Charlton Heston, uno de los últimos leones del Viejo Hollywood, fue recordado este sábado, durante su funeral, como un patriota, un religioso devoto y una figura imponente tanto en su política como en la pantalla grande.

Heston falleció el 5 de abril a los 84 años en su casa de Beverly Hills, acompañado de su esposa, Lydia, luego de una larga lucha contra el Mal de Alzheimer.

El servicio religioso fue realizado en la Parroquia Episcopal de St. Matthews, una iglesia ubicada en un cañón boscoso sobre Pacific Palisades.

"Charlton se sentaba todas las mañanas de domingo justo allí", dijo el pastor Michael Scott Seiler, señalando una banca del frente en la iglesia de madera de estilo modernista con las bancas acomodadas en forma de media luna.

Aproximadamente 300 personas asistieron al funeral, incluidos familiares, políticos y actores.

Una frágil Nancy Reagan ingresó a la iglesia del brazo del actor Tom Selleck. Luego de la ceremonia de casi dos horas de duración, Reagan salió acompañada del gobernador de California Arnold Schwarzenegger y de Selleck.

También asistieron a la ceremonia los actores Olivia DeHavilland, Keith Carradine y Pat Boone, así como los directores Oliver Stone y Rob Reiner.

La primera parte de la ceremonia estuvo dedicada a recuerdos de Heston. Su hija, Holly Heston Rochell, recordó el amor de su padre por la poesía y recitó escritos de Shakespeare y Tennyson.

Su hermano, Fraser Clarke Heston, narró recuerdos sobre las hazañas de su padre en su campo de tenis, donde jugaba todos los domingos con amigos.

Habló sobre la devoción de su padre por Estados Unidos y dijo que él "amaba a su país".

"Nunca conocí a un hombre más bueno; nunca conoceré a un hombre más bueno", agregó.

Heston fue uno de los actores más taquilleros de las décadas de entre 1950 y 1970, interpretando frecuentemente personajes históricos o a hombres comunes en situaciones heroicas.

Entre sus papeles notables estuvo el de Marco Antonio en las cintas "Julio César" y en "Antonio y Cleopatra". Interpretó a Miguel Angel en "La agonía y el éxtasis"; a Juan el Bautista en "La más grande historia jamás contada"; y a un astronauta en el "Planeta de los simios".

En años recientes, Heston fue más conocido por sus políticas conservadoras y su posición con respecto al derecho de poseer armas. Fue líder de la Asociación Nacional de Armas.