó de manifiesto el mes pasado, cuando unos ejercicios militares realizados en Transilvania, Rumania, mostró a soldados europeos bajo mando francés defendiendo el continente en gran medida sin la intervención de Estados Unidos.

“En Europa, observamos que, de alguna manera, estamos retrocediendo. Siempre recomiendo, que si pueden contar con alguien, cuenten con ustedes mismos, no con los socios los aliados del otro lado del océano. Creo que ya podemos observar que algunos países europeos están enojados con Estados Unidos. Pero yo diría que es un beneficio, porque eso está impulsando a los europeos a actuar para no depender de un gran Tío Sam, sino a hacer algo aquí en Europa”, dice en conversación con La Tercera, Joanna Siekiera, doctora y experta en Derecho Internacional, consultora de la OTAN, investigadora del Indopacífico.

Conferencia de prensa del Secretario General de la OTAN, Mark Rutte. Foto: Archivo NATO

“Es realmente difícil porque los europeos se pusieron cómodos. Esperaban que saliéramos adelante pase lo que pase en Europa. Pero al mismo tiempo, no solo reducían la presencia militar, sino también los gastos militares. Y no me refiero al armamento, sino que también me refiero a la infraestructura, los gastos de defensa civil, como los refugios o la educación. Qué hacer en caso de emergencia. Creo que es una llamada de atención”, añade.

A juicio de la experta, Estados Unidos tiene un problema mucho mayor con China, no con Rusia. “Así que, obviamente, si yo fuera ellos diría que no me importa Europa. Europa es importante, sí, pero una región más estratégica es el Indopacífico, donde se libran guerras. De competencia con China. Puedo ver claramente que los europeos están bajo esta amenaza. Empiezan a debatir, pero aún así, hay mucho que analizar, desde la ley, las decisiones políticas y la mentalidad de la gente. Porque, cuando participo a menudo en reuniones informativas militares y de la OTAN por toda Europa, veo que los países difieren mucho entre sí a medida que se alejan de Rusia. No lo ven como una amenaza. Ven a Rusia más bien como un socio económico, como, por ejemplo, en Italia”, explica.

Por su parte, la directora del Programa de Estudios de Seguridad del centro de estudios ucraniano PRISM, Hanna Shelest, señala que los planes de Estados Unidos para reducir su presencia en Europa no son nuevos, ya que comenzaron con la primera administración Trump, momento en el que habían muchas declaraciones cuando estaban listos incluso para retirarse por completo de Alemania.

“En ese momento, se detuvo parcialmente precisamente debido a la guerra de Rusia en Ucrania y a una amenaza que nadie podía estimar adecuadamente. Luego, los europeos comenzaron a comprender que los estadounidenses, algún día, podrían volver a esta idea. Así que todos esos preparativos y todas esas demandas de mayor gasto para la defensa europea, por ejemplo, o de mayores capacidades para los países europeos, surgieron debido a estas demandas de Estados Unidos. Es más, durante los últimos diez años, hemos escuchado cada vez más de la Casa Blanca que los europeos deberían asumir una mayor responsabilidad por la seguridad europea. Así que no es una sorpresa”, dice en conversación con La Tercera.

“Y los socios europeos han estado desarrollando capacidades durante varios años, especialmente los últimos tres años. Comprendieron que Estados Unidos no los protegería todo el tiempo. Por lo tanto, muchos de los planes, dentro de las reformas internas en algunos países, incluyen este mayor gasto. También están las decisiones de defensa de la Unión Europea de los últimos dos años sobre el gasto en defensa, la industria de defensa, el llamado ejército, Schengen y otros. Así que, dentro de la Unión Europea, se está convirtiendo en un actor clave en materia de seguridad. Y la tercera parte es la cooperación bilateral con Ucrania, porque, como saben, en algunos de estos acuerdos, Ucrania se comprometió a defender a sus socios europeos, y Ucrania tiene una experiencia importante para estos países”, añade.

Según Reuters, varios funcionarios europeos dijeron que una fecha límite de 2027 no era realista sin importar cómo Washington mida el progreso, ya que Europa necesita más que dinero y voluntad política para reemplazar ciertas capacidades estadounidenses en el corto plazo.

Entre otros desafíos, los aliados de la OTAN se enfrentan a retrasos en la producción del equipo militar que intentan adquirir. Si bien las autoridades estadounidenses han alentado a Europa a comprar más material de fabricación estadounidense, algunas de las armas y sistemas de defensa más preciados de fabricación estadounidense tardarían años en entregarse si se encargaran hoy.

En la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN de la semana pasada, el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, dijo que era “obvio” que los aliados de la OTAN deberían asumir la responsabilidad de la defensa de Europa. “Las sucesivas administraciones estadounidenses han estado diciendo esto de una forma u otra prácticamente toda mi vida... pero nuestra administración dice lo que quiere decir”, escribió Landau en X.

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