
Seguridad, Metro e incendios forestales: las incursiones cotidianas de la inteligencia artificial en Chile
Desde cámaras que detectan fuego en minutos hasta sistemas que ayudan a procesar causas judiciales o a reconstruir la memoria histórica, la IA se ha instalado en diversos ámbitos del país. Aunque su uso se expande en instituciones públicas, empresas y universidades, los expertos advierten que Chile aún debe fortalecer su inversión, formación y articulación tecnológica para consolidarse como un referente regional en esta materia.

Un algoritmo que ve, aprende y agiliza. La inteligencia artificial (IA) se ha expandido en una infinidad de aplicaciones que hoy en día incluso se utilizan sin saber que están allí. Existen en todo tipo de funciones, desde prevenir la proliferación de incendios forestales hasta agilizar procesos judiciales y mejorar la seguridad en el transporte público. También como apoyo en situaciones de violencia intrafamiliar y en prácticas de memoria.
Para Rodrigo Durán, gerente del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), este potencial de aplicaciones que se ven en el funcionamiento de distintas instituciones no es que sea signo de que nuestro país sea líder en esta materia. “Lo que sí tiene son oportunidades valiosas, derivadas de una comunidad académica muy robusta y de un ecosistema emprendedor dinámico. Más que avances específicos en IA, Chile cuenta con factores habilitantes que abren la posibilidad de transformarse en un actor relevante si logra articularlos estratégicamente”.
Por ejemplo, el verano y las altas temperaturas han hecho que la amenaza de incendios forestales se haga cada vez más presente. Para esto, Freddy Rojas, encargado de Protección Contra Incendios de Arauco, comenta que la empresa cuenta con un sistema de casi 200 cámaras con IA que son capaces de diferenciar humo de nubosidad o polvo, y al mismo tiempo se “comunican” entre ellas para georreferenciar el foco de un potencial siniestro.
“Eso nos permite bajar a prácticamente dos minutos la detección de incendios con el uso de IA”, explica Rojas. El sistema, según detalla, funciona en coordinación con otras empresas forestales y Conaf (ahora Sernafor) para gestionar de manera conjunta un posible foco de incendio.

Además, trabajan con satélites que tienen algoritmos de IA para predecir hacia dónde se podría dirigir una columna de fuego cuando se desencadena un siniestro. “En cinco minutos nosotros sabemos hacia dónde va a ir el incendio en las próximas doce horas”. Este algoritmo es constantemente alimentado con datos del comportamiento del fuego en otros escenarios, como los incendios forestales ocurridos recientemente en Grecia.
Pero a la hora de procesar historia, la IA también puede operar para agilizar el proceso de la información obtenida hasta ahora. Jocelyn Dunstan, doctora en Matemáticas Aplicadas e investigadora del Instituto Milenio Fundamento de los Datos, dirige un proyecto llamado “Nuestra MemorIA” en colaboración con la Vicaría de la Solidaridad y el Museo de la Memoria. Mediante procesos de minería de lenguaje y aprendizaje de máquinas, ingresan información recabada sobre juicios, testimonios de víctimas, victimarios, torturas y desaparecidos durante la dictadura para crear “grafos”, o mapas conceptuales, que pueden relacionar y analizar los miles de datos que hasta ahora han podido ser recopilados.

“Imagina el caso de una persona, que tiene cuatro mil páginas: para la IA es más fácil leer los archivos y encontrar, por ejemplo, contradicciones”, detalla Dunstan. Con esto, la investigadora agrega que se puede hacer una especie de “ChatGPT” a partir de los expedientes disponibles. “Colaboramos con gente que hace estos mismos procesos con las dictaduras latinoamericanas –México, Argentina y Uruguay–, porque ellos tienen los mismos desafíos”, agrega.
La IA, en todo caso, también ha llegado al ámbito judicial: el Ministerio Público tuvo el interés de incorporarla en los procesos investigativos como respuesta al aumento sostenido en el ingreso de causas, la creciente complejidad de las investigaciones y la aparición de nuevos fenómenos criminales. Así es como junto con la U. de Chile elaboraron una herramienta a la que llamaron “Fiscal HeredIA”.
Ana María Morales, gerenta de la División de Estudios de la Fiscalía Nacional, explica que todo partió hace cuatro años, cuando comenzaron a utilizar modelos de optimización para detectar redes criminales en delitos contra la propiedad.
“Desde noviembre de 2024 la herramienta comenzó su despliegue a nivel nacional y actualmente cuenta con cerca de 400 usuarios activos”, detalla Morales. Desde la Fiscalía reconocen también que esto ha sido un apoyo en el análisis y vinculación de causas con alto volumen de ingresos. Además les ha ayudado a fortalecer la revisión de investigaciones complejas en diversas áreas delictuales, y ha reducido el tiempo de lectura y procesamiento de antecedentes. Junto con eso, esta tecnología ha logrado que se pueda identificar y agrupar la información relevante, que podría pasar inadvertida en una revisión manual.

HeredIA ha sido de mucho apoyo, según reconocen, en investigaciones sobre persecución de prófugos, estafas masivas por internet o explotación sexual de menores. Morales remarca que “todos los productos generados parcial o totalmente mediante IA son revisados y validados por funcionarios especializados y no constituyen prueba por sí mismos ni se incorporan directamente en las carpetas investigativas, sino que son un apoyo para que un operador tome una decisión, o respalde dicha decisión con otros antecedentes probatorios”.
En temas de seguridad, el Metro de Santiago ha confiado en la IA para mejorar sus capacidades. Según comentan desde la empresa, el interés surgió como parte del Plan de Seguridad en 2022. En ese contexto integraron herramientas de inteligencia artificial en sus cámaras de vigilancia para mejorar la detección automática de evasiones, comercio ilegal y conductas sospechosas. La empresa apostó por la incorporación de esta tecnología para mejorar la capacidad de detección, la calidad de la información y la velocidad de reacción ante incidentes.
La implementación del sistema de videoanalítica comenzó en 2024, programado con modelos basados en bibliotecas de código abierto y aprendizaje automático. Actualmente se utiliza en más 20 estaciones de la red y los primeros resultados, según destacan desde Metro, apuntan a que es posible generar alertas en tiempo real por evasiones, comercio ilegal y robos; además de tener una reacción coordinada inmediata con el personal de seguridad entrenado.

Este tipo de registro no realiza reconocimiento facial ni almacena datos biométricos. “La IA tiene que entrenarse, concebirse, desarrollarse y ponerse a disposición en un marco de respeto irrestricto por los derechos humanos. Lo natural es mantener los protocolos que ya existen para el control de acceso y violación de privacidad del marco jurídico actual. Si se quiere ir más allá se debe someter a una discusión democrática en el Congreso”, dice Durán al respecto.
Por otra parte, el Ministerio de la Mujer junto al Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género habilitaron una cuenta automatizada de WhatsApp que puede brindar información y ayuda a personas que se encuentren en situaciones de violencia de género. El desarrollo, guiado por el Laboratorio de Gobierno y realizado en conjunto por Facebook y Genesys Cloud, incorpora un bot con IA que permite administrar múltiples conversaciones y determinar si deben ser derivadas a las asistentes especializadas.
Según informan desde SernamEG, de enero a septiembre de 2025 van 11.186 ejemplos, y se realiza una atención profesional, para luego gestionar derivaciones a los centros, de estimarse pertinente.

Por último, la Universidad San Sebastián (USS) desarrolló una herramienta de realidad virtual que utiliza IA generativa para mejorar las prácticas de simulación clínica. En un escenario de alta complejidad, como la atención a un paciente con dificultad respiratoria que requiere reanimación, los estudiantes y profesionales pueden entrenar tanto sus habilidades médicas como su capacidad de análisis posterior mediante avatares inteligentes que simulan conversaciones y entregan retroalimentación en tiempo real.
El sistema, creado por el área de Simulación e Innovación de la USS y liderado por Andrés Díaz Guio, combina realidad virtual, cognición compleja y modelos mentales multidimensionales, lo que permite que los avatares tengan comportamientos y perspectivas propias.
Y aunque en los últimos años ha aparecido un sinnúmero de iniciativas como las aquí descritas que utilizan IA para mejorar y optimizar diversos procesos, Durán pone paños fríos y observa que Chile tiene un gran potencial de adopción, pero todavía subutilizado, especialmente en el sector público y privado.
“En Chile, más allá de la Política Nacional de Inteligencia Artificial, algunos fondos destinados a investigación y las iniciativas de Corfo en supercómputo, no se han producido avances relevantes. Si el país quiere mantener el liderazgo regional que refleja el Índice Latinoamericano de IA (ILIA 2025) y mejorar sus capacidades reales, debe redoblar sus esfuerzos en inversión, formación y adopción tecnológica”, dice.
En tal sentido, desde el Cenia están impulsando la plataforma “Hazlo con IA”, que busca capacitar a 70 mil trabajadores en el uso de IA generativa para mejorar la productividad y optimizar tareas asociadas a innumerables ocupaciones.
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