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Radiografía a las visas H-1B y su controversial tarifa de 100 mil dólares

El permiso para trabajar en Estados Unidos, que estaba pensado para profesionales altamente calificados, ha estado en el centro de la polémica en el Partido Republicano, con los que defienden su uso para traer profesionales al rubro digital y los que prefieren llenar esos trabajos con diplomados estadounidenses.

Donald Trump firmando un decreto en la Casa Blanca. Foto: Archivo.

Las reformas para la inmigración norteamericana persiguen por todas partes: si la ICE está buscando personas en las calles, ahora una nueva tarifa estaría expulsando a migrantes con la amenaza de imponerles 100 mil dólares de tarifa. Este viernes Donald Trump anunció un cambio en el programa de visas para trabajadores extranjeros cualificados, conocida como H-1B, firmando una orden que añade la cuota con este monto para cualquier nuevo solicitante.

Esta orden ha confundido a muchos trabajadores, que en general se desempeñan en el mundo informático, y terminó forzando a la Casa Blanca a aclarar algunos puntos de la nueva política: estos 100 mil dólares serían un pago único, y solo se aplicaría a nuevos solicitantes, no a actuales titulares. La confusión estaba servida de todos modos, y miles de trabajadores ya habían tomado vuelos para volver a Estados Unidos antes de que la cuota entrara en vigor.

“A quienes ya tienen visados H-1B y se encuentran fuera del país en este momento no se les cobrarán 100.000 dólares por volver a entrar. Esto solo se aplica a los nuevos visados, no a las renovaciones ni a los titulares actuales de visados”, explicó la portavoz de la Casa Blanca.

Qué es el programa de visas H1-B para extranjeros que quieren trabajar en EE.UU. (y por qué está en medio de la polémica) Foto: Unsplash

La visa tipo H-1B ha estado en el centro de la polémica estos últimos meses, llegando a separar a los republicanos sobre si restringirla o no. Empezó a utilizarse en 1990, y desde entonces este mecanismo permite la entrada de 65 mil profesionales extranjeros al año, con un cupo extra de 20 mil para graduados en universidades estadounidenses con maestría.

En un momento se llegaron a emitir 195 mil visas al año, pero al final 65 mil se mantienen. Esto, a pesar de las solicitudes que en su momento hicieron desde la ITAA, Asociación Americana de Tecnologías de la Información, con empresas como Microsoft, Oracle y Sun Microsystems. El sector de la informática es, hoy por hoy, el más afectado por la decisión de Trump.

Entre otras cosas, el programa deja claro a los jefes que empleen a extranjeros que deberán pagarles un “salario predominante según su campo de trabajo”. La solicitud se hace desde la empresa, y esta debe demostrar que no hay estadounidenses calificados que estén siendo marginados a la hora de llenar el puesto con un extranjero.

Desde la Casa Blanca alegan que cerca de 2,5 millones de personas, de los 136 millones que trabajan en Estados Unidos, son trabajadores H-1B. Al parecer de la administración Trump, esto iría en perjuicio de los trabajadores estadounidenses.

Entre las empresas actuales con más trabajadores de este tipo están Amazon, Google, Meta, Microsoft, Apple e IBM, dando cuenta del carácter “informático” de la mayoría de los contratados. Además, esta visa es particularmente conocida por traer mayormente indios y chinos. Aun cuando no existen límites máximos para las naciones, dos tercios de los beneficiarios provienen de India.

Visa estadounidense. Foto: Archivo.

Ahora, según la administración Trump, se estaría abusando de esta visa, y por eso mismo se le impuso una tarifa de 100 mil dólares a las empresas que quieran traer extranjeros, lo que virtualmente saca del negocio a muchas. “La idea es que estas grandes empresas tecnológicas u otras empresas dejen de capacitar a trabajadores extranjeros. Tienen que pagar al gobierno 100.000 dólares, y luego tienen que pagar al empleado, así que simplemente no es económico. Si vas a capacitar a alguien, que sea uno de los recién graduados de una de las grandiosas universidades de nuestro país”, indicó Howard Lutnick, secretario de Comercio de Estados Unidos.

Esta medida trajo confusión, y de hecho el mismo sábado Lutnick tuvo que rectificarse en parte de su anuncio: si el viernes había dicho que habría que pagar anualmente la tarifa, el sábado desde la Casa Blanca corrigieron diciendo que los 100 mil dólares serían una cuota única. De todos modos, entre pagarla una o dos veces, la cifra sigue siendo enorme para un trabajador cualificado promedio.

El abogado de inmigración Jaime Barrón declaró al respecto para Spectrum Noticias lo que está pasando con la visa: “Los que no pudieron someter sus visas de H-1B a tiempo, desgraciadamente ahorita las empresas están cuestionando todo, analizando todo, se paró mucho trabajo legal porque pues ahora las empresas tal vez no quieran invertir tanto dinero en esos profesionistas, entonces se está creando un caos”,

Por qué la relación entre Donald Trump y Elon Musk parece ser irreconciliable. Foto: AP.

En opinión de Trump, se ha abusado de este sistema, lo que habría permitido “suprimir artificialmente los salarios, lo que ha resultado en un mercado laboral desventajoso para los ciudadanos estadounidenses”. Al respecto, el Presidente apuntó que “entre las ocupaciones en informática y matemáticas, la proporción de mano de obra extranjera aumentó del 17,7% en 2000 al 26,1% en 2019”. Esto, con la afluencia de mano de obra extranjera STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Uno de los casos que esgrimió el Presidente norteamericano para defender la cuota fue el de una empresa informática que “recibió la aprobación para más de 5.000 trabajadores con visa H-1B en el año fiscal 2025, y que casi al mismo tiempo anunció una serie de despidos que totalizaron más de 15.000 empleados”.

China e India concentran por lejos la mayor parte de las visas H-1B, pero el reciente aumento también golpea a latinoamericanos y sobre todo a los profesionales mexicanos y brasileños. Aun cuando la región comprende solo un 3% del total de este tipo de visas, México y Brasil se destacan como los más beneficiados por estas: 3.333 y 2.638 permisos, respectivamente. En el caso de Chile, se trata de 820 trabajadores.

Donald Trump y Steve Bannon. Foto: AP

La situación de las visas H1-B fue el detonante de la primera “guerra civil” del Partido Republicano, a solo un mes de la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024. En diciembre ya se habían formado dos campos: uno, ligado al de la tecnología y la informática, que defendía e incluso hablaba de ampliar esta visa, ya que se trataría de una migración “clave” para la economía estadounidense. El otro, más ligado a la derecha tradicional, prefería “no llenar de indios” el país, criticando fuertemente, entre otras cosas, la nominación del empresario indio americano Sriram Krishnan como asesor de inteligencia artificial.

En ese entonces Elon Musk había defendido el programa de visas H-1B, indicando que llegaría a “ir a la guerra” en ese tema. Por otra parte, el arquitecto de la campaña de Trump en 2016, Steve Bannon, se inscribía más en el otro bando, asegurando que el programa era una “estafa”.

En una entrevista hace un mes para Politico, Bannon aseguró: “Estamos ganando esta pelea, y la estamos ganado por lejos. Creo que hasta convenceremos a Elon. Tan pronto como podamos convertir a Musk, de tecno futilista a populista nacionalista, vamos a estar haciendo un progreso real”.

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