En un 70% aumentan los conflictos de padres separados por vacaciones de los hijos
Abogados y tribunales de justicia acogen mayores demandas de parejas divorciadas cuando asoma la temporada estival.

En enero de 2008 Joaquín salió con su hija Constanza de vacaciones, cuando la pequeña acababa de cumplir cinco años. Él se había separado recién de la madre de la Coni y, aunque no habían firmado el divorcio, acordaron que la niña podía salir con él dos semanas.
Cuando la pareja se divorció legalmente resolvió que Joaquín podría vacacionar con su hija una semana en enero y otra en febrero. Luego todo cambió: ella decidió que su hija no saldría con su padre, porque es muy pequeña. Joaquín demandó.
Casos como este aumentan considerablemente en esta época del año. "Veo a mi hijos cada 15 días y merezco pasar mis vacaciones con ellos", cuenta Julián, otro padre separado. Es por esto que los papás recurren a abogados y tribunales buscando tener parte de la temporada estival a sus hijos con ellos. Según especialistas, estos casos crecen en un 70%.
PONER LAS REGLAS
Las situaciones que anteceden las disputas son variadas. María Elena Ortiz, jueza del Tribunal de Familia de Curicó, explica que cuando la pareja se divorcia, debería acordar el "régimen ordinario de comunicación", donde se incluyen las visitas y las vacaciones. A pesar de esto, las demandas por este tema aumentan en esta época, porque hay papás que quieren cambiar el acuerdo original o porque una de las partes no lo cumple.
"Las consultas por este tipo de casos pueden aumentar hasta un 70% en relación a otros meses del año", dice Porzia Sprovera, abogada especialista en derecho de familia. La jueza María Elena Ortiz se suma a esta tesis y la fundamenta en que los hijos crecen y empiezan a tener más opinión sobre el tema. "Los hijos les van pidiendo a sus padres la ampliación de este régimen comunicacional en cuanto a las vacaciones, por ejemplo, y esto se traduce en que quieren estar más tiempo con uno. A partir de esa petición de sus hijos, los padres demandan", comenta.
PROBLEMA QUE SE REPITE
Julio tiene un hijo de cinco años: Bastián. Desde que tiene cinco meses ha iniciado juicios por el conflicto que provocan las vacaciones y las fiestas. A pesar de que cuando se divorció de su ex mujer acordaron que el niño pasaría un tiempo con la madre y otro con el padre en vacaciones, ella no ha respetado el acuerdo. Después de cada Navidad que Bastián pasa sólo con su madre, Julio recurre a tribunales y usualmente le dan un día de reparo para estar en su hijo. Y lo mismo sucede con las vacaciones, porque los papás tienen todas las de perder. "Si una madre no cumple el acuerdo, aunque el padre dé cuenta de que no se cumplió, las vacaciones en ese momento ya se perdieron", asegura Daniela Horvitz, abogada de familia.
La disputa por los hijos en vacaciones es un problema que se da casi en la totalidad de las ex parejas que tienen conflicto por el régimen de visitas. "En las ex parejas que tienen conflictos con visitas las vacaciones son un gran tema en un 90%", asegura Horvitz. Lo mismo opina Mónica Jottar, abogada de familia: "Lo ideal es el principio de la colaboración de las partes. Hay muchos detalles, como las vacaciones, que es mejor conseguir por acuerdo que en tribunales".
EL MANEJO DEL PROBLEMA ES CLAVE
"Lo que más dificulta el desarrollo de los niños o lo que mayores consecuencias tiene para adelante no es el que los papás vivan separados, sino cómo se enfrentan los conflictos o la conducta que tienen los padres antes, durante o después del divorcio", explica la sicóloga Claudia Cáceres, vicepresidenta del Instituto Chileno de Terapia Familiar. Un mal manejo del conflicto puede confundir al hijo, pues el niño no tendrá claro dónde, con quién o cómo pasará sus vacaciones. Los niños, independiente de su edad, necesitan prepararse y tener expectativas reales. Si bien es imposible una relación sin conflictos, se debe procurar mantenerlos en el límite de lo razonable. "Uno en que los niños no sientan temor o angustia. Que no tengan fantasías de que, por ejemplo, podría ser agredida la madre cuando no es así. En el fondo, el límite está en el efecto que tiene el manejo del conflicto en el hijo", especifica Cáceres. Es importante tener presente que la forma de resolución del conflicto tendrá impacto en la forma que el hijo desarrollará para enfrentar los problemas.
LAS VACACIONES PODRÍAN GENERAR ESTRÉS EN HIJOS
Las discusiones constantes de los padres, sumado al cambio continuo de planes, pueden provocarles inseguridad y tensión.
Acuerdos: Ideal es establecer, como parte del proceso de divorcio, cómo se vivirán las fechas importantes. Esto servirá de guía en el futuro.
Ambivalencia: Cuando las vacaciones son fuente de conflictos para los padres, los niños lo perciben, por eso estas fechas no se disfrutan plenamente.
Flexibilidad: Al crecer las necesidades y actividades sociales varían y es importante conocerlas para reacomodar los acuerdos de los padres.
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