Kim vuelve a desafiar a Trump

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Esta semana se difundieron imágenes satelitales que muestran la reconstrucción en Corea del Norte de un centro de lanzamiento de satélites. Se cree que Kim Jong Un podría utilizar estas instalaciones para reanudar las pruebas nucleares, luego del fracaso del diálogo en Hanoi. No es la primera vez que el líder norcoreano presiona a Trump.


Había grandes expectativas sobre la segunda cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el Presidente norteamericano Donald Trump, quienes se reunieron la semana pasada en Hanoi, la capital de Vietnam. Sin embargo, el encuentro, que tenía como objetivo central lograr la desnuclearización de la península coreana, terminó sin acuerdos.

Tras el fracaso de la cumbre en Hanoi, los analistas advirtieron que Kim podría reactivar el lanzamiento de misiles o su programa nuclear, con el objeto de presionar a Trump. Y eso es lo que estaría ocurriendo.

Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) con sede en Washington, Kim está reconstruyendo las instalaciones para el lanzamiento de misiles. El sitio 38 North, especializado en estudios sobre Corea del Norte, publicó imágenes satelitales en las que se observan los esfuerzos para reconstruir algunas de las estructuras del centro de lanzamiento de satélites de Sohae. Las labores se habrían realizado entre el 16 de febrero y el 2 de marzo.

La instalación, que se encuentra cerca de la frontera con China, es el lugar desde donde Norcorea lanzó satélites en 2012 y 2016. En esa oportunidad, la ONU lo calificó de pruebas encubiertas de su tecnología de misiles.

Según la agencia The Associated Press, un diputado surcoreano señaló, en privado, que el director del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) surcoreano, Suh Hoon, habría señalado que estas labores pueden ser una preparación para retomar las pruebas de misiles de largo alcance en caso de que el diálogo con Trump fracase. También se especula que Pyongyang podría añadir algunas estructuras y luego eliminar todo como una manera de demostrar su compromiso con la desnuclearización si las negociaciones con Washington llegan a buen término.

Aunque el régimen norcoreano no se comprometió por escrito a desmantelar Sohae tras la cita en Vietnam, Trump aseguró que el mismo Kim le había prometido que no continuaría con las pruebas nucleares. Así, las obras para eliminar la base de lanzamiento se interpretaron como un gesto de la predisposición de Corea del Norte a avanzar hacia la desnuclearización.

Richard Bush, del Instituto Brookings, señaló a La Tercera que era poco probable que se llegara a una solución que implicara un desarme nuclear: "La desnuclearización de Corea del Norte significa el fin de la presencia de Estados Unidos en el noreste de Asia. Como eso no va a pasar, Norcorea tiene que mantener sus armas nucleares".

La reconstrucción del centro podría indicar, según algunos analistas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, que Corea del Norte quiere mostrarse desafiante frente a Trump después de que éste rechazara la semana pasada sus demandas para el levantamiento de las sanciones estadounidenses.

Sin embargo, Joel Wit, director de 38 North, ha dicho que las imágenes sobre las instalaciones satelitales no son necesariamente una evidencia consistente de que Kim retomará las actividades nucleares.

Esta no sería la primera vez que el líder norcoreano provoca al mandatario estadounidense. El 28 de noviembre de 2017, Corea del Norte probó su misil intercontinental más potente hasta la fecha, que tenía hasta 13 mil kilómetros de alcance y alcanzó 4.500 de altitud. El artefacto cayó en el mar de Japón, pero el mensaje de Pyongyang quedó claro: el misil tenía la capacidad de alcanzar cualquier punto de Estados Unidos.

En agosto de 2018, dos meses después de la primera cumbre en Singapur, se dio a conocer un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica en el que el director general de la agencia,

Yukiya Amano, aseguraba que Kim seguía con sus actividades nucleares pese a los compromisos a los que habían llegado después del primer encuentro con Trump.

En su mensaje anual del 1 de enero, Kim aseguró que estaba dispuesto a seguir dialogando con el Presidente estadounidense, pero agregó en tono desafiante que no les quedaría más remedio que buscar un nuevo camino "si Estados Unidos no cumple sus promesas o malinterpreta nuestra paciencia para forzar las cosas de manera unilateral". El líder norcoreano no especificó a qué medidas alternativas se refería, pero no sería la primera vez que amenaza con desarrollar su programa nuclear en respuesta a las sanciones internacionales.

Trump ha dicho que pese a que se levantó abruptamente de la mesa en Hanoi, el diálogo sigue abierto con Kim. Frente a las versiones sobre la reconstrucción del centro de lanzamiento de cohetes en Sohae, el mandatario estadounidense aseguró hoy que estaría "muy, muy decepcionado" si Pyongyang rompe su compromiso. Sin embargo, el Presidente republicano aclaró que aún "es demasiado pronto" para determinar si la información detectada por el CSIS es real.

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