Las fuerzas militares del Kremlin lanzaron la madrugada de este viernes una serie de ataques contra Kiev, empleando misiles balísticos y drones, en respuesta a la “Operación Telaraña” de Ucrania sobre territorio ruso.

Varios sectores de Kiev registraron incendios como consecuencia del impacto de los proyectiles y de los drones interceptados.

“Kiev sufrió otro ataque con UAV (vehículos aéreos no tripulados) y misiles balísticos. Los rescatistas están respondiendo a las consecuencias en varios lugares de la ciudad,” escribió el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania en Telegram.

En tanto, el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko, informó en esa misma red social de cuatro personas “confirmadas como muertas” y 20 heridos, de los cuales 16 están hospitalizados.

“Cuatro personas han sido confirmadas como muertas (...). Las operaciones de búsqueda y rescate están en marcha en varias ubicaciones”, detalló Klitschko.

Los bombardeos causaron estragos en las vías del metro de la ciudad, y la compañía ferroviaria nacional informó de daños en los rieles en la región, lo que afecta el tráfico de trenes que sirven a la periferia sur de Kiev.

Varios ataques también impactaron la ciudad de Lutsk, en el oeste de Ucrania, y la región de Ternópil.

El bombardeo hirió a cinco personas en Lutsk, alrededor de 150 kilómetros al norte de Lviv, donde se escucharon explosiones.

Este ataque con misiles contra Ucrania ocurre pocos días después de que el servicio de seguridad ucraniano realizara una serie de operaciones con drones en territorio ruso, que dañaron aeródromos y afectaron 41 aviones militares.

Además, el martes 3 de junio, Kiev ejecutó un atentado sobre el Puente de Kerch, única conexión directa entre Rusia y la península de Crimea, utilizando 1.100 kilogramos de explosivos colocados bajo el agua.

En medio de esta escalada del conflicto se mantiene la incertidumbre ante el aumento de las tensiones y el riesgo que representan los ataques consecutivos de ambos bandos.

Mientras tanto, continúan los esfuerzos diplomáticos para encontrar una salida pacífica al conflicto, considerando el peligro que enfrentan las poblaciones en las zonas afectadas.