Por María José Halabi“Fue una locura”: joven chileno que estuvo dos semanas detenido en EE.UU. fue liberado y arribó a Santiago
Domingo Ballas, un joven chileno de 19 años, fue trasladado a la controvertida cárcel Alligator Alcatraz, centro para migrantes que se encuentra rodeado de cocodrilos, serpientes y kilómetros de pantanos.

Este sábado, las autoridades de Estados Unidos liberaron a Domingo Ballas, un joven chileno de 19 años que estuvo detenido por dos semanas en este país. Recién este domingo 23 el joven llegó al Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago, de la Región Metropolitana.
Ballas se encontraba en EE.UU. con una beca deportiva en Orlando, Florida, y fue arrestado el pasado 8 de noviembre tras ser sorprendido tomando cerveza en la calle junto a un amigo.
Si bien a su acompañante lo dejaron en libertad, Domingo Ballas fue trasladado hasta Orange County Jail, un centro correccional del Condado de Orange.
Uno de los motivos del arresto fue porque el joven decidió cambiar su beca deportiva por otra, por lo que su situación migratoria se encontraría “en suspenso” por el cambio de visa.
Ballas estuvo en ese penal alrededor de cinco días, para luego ser nuevamente desplazado el 13 de noviembre al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) de Orlando.
Luego el joven llegó a la cárcel para migrantes que está ubicada en Miami, “Alligator Alcatraz”, un controvertido centro que está rodeado por una geografía implacable: caimanes, cocodrilos, serpientes y kilómetros de pantano sin caminos ni rutas de escape.
Finalmente, Ballas terminó en el Centro de Procesamiento Krome para luego ser liberado.
Domingo Ballas: “Fue una locura”
Al llegar al aeropuerto, Ballas señaló que “la cárcel es una locura. Habían jaulas, te tienen ahí encerrado, te dan comida tres veces al día, a partir de las cinco y media de la mañana (...) fue una locura, una experiencia inolvidable”.
Respecto a la gente que estaba en la misma cárcel, Domingo Ballas comentó que “había gente de todo tipo, también gente que la habían agarrado por cosas que nada que ver”.
Sobre el problema que tuvo con su visa, el joven explicó que “me trasladé a una universidad y hubo un error. Se suponía que la universidad me iba a cambiar la visa y no lo hizo”.
Por su lado, la madre de Ballas, Francisca de la Barra, informó que “él no sabía en lo que estaba, no le informaban nada. No había traductores, no había nada”.
“Mi hijo fue a estudiar. Lo bueno es que conoció a mucha gente buena que lo ayudó. Ojalá todo se calme y que las cosas se haga bien en Estados Unidos”, subrayó.
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