El Presidente ruso, Dmitri Medvedev, felicitó hoy a su par estadounidense, Barack Obama, por su decisión de renunciar al proyecto del escudo antimisiles con bases en Polonia y República Checa. Medvedev declaró hoy que fue una "decisión sensata".

El anuncio de Obama fue realizado el jueves pasado.

El Mandatario ruso, quien se reunió con Obama hoy en Nueva York, dijo que un nuevo tratado START sobre la reducción de armas nucleares podría ser alcanzado a fin de año y que "se está trabajando" para alcanzar un resultado positivo.

Agregó que "los coloquios tuvieron un buen punto de partida, que permite esperar que nuestros equipos estén en condiciones de alcanzar el objetivo y producir un documento en el momento justo, esto es hacia diciembre".

El viejo acuerdo Start vencerá en diciembre. Estados Unidos y Rusia comenzaron negociaciones en abril para alcanzar un nuevo acuerdo, con una posterior reducción de los arsenales.

Este diálogo mostró además una mayor cercanía entre la posición estadounidense y la rusa en el tema de posibles sanciones a Irán en el caso de que las conversaciones programadas para octubre con Teherán no tenga resultados satisfactorios.

Durante la reunión Obama y Medvedev, el Presidente norteamericano dijo que si Irán no responde en un modo positivo  durante las próximas negociaciones "la de fortísimas nuevas sanciones es una posibilidad cierta".

El Mandatario ruso observó, por su parte, que "las sanciones raramente llevan a resultados productivos" pero, agregó, que "en  algunos casos las mismas son inevitables".

Medvedev puntualizó asimismo que la comunidad mundial debería  ofrecer incentivos a Teherán para ayudar a funcionarios iraníes  a "tomar la decisión justa".

Funcionarios de la Casa Blanca tomaron con satisfacción este aparente cambio de rumbo por parte de Moscú. Uno de ellos, Michael McFaul, habló de un "importante cambio de posición" de Rusia. "Hasta hace poco tiempo teníamos definiciones divergentes con Moscú, sobre la amenaza iraní y nuestros objetivos  estratégicos", dijo McFaul.

Por último, el funcionario estadounidense admitió que la reciente decisión de EEUU sobre el escudo antimisil podría ser el origen del "nuevo clima" entre las relaciones entre Washington y Moscú.