Histórico

La ciencia revela cómo es el piropo perfecto

Un estudio señala que aspectos como la creatividad y la inteligencia pueden proporcionar éxito en la conquista, y los hombres han evolucionado "coqueteando" como una manera de mostrar sus dotes.

piropo

"Tanta carne y yo sin dientes", o "Tantas curvas y yo sin freno", son parte, queramos o no, de la cultura popular del piropo callejero. Pero el fenómeno, criticado por lo demás, no sólo es propio de Chile, sino también de un país tan lejano y con costumbres tan distintas como China.

Fue allí donde un grupo de científicos decidió analizar la mejor forma en que un hombre puede cortejar a una mujer, considerando le situación desesperada de los solteros chinos: para 2020 se calcula que habrá 30 millones más de hombres que mujeres en busca de pareja, todo como consecuencia de la política del gobierno de "un solo hijo", eliminada en 2015.

El estudio, publicado en Nature con el título "Las mujeres prefieren a hombres que utilizan el lenguaje metafórico al realizar cumplidos en un contexto romántico", señala que frases directas y simples como las antes mencionadas no tienen el mismo efecto que quienes se esfuerzan por utilizar la metáfora como método de conquista.

El documento afirma que en una situación de cortejo, donde los elogios sirven como una "exhibición sexual", las mujeres muestran una preferencia por las metáforas, particularmente las novelas. Vale decir, ellas prefieren la sutileza y la creatividad, aspectos clave para un piropo exitoso.

Además de las metáforas, ellas aprecian los halagos sobre su ingenio, inteligencia y su apariencia física. También la encuesta reveló la importancia de destacar su instinto de amistad y respeto.

La investigación, realizada en 124 mujeres chinas universitarias, es uno de los primeros que entregan evidencias de los gustos de la mujer en este sentido. Esto, considerando que también debe existir otro lenguaje complementario, como la apariencia.

Asimismo, la investigación sugiere que el lenguaje, la música y el humor no son sólo efectos secundarios de las adaptaciones biológicas sino que cambian a través de la selección sexual. De ello se desprende que los hombres han evolucionado utilizando los halagos -o piropos- como una forma de mostrar su inteligencia y creatividad, aspectos preferidos por las mujeres, según varios estudios.

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