A los ya conocidos cuestionamientos que han surgido en los últimos años sobre los efectos a la salud que tendría la radiación electromagnética de las antenas de celulares, hoy se agrega una nueva inquietud: las consecuencias que provocaría el uso constante de las frazadas eléctricas.

Este artefacto doméstico, de gran uso en época invernal, a pesar que genera una radiación electromagnética débil, de igual manera afectaría el cuerpo humano, según indica el doctor Andrei Tchernitchin, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e integrante de la Rama de Medio Ambiente de la Sociedad Chilena de Pediatría.

Esto, debido al grado de cercanía extremo que se tiene con este artefacto, pues al estar instalado dentro de la cama  -y muchas veces en funcionamiento mientras estamos en ella-, el campo electromagnético podría eventualmente provocar daños a la salud.  Incluso, se habla de los problemas que tendrían los hijos de madres que durante el embarazo hayan usado estas frazadas eléctricas frecuentemente . 

Tchernitchin , autor de los "Efectos de la Radiación Electromagnética sobre la Salud", indica que aunque el grado de exposición influye mucho en los efectos que puedan tener los artefactos electrodomésticos,  el tema no es una alarma infundada y que las precauciones deben aplicarse desde ya.

Por ello, expertos recomiendan que el uso debe ser moderado y, por ejemplo, no utilizar esta frazada para dormir, sino que calentar la cama antes y luego apagarla.

En definitiva, los campos electromagnéticos -dependiendo de los grados de exposición-  "están relacionados con una mayor incidencia de diversas formas de cáncer, entre éstas, leucemia, tumores cerebrales, cáncer de mama", se indica en el artículo del doctor Andrei Tchernitchin.