Carolina Tohá: "El movimiento estudiantil aún actúa desde la desconfianza"

La edil evalúa el escenario de los colegios en toma de la comuna, que sumaban tres de los 44, y aclara las nuevas exigencias tras lo ocurrido en el Liceo de Aplicación.




"Estamos preocupados... y muy ocupados. Este es un momento decisivo dentro de la agenda de reformas, y tenemos un movimiento estudiantil que aún actúa desde la desconfianza", dice la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.

No fue una semana fácil para la edil, al menos en lo que a educación se refiere. El viernes su molestia era evidente, luego de que el municipio denunciara "graves y millonarios" daños en el inmueble del Liceo de Aplicación, tras la última toma -de siete días- que protagonizaron sus estudiantes. Las palabras de Tohá fueron claras: "Lo que allí pasó es desolador y repudiable (...) un autoatentado a la causa que ellos dicen defender".

De los 44 liceos municipales de la comuna (que albergan a cerca de 34 mil alumnos), tres llegaron a este fin de semana en toma: Liceo 1, Instituto Nacional y Teresa Prats.

"Los liceos de esta comuna tienen mucha tensión acumulada y un enorme retraso educacional. Más de la mitad no tiene JEC (Jornada Escolar Completa). Y las administraciones anteriores (del municipio) nunca tomaron medidas. Hay que cambiar este clima", sostiene.

En 2012, usted dijo que el entonces alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, tenía "gran parte de la responsabilidad" en las tomas de colegios, producto de su "mal manejo" con los estudiantes. ¿Se arrepiente de esas críticas?

Las mantengo y, de hecho, las he profundizado. Aquí, en el municipio hay cosas en educación que se hicieron mal o sencillamente no se hicieron. Dejó de entenderse lo que pasaba en los colegios y se perdió la capacidad de escuchar a los principales involucrados, que son los alumnos. Hoy, la relación que tenemos con los estudiantes es diametralmente opuesta. Hemos reconocido las comunidades estudiantiles y el poder resolutivo de sus consejos. Tenemos departamentos en contacto directo con ellos y hay agendas de trabajo acordadas.

Pero las tomas siguen. ¿Cuál es, entonces, el problema?

Hay acumulada una carga de frustración y desconfianza gigantesca. Pero siempre es necesario un movimiento estudiantil activo. Y hoy tiene las puertas abiertas.

¿Se ha defendido -o difundido- bien la reforma educacional entre los estudiantes? En todas las tomas se la tilda de insuficiente. 

Es muy difícil defender una reforma que aún no es comunicada en su totalidad. El gobierno se ha dado plazos y esta semana ya se presentó un avance, con la agenda corta. Nosotros actuamos para que el ministro escuchara las demandas de las comunidades escolares y de sus representantes, y así fue que se reunieron. Eso es un tremendo avance, porque el ministro pudo escuchar el resultado de los claustros.

Usted ha exigido que las tomas de los colegios sean votadas. Tras lo del L. de Aplicación, ¿aumentarán los requisitos del protocolo?

Sí, hay nuevas exigencias. Una de ellas es que todos los días la autoridad del colegio recorra el establecimiento para saber si hay daño. Y si es así, hay que bajar la toma. Lo segundo es que los responsables y dirigentes estudiantiles tengan un registro de entradas y salidas del colegio. Que se sepa con nombre y apellido quién entra al lugar. Porque ahí (L. de A.) se cometieron delitos graves que pueden tener penas privativas de libertad. Y la manera de controlar esto con adultos responsables no ha sido suficiente, así que ahora habrá un registro.

En esta comuna se ubican muchos de los llamados liceos "emblemáticos". ¿Ellos son la prioridad para las mejoras?

Para nosotros, todos los colegios valen lo mismo, y tenemos algunos que necesitan recursos con urgencia. Por ejemplo, el Liceo Cervantes y el Liceo Amunátegui derechamente deben reponer su establecimiento. Pero se han hecho muchas otras cosas. Este año la matrícula creció. Desde el verano a la fecha se han invertido cerca de $ 1.000 millones en infraestructura y se hicieron claustros escolares en 42 de los 44 colegios. Hay espacios.

¿Le dolió tener que desalojar, hace un par de semanas, el Instituto Nacional?

Me impresiona la inquietud generada en torno a este colegio y lo poco que, al parecer, se mira la realidad de otros liceos. Se deben respetar los marcos acordados. Si las comunidades pasan a llevar los acuerdos, somos inflexibles. Sólo reitero que las tomas no son excusas para generar maltrato, violencia ni destrozos.

¿Cómo va la elección del nuevo rector para este establecimiento? 

El año pasado, la Alta Dirección Pública no logró conformar una terna, así que declaró desierto el concurso. Se convocó a un segundo concurso y se está desarrollando por estos días, obviamente con un panorama muy poco alentador para invitar a personas a concursar. Debido a este clima, entiendo que se extendió el proceso en dos semanas. Si es exitoso, tendríamos resultados en agosto.

¿Pueden este y otros liceos emblemáticos convertirse en mixtos?

Pueden. Y yo soy muy partidaria de eso. El año pasado se conversó este tema y no tuvo mucha acogida, como que les dio un poco de nervio. La dinámica de algunos colegios públicos segregados va en franca extinción en el resto de la educación, que apunta justamente a la integración y a una sociedad más compartida. El establecimiento puede decidir ser mixto.

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