Polémicos centros de distribución de ayuda respaldados por Israel y EE.UU. ponen fin a sus operaciones en Gaza
Washington asegura que el modelo de la Fundación Humanitaria de Gaza "fue fundamental para que Hamas se sentara en la mesa de negociaciones".

La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), polémica organización de ayuda humanitaria respaldada por Israel y Estados Unidos, ha anunciado este lunes que ha puesto fin a sus operaciones en la Franja, en el marco del alto el fuego en el enclave palestino, a pesar de que su despliegue estuvo marcado por la muerte de centenares de personas tiroteadas por las fuerzas israelíes cuando intentaban obtener comida.
Así, ha informado de la “conclusión exitosa de su misión de emergencia en Gaza después de entregar más de 187 millones de comidas gratuitas directamente a los civiles que viven en Gaza, una operación humanitaria récord que garantizó que la ayuda alimentaria llegara a las familias palestinas de manera segura y sin desviarse a Hamas u otras entidades”, reza un comunicado publicado en su página web.
El director ejecutivo de GHF, John Acree, ha defendido que su objetivo “desde el principio” era “satisfacer una necesidad urgente, demostrar que un nuevo enfoque podía tener éxito donde otros habían fracasado y, en última instancia, transferir ese éxito a la comunidad internacional en general”. De hecho, ha subrayado que construyeron “un nuevo modelo desde cero” después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, pidiera que la ayuda llegara directamente a la población civil.
“En un momento crítico, nos enorgullece haber sido la única operación de ayuda que proporcionó comidas gratuitas de forma fiable y segura directamente a la población palestina de Gaza, a gran escala y sin desvíos. Desde nuestro primer día de operaciones, nuestra misión fue única: alimentar a la población civil con necesidades urgentes. Construimos un nuevo modelo que funcionó, salvó vidas y devolvió la dignidad a la población civil de Gaza”, ha expresado, haciendo así una crítica velada a las agencias de la ONU.
En este sentido, ha destacado que ha distribuido, además de los 187 millones de comidas, 1,1 millones de paquetes de alimentos complementarios listos para consumir para niños desnutridos y que había establecido vías de distribución que priorizaban a los sectores vulnerables de la sociedad: mujeres, niños y ancianos. Todo ello bajo un equipo estadounidense de profesionales humanitarios y exmilitares, así como trabajadores locales.
Además, ha asegurado que su objetivo era abrir más puntos de distribución de ayuda y ha criticado que el resto de organizaciones de ayuda “tradicionales” se negaran a colaborar con ellos. Por último, ha asegurado que no se disolverá como ONG registrada y que se mantendrán preparados para reorganizarse si se identifican nuevas necesidades humanitarias.
EE.UU. aplaude la labor de GHF
Desde Washington, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Thomas Pigott, ha asegurado a través de un mensaje publicado en su perfil de la red social X que el modelo de GHF durante sus cuatro meses y medio de operaciones fue “fundamental” para que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) accediera a alcanzar un alto el fuego en el enclave palestino.
“GHF ha compartido valiosas lecciones aprendidas con nosotros y nuestros socios. El modelo de GHF, en el que Hamas ya no podía saquear ni lucrarse robando ayuda, fue fundamental para que se sentara a la mesa de negociaciones y lograra un alto el fuego. Les agradecemos lo que brindaron a los gazatíes”, ha manifestado.
Hamas pide procesamiento de tribunales internacionales
Por su parte, Hamas ha pedido a los tribunales internacionales que “procesen a esta organización y a sus responsables (...) por sus crímenes contra nuestro pueblo” con el objetivo de “que no se repita la tragedia”.
El grupo palestino considera que la finalización de la intervención en Gaza es “bien merecida” y la relaciona con “el hundimiento del proyecto de exterminio y de ingeniería del hambre en coordinación con la ocupación sionista”.
GHF “ha formado parte del sistema de seguridad de la ocupación con mecanismos inhumanos de distribución que generaban condiciones peligrosas y degradantes para la gente hambrienta de nuestro pueblo”, ha denunciado Hamas a través de un comunicado.
“Muchos han muerto y miles han resultado heridos cuando intentaban conseguir una rebanada de pan por los disparos de francotiradores y los asesinatos deliberados”, ha asegurado Hamas, hechos que “revelan la complicidad de esta institución en el crimen de genocidio”.
Previamente, un portavoz de Hamas, Hazem Qasim, ha lanzado “un llamado a todas las organizaciones internacionales de Derechos Humanos para que no le permitan eludir (a GHF) su rendición de cuentas” y ha denunciado que la organización “encubrió la política de hambruna practicada por el Gobierno de ocupación”.
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