Loaiza y Tamayo son hijos del talento
La collera valdiviana se quedó con el 66º Campeonato Nacional de Rodeo, superando a los campeones defensores.

Todo parece fácil cuando a Juan Carlos Loaiza y Eduardo Tamayo les sueltan el toro. Arreo perfecto, atajadas precisas. La dupla del criadero Santa Isabel ganó ayer el 66º Campeonato Nacional de Rodeo, en Rancagua, en una jornada que terminó siendo histórica.
Los de Valdivia, en la monta de Dulzura y Delicada, completaron los cuatro animales con 38 puntos, tres más que sus más cercanos rivales, los campeones de 2013, Gustavo Valdebenito y Luis Fernando Corvalán, que con Compadre y Quitralco debieron conformarse con ser segundos, al sumar 35. Terceros remataron Fernando Alcalde y José Fernando Quezada, en Maitencillo y Precio Mío, con 30 unidades
La jornada fue llena de emociones. Dos colleras llegaban al cuarto y último animal con las mayores posibilidades, la de Santa Isabel y la de Peleco.
En el último toro, los valdivianos, que sumaban 31 puntos, en gran parte gracias a la única carrera perfecta de la Serie de Campeones, en el tercer animal, perdían la primera atajada, la yegua entraba derecha y estaban obligados a mejorar para pensar en el título.
Pero Loaiza y Tamayo sabían que las montas tenían poco tiempo y con poca experiencia. Se la jugaron por paradas de tres puntos y ambas fueron válidas. Con 38 en el acumulado, se ponían a esperar lo que hicieran los campeones reinantes.
Los de Peleco, por ser monarcas, eran los últimos. Partían con 30 unidades y la primera atajada tampoco se la pagaban, después se anotaban una de tres puntos y se jugaban el título en la última. Con una de tres empataban; con cuatro, repetirían la gloria. Nada de eso pasó, el huacho caprichosamente se cayó y Valdebenito y Corvalán perdían su opción.
Los records
Para la dupla de campeones, la de ayer era una jornada doblemente especial. "Lalo" Tamayo logró su séptima corona, alcanzando al legendario Ramón Cardemil.
"Aunque he ganado muchas veces, esto sigue siendo emocionante, como la primera vez. No esperábamos el triunfo porque había muy buenas parejas y a nuestras yeguas las llevamos jugando apenas dos años, se están recién afirmando. Se portaron muy bien", dijo Tamayo.
Por su parte, Loaiza celebró su noveno título, afianzándole como el máximo ganador de la historia del Champion. "Es cada vez más difícil, fue una sorpresa muy agradable. Cada triunfo es especial, uno no se acostumbra nunca y espero que yo no me acostumbre. A éste lo hizo especial el hecho que sean yeguas nuevas, es la primera pareja originada a través de transferencia embrionaria. Son las dos hijas del recién fallecido Talento, así que es muy especial para mí", afirmó.
Lo cierto es que el talento sobraba ayer en los campeones.
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