
Los líderes de la OTAN acuerdan aumentar gasto de defensa al 5% del PIB en medio de creciente amenaza de Rusia
Presionados por Trump y por el temor a que Rusia agilice un ataque sobre territorio europeo, los miembros de la Alianza Atlántica pactaron subir la cuota de Defensa desde ahora hasta el 2035. Por otro lado, el Presidente de Estados Unidos se reunió con su par ucraniano Volodimyr Zelensky.

Los países miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) se comprometieron este miércoles a invertir anualmente el 5% del producto interno bruto (PIB) en gastos relacionados con la defensa y la seguridad hasta 2035, “para garantizar que se cumplan nuestras obligaciones individuales y colectivas”.
El nuevo objetivo de gasto, que se alcanzará en los próximos 10 años, supone un salto de cientos de miles de millones de dólares al año respecto del objetivo actual del 2% del PIB, aunque se medirá de forma diferente.
Los países gastarían el 3,5% de su PIB en defensa básica (como tropas y armas) y el 1,5% en medidas más amplias relacionadas con la defensa, como la ciberseguridad, la protección de oleoductos y la adaptación de carreteras y puentes para el tránsito de vehículos militares pesados, detalla la agencia Reuters.

La decisión de incrementar el gasto ocurre mientras la Alianza Atlántica está bajo la presión de Trump, quien ha instado a los otros miembros a aumentar el gasto en defensa a los niveles más altos en décadas para que, de esa manera, la carga sea más equitativa entre todos los Estados miembros.
Así, los países aliados de la OTAN buscaban asegurar el respaldo de Trump, quien, desde su regreso a la Casa Blanca, ha insinuado reiteradamente a la Alianza sus amenazas de desvincularse si no se repartía mejor la carga de gasto, pese a que Estados Unidos es un elemento imprescindible en el grupo de 32 países.
La amenaza de Rusia se intensifica
El documento final del acuerdo alcanzado en la cumbre no condenó a Rusia, un país que está produciendo proyectiles de artillería, drones y misiles a un ritmo que pronto superará las necesidades de sus tropas en Ucrania. Ello, pese a que los funcionarios europeos que siguen el aumento del ejército ruso se enfrentan a la amenaza de una guerra con ese país.

Una guerra en territorio de la OTAN sigue siendo improbable, sobre todo porque Rusia, por ahora, no tiene la capacidad y probablemente no querría una guerra en dos frentes. Sin embargo, algunos generales y altos funcionarios rusos han declarado públicamente que sus ambiciones imperialistas no terminan con Ucrania, y el propio Putin reclamó al menos toda Ucrania la semana pasada.
“Considero a los rusos y a los ucranianos como un solo pueblo, y en este sentido, toda Ucrania es nuestra”, declaró Putin en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. “Tenemos un dicho, o una parábola: dondequiera que pise el soldado ruso, es nuestro”, afirmó decidido.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, sugirió que Rusia podría estar en condiciones de considerar un ataque similar contra la alianza en un plazo de cinco años, coincidiendo con las evaluaciones del canciller alemán, Friedrich Merz, y de varias agencias de inteligencia europeas.
Dinamarca ha dicho que Rusia podría entrar en una guerra local con un país vecino dentro de seis meses y representar una amenaza creíble para uno o más países de la OTAN dentro de dos años. En tal escenario, Estonia, Letonia y Lituania, en el flanco noreste de la OTAN, serían el punto de conflicto más probable. Los tres países bálticos representan una pequeña fracción de la economía europea, pero estratégicamente son cruciales.
La resistencia de España
El rechazo de España a elevar su gasto militar hasta el 5% del PIB en los próximos años fue uno de los principales temas de conversación de los líderes a su llegada a la cumbre de la OTAN en La Haya. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, argumentó que ese monto pondría en riesgo el estado de bienestar y los servicios públicos de su país.
Compareció en una conferencia de prensa tras la cumbre, donde se veía aparentemente contento porque, según explicó, logró evitar un gasto extra descomunal que pondría en riesgo el Estado del bienestar español. “Si hubiéramos aceptado el 5%, España tendría que destinar hasta 2035 300.000 millones de euros extra para defensa. ¿De dónde saldrían? De recortes en sanidad y educación", les dijo Sánchez a los periodistas.
Pero la negativa le duró hasta que Trump amenazó con declararle la guerra comercial. Trump dijo que, como represalia a la posición española, doblaría los aranceles previstos para que pague el doble, pero de otra manera. “Es el único que se niega a pagar. Vamos a hacer que paguen el doble”, declaró el presidente estadounidense.
“Es tremendo lo que han hecho. Es el único país que no va a pagar todo, se va a quedar en el 2%, así que van a pagar a través del comercio”, amenazó Trump, molesto porque Sánchez no quería cumplir con su parte de la cuota. Trump añadió que la economía española va “muy bien, pero podría verse arrasada si algo ocurre” y afirmó que negociaría “directamente” con Sánchez.
Así que, finalmente España terminó firmando el compromiso grupal, pese a sus reticencias a comprometerse a un gasto que considera innecesario y politizado, según informó El País.

El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, había dicho previamente que no estaba “preocupado” sobre un eventual fracaso de la cumbre por la negativa de España a subir el gasto en defensa al 5% del PIB, y admitió que entendía que “son decisiones difíciles” y “cada país tiene que encontrar el dinero”.
Pero, al mismo tiempo, “hay una convicción absoluta entre mis colegas en la mesa: con la amenaza de Rusia, con la situación global de seguridad, no hay otra opción. Hay que hacerlo, de verdad”, insistió Rutte antes del acuerdo final.
“Hay un acuerdo sobre no estar de acuerdo en que ellos piensan que pueden alcanzar los objetivos de capacidades con un 2,1% del PIB; la OTAN dice que tiene que ser el 3,5% como para todos los otros aliados”, dijo luego Rutte en rueda de prensa, al término de la cumbre.
Y, en cualquier caso, preguntado por si considera que España va en serio sobre el nuevo objetivo de gasto en defensa respaldado este miércoles por todos los aliados, Rutte afirmó: “Sí, lo creo”.
Zelensky logró reunirse con Trump
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, puede haber quedado en gran medida al margen de la cumbre de la OTAN en los Países Bajos, pero aún así logró conseguir una reunión formal con el presidente Trump este miércoles. “No podría haber sido más agradable”, dijo Trump después de la reunión de 50 minutos, celebrada a puerta cerrada.
No se permitió la entrada a ningún periodista en la sala durante el primer encuentro entre ambos hombres desde que hablaron en el Vaticano hace dos meses, según constató la agencia France-Presse (AFP). Pero parecieron haber evitado una repetición del infame enfrentamiento en la oficina oval que agrió las relaciones entre Kiev y el que había sido su principal patrocinador.

“Tuve una buena reunión con Zelensky”, dijo Trump. “Está librando una batalla valiente. Es una batalla difícil”. El ánimo positivo fue tan bueno como Kiev podría haber esperado, después de que los planificadores de la OTAN buscaron específicamente mantener a Zelensky a distancia para no irritar a Trump, informó la agencia.
Rutte se deshizo en elogios hacia Trump. Primero elogió que la decisión de llegar al 5% se debe al liderazgo del presidente estadounidense. “Tú has hecho esto posible”, le celebró el holandés, que no redujo sus esfuerzos en agradar al aliado más volátil de la sala de conferencias en la capital administrativa neerlandesa, donde se selló el salto histórico en gasto de la Alianza Atlántica.

Girándose hacia Trump, sentado a su lado, el holandés subrayó, una vez más, el papel de “liderazgo” del republicano para llegar a este salto en gasto que incluso muchos de los países que ahora firmarán reconocen que será muy difícil de cumplir. “Durante demasiado tiempo, un aliado, Estados Unidos, ha soportado demasiada carga de ese compromiso, y eso cambia hoy. Presidente Trump, querido Donald, has hecho posible este cambio”, valoró.
Pero el momento más sorpresivo para los periodistas presentes fue cuando Rutte llamó a Trump “papá”, un momento de ligereza en una cumbre seria como suele ser la OTAN. Mientras ambos líderes se daban la mano frente a la prensa antes de iniciar sus reuniones, Trump fue consultado por sus polémicas declaraciones del día anterior, cuando reprendió a Israel e Irán por romper el alto el fuego recién acordado, comparándolos con niños malcriados.
“Han tenido una pelea brutal, como dos niños en el patio de un colegio. Se pelean como locos, no puedes detenerlos. Déjalos pelear dos o tres minutos, y luego es más fácil detenerlos”, dijo Trump en una comparecencia ante la prensa junto a Rutte, haciendo eco del lenguaje que ha usado para describir a Ucrania y Rusia.
Pero Rutte llevó la analogía de los niños peleando un poco más allá: “Papá a veces tiene que usar un lenguaje fuerte”, dijo el secretario general de la OTAN, según consignó el medio Politico.
A Trump no pareció importarle que Rutte usara el término, que se ha convertido en jerga para denotar poder y control en las relaciones. “Creo que le gusto. ‘Papá, eres mi papá’”, dijo Trump más tarde el miércoles con una sonrisa, provocando la risa de la prensa internacional y del secretario de Estado, Marco Rubio. “Lo hizo con mucho cariño”, añadió Trump.
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