Ranking 2022 de Transparencia Internacional: Venezuela y Nicaragua, los países con mayor corrupción en América

Una profesora de escuela pública, envuelta en la bandera de Venezuela, marchando por mejores salarios, en Caracas, el 30 de enero de 2023. Foto: AP

Según el informe de la ONG, a nivel mundial estos países son superados solamente por Siria, Somalia y Sudán del Sur.


La ONG Transparencia Internacional lanzó este miércoles la edición 2022 del Índice de Percepción de Corrupción, informe en el cual Venezuela y Nicaragua se encuentran dentro de los países con mayor percepción de corrupción, siendo superados solamente por Siria, Somalia y Sudán del Sur. Junto a esto, el reporte de la organización reveló que el 95% de las naciones tuvieron muy poco progreso en la lucha contra la corrupción en los últimos años.

A nivel global, el informe, que estudió a 180 países en total, registró una media de 43 puntos -en una escala del 0 al 100, que va desde lo más corrupto a lo más “limpio”-, donde Dinamarca se coronó como el país con menor índice de corrupción a nivel internacional con 90 puntos, seguido por Finlandia y Nueva Zelanda. Sin embargo, el mundo se mantiene estancado, debido a que casi dos tercios de los países tienen una calificación bajo los 50 puntos, y cuyo índice apenas ha mostrado mejoras en los últimos cinco años.

En América, Uruguay y Canadá fueron los países con menos corrupción, con 74 puntos, según el índice. Sin embargo, el continente sufre un estancamiento, donde 27 de los 32 países de la región no han mostrado cambios significativos desde 2017.

Esta situación preocupó a la presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira Rubio, quien percibe un retroceso en Latinoamérica y sus índices de corrupción: “Lo que vemos es aumento del autoritarismo, aumento de los gobiernos populistas que llegan por elecciones y desde adentro atacan a la democracia atacando el Poder Judicial, los organismos de control, los medios de comunicación, la ciudadanía organizada, la oposición”, declaró Ferreira en una entrevista con The Associated Press.

En América, Venezuela ocupa el puesto del país con mayor índice de corrupción, con 14 puntos, y se posiciona dentro de los últimos del ranking mundial. El país ha mantenido un índice bajo desde 2013, y que ha descendido a lo largo de los años, durante el mandato de Nicolás Maduro y los constantes casos de corrupción que azotan a la nación. Esto se suma al caso reciente de Roberto Rincón Fernández, empresario venezolano que fue sentenciado a 18 de cárcel por su papel en una trama de corrupción vinculada a la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), compañía manejada por el régimen de Maduro.

Por detrás, le sigue Nicaragua, nación que presentó una caída estrepitosa en su índice de corrupción, llegando a su mínimo histórico de 19 puntos. Según la asesora regional de TI para América Latina y el Caribe, Luciana Torchiaro, el país vive actualmente una situación considerada “extrema”, donde la corrupción concentrada en los altos mandos en el Poder Ejecutivo degeneró en prácticas que atentan contra los derechos fundamentales, como la persecución política, como ocurrió recientemente, con el caso de los tres jóvenes pertenecientes a la Alianza Universitaria Nicaraguense (AUN), y opositores al gobierno, quienes fueron detenidos por “conspiración en contra de la nación” y sentenciados a 10 años de cárcel por este delito.

Nicaragüenses exiliados, en una marcha protestando por la libertad de los presos políticos en el país, en San José, Costa Rica, el 6 de noviembre de 2022. Foto: Reuters

Según los datos revelados, Chile y Costa Rica, que tradicionalmente obtenían los mejores desempeños en el índice de los países latinoamericanos, esta vez no están priorizando la lucha contra la corrupción en el sector público, y se mantienen en la misma posición, con 67 y 54 puntos, respectivamente.

“Los gobiernos frágiles fallan en su labor de frenar a las redes criminales, el conflicto social y la violencia, y algunos exacerban las amenazas para los derechos humanos al concentrar el poder con el pretexto de responder a la inseguridad. El único camino viable es que los líderes prioricen a las medidas contra la corrupción con el fin de extirparla y permitir que los gobiernos cumplan su principal función, que es proteger a las personas”, afirmó la presidenta de TI en el informe.

Por otro lado, Torchiaro señaló la falta de sanciones frente a los casos de corrupción y sus responsables dentro de la justicia en Latinoamérica: “El Poder Judicial es muy lento y en muchos países poco independiente. Todo esto contribuye a este nivel de estancamiento generalizado que observamos”, declaró la asesora regional del TI a la agencia EFE.

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