Citroën se encuentra celebrando los 40 años de la creación del SM, uno de los deportivos favoritos en la década del setenta. Además de su sofisticación y lujo, destacó por equipar un motor Maserati, con el que conseguía una velocidad punta de 220 km/h.

El SM contaba, además, con suspensión hidroneumática, frenos servoasistidos inboard, luces con iluminación en curva y carrocería en aluminio. Sobresalió también por ser uno de los primeros vehículos en incluir un desmultiplicador variable de la dirección, que le permitía tener distintas direcciones según la velocidad a la que se desplazara.

El modelo fue presentado en el Salón de Ginebra en 1970 y se comercializó hasta 1975, alcanzando a vender 12.920 ejemplares.