
Exministro del Interior de Perú alerta que dos bandas brasileñas “más violentas que el Tren de Aragua” podrían llegar a Chile
Rubén Vargas estará el jueves en un seminario de seguridad organizado por la Cámara Nacional de Comercio, donde también participarán el ministro de Seguridad, Luis Cordero, y los candidatos presidenciales Carolina Tohá y Evelyn Matthei.

El exministro del Interior de Perú Rubén Vargas Céspedes ve varias similitudes entre la crisis de seguridad que está enfrentando su país y la de Chile. Primero, dice, ambos países eran “tierras vírgenes” para la proliferación de la llegada de bandas criminales extranjeras. No es que antes no hubiese agrupaciones criminales, pero las que llegaron, reflexiona, lo hicieron con “extrema violencia”, como lo hizo el Tren de Aragua, cambiando el escenario de seguridad. “Antes te hurtaban el celular, a veces hasta con maestría, pero ahora te matan por el celular”.
No solo eso. Además, tanto en Perú como en Chile las fronteras fueron permeables, lo que generó discusiones políticas que terminaron en “discursos populistas” sobre la migración.
Pese a que el paso de Vargas por el Ministerio del Interior solo duró 15 días debido a una polémica que se generó luego de que decidiera relevar a 18 generales para designar a un nuevo comandante general, el abogado tiene conocimiento de la crisis de seguridad que enfrenta no solo su país, sino que también lo que ocurre en los países de la región.
La exautoridad peruana, hoy presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA), estará en Chile este jueves para participar en el seminario de seguridad 2º Día Contra el Comercio Ilícito y el Crimen Organizado, organizado por la Cámara Nacional de Comercio (CNC), y que se desarrollará en el Hotel Intercontinental, en Las Condes. En ese simposio también participarán, en días distintos, el ministro de Seguridad, Luis Cordero, y los candidatos presidenciales Carolina Tohá y Evelyn Matthei.
Antes, atiende un contacto por Zoom para conversar con La Tercera sobre la crisis que enfrenta su país y sobre las bandas que están apoderándose del mercado ilícito, que podrían extender sus tentáculos a Chile. De hecho, dice que el Tren de Aragua ya no es la principal preocupación en su país. Ahora son dos bandas brasileñas, que ya estarían en nuestro país.

¿Desde hace cuándo que Perú está siendo azotado por una crisis de seguridad?
Por lo menos de hace tres años que el Perú está atravesando su mayor crisis de desborde criminal de toda su historia. Es una violencia criminal distinta a lo que pasamos en los 80 y en los 90, donde tuvimos dos grupos terroristas que pretendieron tomar el poder utilizando al terrorismo como principal método. Ahora es de naturaleza criminal, que nacen de estructuras criminales predatorias, urbanas, y también de las economías ilegales.
¿A qué cree usted que responde esta crisis? ¿Estos grupos criminales son transnacionales?
Hay una confluencia de factores. Es algo así como que se han presentado en el Perú esos elementos que configuran la tormenta perfecta. Por un lado, hay una fuerte demanda de los commodities que utiliza el mercado internacional ilegal. Me refiero a la cocaína. El oro ilegal también está con una fuerte presión de demanda por sus precios altos.
Entonces, el primer factor, digamos, que alimenta este desborde criminal es esa demanda y la actividad de las economías ilegales. Cálculos conservadores mencionan que aquí se movilizan 15 mil millones de dólares anuales como consecuencia de estas economías ilegales.
El segundo factor tiene que ver con este proceso migratorio como consecuencia de la crisis política y económica venezolana. Se ha observado desde el 2016, aprovechando esta estampida humana que salió de Venezuela, han ingresado también a nuestros territorios organizaciones criminales transnacionales. La más mediática, la más conocida, es el Tren de Aragua.
Pero no solamente es el Tren de Aragua, hay varias otras también. Y no solamente de Venezuela; por ejemplo, en el Perú tenemos a los Choneros, a los Tiguerones, a Los Lobos, que son de procedencia ecuatoriana. Y no solamente eso, sino desde mi punto de vista hay dos megaestructuras criminales que, si las comparamos con, por ejemplo, el Tren de Aragua son casi como pájaros fruteros, y estas dos megaestructuras criminales tienen su base de operaciones en Brasil. Y me refiero al Primer Comando Capital y al Comando Vermelho. Ambas estructuras criminales están muy interesadas en la cocaína y en el oro ilegal.
Chile también ha tenido que enfrentar al Tren de Aragua. ¿Cómo operó o cómo sigue operando esta banda allá?
El Tren de Aragua también ingresó vía terrestre y siguieron su recorrido por Colombia, Ecuador, y finalmente terminaron en Perú, y, claro, siguieron su recorrido llegando inclusive a Chile. En el caso peruano, ingresaron especializados en dos cosas. Primero, la trata de personas con fines de explotación sexual, y trata de personas principalmente de origen venezolano. Las extorsiones producidas por estas organizaciones transnacionales son extremadamente violentas. A sus víctimas los mutilan, los asesinan, los ametrallan, y esos hechos los ponen en las redes y generan muchísimo temor en la población.
¿Cuáles cree usted que serían los principales errores que cometió Perú y que no debería cometer Chile en el combate contra el Tren de Aragua?
Yo diría tres cosas. Uno, tienen que trabajar en una estrategia clara contra el crimen urbano y contra el crimen transnacional entre la policía especializada y el Ministerio Público. Es importantísimo para que la acción penal esté clara y termine en casos de investigación con sentencias condenatorias.
Dos, tener un marco legislativo lo suficientemente sólido para enfrentar estas estructuras criminales transnacionales que tienen modalidades nuevas. Y cuidarse muchísimo del populismo penal en la aprobación de leyes.
Finalmente, yo diría que sería importante que el gobierno evalúe la situación de sus establecimientos penitenciarios. Las megastructuras criminales han nacido dentro de los establecimientos penales. El Tren de Aragua ha nacido en un penal.
Las estructuras criminales brasileñas han nacido en penales en establecimientos penitenciarios, igual los ecuatorianos. Acá en Perú se está cometiendo el error de mezclarlos en los penales asignados que tenemos, y eso es una bomba de tiempo. Estamos en cuenta regresiva en Perú. Ojalá que en Chile tengan la capacidad como para poder separarlos y no cometer el error que cometió Ecuador, que probablemente cometamos nosotros.

¿Usted cree que entre los países latinoamericanos hay algún tipo de coordinación para enfrentar lo que es el crimen transnacional o cada país actúa por su propia cuenta?
El crimen organizado transnacional ha convertido nuestras fronteras en autopistas liberadas. El crimen organizado circula con mucha facilidad e impunidad. En estos días hay un debate acá en Perú también porque tenemos a un personaje conocido como “El Monstruo”, que es el cabecilla de una organización criminal que tiene secuestrada la zona norte del Perú con extorsiones y que se fugó primero a Bolivia, después a Paraguay y luego ahora está en Brasil.
Entonces, las fronteras para las estructuras criminales transnacionales no existen. Y si no tenemos políticas claras a nivel regional, vamos a tener un serio problema porque estamos enfrentando enemigos globales. Lamentablemente, nuestros gobernantes no están haciendo el esfuerzo para tener niveles operativos. Estamos enfrentando a un Tren de Aragua que tiene un recorrido por toda la región. Nuestros gobiernos deberían hacer el esfuerzo, más allá de criterios ideológicos y políticos, pero estamos enfrentando una ola criminal en toda la región.
E insisto en que estas dos megaestructuras criminales brasileñas están entrando al Perú y eso va a cambiar el mapa del narcotráfico. Va a cambiar todo. Y necesitamos trabajar con todos los países involucrados. Yo sostengo también que Chile está ya contaminado con algo de esta estructura criminal brasileña.
¿Cree que estas dos megaestructuras criminales brasileñas de las que me habla podrían llegar a Chile?
Brasil está dominado por estas dos estructuras criminales. El negocio de los cigarrillos desde Paraguay está controlado claramente por el Primer Comando de Capital. La pregunta es, ¿Chile tiene cigarrillos provenientes de Paraguay? Creo que sí. Y creo que ahí tienen algún tentáculo de esta estructura criminal. Están en Bolivia y yo digo que también están en Chile. Van ingresando poco a poco y una característica del Primer Comando Capital es que son bastante territoriales. Extremadamente violentos y suelen controlar de manera directa o a través de cadenas de suministro. De las economías ilegales en todo el círculo, controlan ellos toda la cadena de suministro.
¿Son más peligrosos que el Tren de Aragua?
Es como si el Tren de Aragua fuera una barra brava y el Primer Comando Capital fuera una estructura criminal. No hay punto de comparación. Es una estructura jerárquica, bien disciplinada, bien capacitada y tienen modalidades delictivas que realmente asustan.
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