Restauración: Cuando lo clásico nunca pasa de moda
Dejar un automóvil igual a cómo salió de fábrica algunas décadas atrás es un arte en el mundo automotor y, por lo mismo, goza de tanto prestigio y rentabilidad.

Cajas de cambio secuenciales, faros de xenón y sensores de estacionamiento son algunos de los adelantos más comunes que se ven en la industria automotora contemporánea. Hoy, mientras más equipado, seguro y moderno, mejor.
Eso sí, parafraseando un conocido refrán que dice que "todo lo pasado fue mejor", en una corriente opuesta a la lógica modernidad aparece un nicho que prefiere las bondades y el carácter de los autos antiguos. Para este grupo de individuos, generalmente coleccionistas, no es llegar y sacar a la calle un auto con 30 ó 40 años de vida, ya que primero debe pasar por un proceso de rejuvenecimiento o, mejor dicho, de restauración.
En palabras simples, este proceso implica tomar un auto y dejarlo funcionando tal como cuando salió al mercado. Eso incluye la misma vestimenta, como faros, volante, llantas, radio, tapiz, etc. El proceso requiere de especialistas, verdaderos orfebres del mundo automotor, y nuestro país cuenta con representantes respetados.
Los hermanos Torres tienen una de las empresas de restauración con más prestigio en Chile, con casi 30 años en el rubro. Entre los principales inconvenientes que encuentran antes de iniciar un trabajo, según cuenta Augusto Torres, "está la idea errónea de los dueños de que el paso del tiempo es el culpable del mal estado del vehículo, cuando en realidad son las personas las que los dañan".
Por lo mismo, para no cometer equivocaciones, cuando el coche se encuentra listo, el dueño del auto también pasa a ser parte del proceso.
El deseo nace por la vista
Las motivaciones de una persona para revivir un clásico son muchas, aunque, según Torres, "en la mayoría de los casos el deseo de tener algún modelo en especial nace porque se veía en televisión, o es un recuerdo de la infancia". De ahí que en su taller se encuentren recreaciones del Ford Gran Torino que en los años 70 protagonizó la serie Starsky y Hutch.
Otro aspecto importante a considerar cuando se inicia la restauración es el tiempo que demorará, pues como se trata de verdadera artesanía, el proceso puede durar de uno a tres años. "La gracia es ver cómo evoluciona el auto, por eso, esto es para alguien realmente tuerca", precisa Carlos Argomedo, de Argomedo Performance, otro conocido restaurador que entró al negocio en los años 80.
El largo plazo que toma la restauración se explica porque el auto es desarmado en su totalidad y se revisan las piezas una a una. Y mientras se trabaja el aspecto mecánico, se van solucionando también los problemas en la carrocería.
¿Qué pasa cuando no están los repuestos o las piezas? Cuando son muy escasos se piden por internet, pero si se trata de autos muy exclusivos, los componentes se fabrican o se adaptan a partir de otros ejemplares.
En cuanto al costo, debido al tiempo y las piezas requeridas, se trata de una afición reservada para muy pocos. De hecho, dependiendo del auto, su precio oscila entre 80 mil y 200 mil dólares. Pasado este último escollo, se está en condiciones de pasear y de ganarse la admiración general.
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