Marcela (38) es ingeniera. Pero ni su belleza, ni el MBA que tenía en el cuerpo, le daba la seguridad necesaria para hacerse respetar en su trabajo. Decidida a cambiar, recurrió a una asesoría de imagen: le ayudaron a escoger desde el perfume hasta la forma de vestir, pasando por cómo posar en una foto y lidiar con personas agresivas. Actualmente ocupa un alto cargo ejecutivo. "Sin la asesoría, creo que no podía haber desempeñado el cargo que hoy tengo", afirma.

Aunque el concepto de "fashion emergency" es conocido por los programas de televisión, cada vez son más los chilenos que deciden invertir en un cambio de imagen. Las empresas que realizan este trabajo se han multiplicado en los últimos tres años. Versátima es una de ellas y fue creada el año pasado. Sus clientas son, en su mayoría, mujeres profesionales de entre 30 y 40 años, que quieren vestirse a la moda, pero conservando un estilo propio o simplemente se han aburrido de la forma en que se visten.

Para lograrlo, les hacen una asesoría de vestuario, clases de automaquillaje, les ayudan a organizar el clóset y a identificar los colores que le van al rostro. El precio bordea los $ 100.000.

Magdalena Elton, diseñadora y socia de Versátima, enfatiza que quienes buscan este servicio no son personas de baja autoestima: "Son mujeres que están invirtiendo en perfeccionarse profesionalmente. Por eso quieren aprender a sacarse partido, pero tienen poco tiempo". Dice que van a ocupar cargos importantes en una empresa y buscan dar como el tono que exige un alto puesto.

Francisca Torres es productora de modas y desde hace dos años también realiza asesorías de vestuario. "La gente está aburrida de cómo se viste y eso se convierte en un problema difícil de sobrellevar", explica.

CAMBIO POR TRABAJO
Sin embargo, hay empresas que apuestan por un cambio más integral, sobre todo apuntando a conseguir un nuevo empleo, ascender o asegurar su puesto laboral. Junto con la asesoría de colores, cortes de ropa y hasta de los perfumes que le convienen para proyectar la imagen que desean, Relook Med incluye un coaching personal a sus clientes.

A través de programación neurolingüística, les enseñan cómo hablar en público, enfrentarse a personas difíciles o potenciar su personalidad. Características que vayan de la mano con una personalidad asociada a liderazgo. "Si es necesario, programamos sesiones con la sicóloga", explica Maritza Añazco, directora de Relook Med, quien estima que desde 2003 su empresa crece un 50% por año y hoy recibe unos 20 nuevos clientes al mes, de los que un 40% son hombres, todos dispuestos a pagar entre $ 200.000 a $ 400.000 por asesoría.

Si lo necesitan, se les imparte clases de protocolo. "Aprender cómo pararme en un cóctel, posar en una foto formal me ha ayudado a enfrentar las cenas de negocios con más seguridad", afirma Marcela.

Un tipo de clientes donde ha crecido notoriamente el interés son los que buscan un cambio de look que les ayude a ascender laboralmente. "Ha disminuido la cantidad de personas que vienen por algo solamente superficial", dice Maritza.

Si lo que buscan es encontrar trabajo, en Relook además les ayudan a preparar sus currículum, entrevistas de trabajo en inglés y les enseñan cómo utilizar a su favor el "marketing personal".

Otro perfil creciente de clientes son los que llevan pocos años trabajando y se dan cuenta de que tienen que cambiar a un look más ejecutivo, pero no quieren dejar de parecer jóvenes. O a la inversa, personas adultas que necesitan un look más serio.