Desde hace por lo menos dos años, el mercado del arte tiene un nuevo líder: a punta de contundentes compras, la familia real de Qatar ha logrado reordenar el mapa mundial de adquisiciones para transformarse en los coleccionistas más poderosos. En 2011, compraron en una venta privada el cuadro Los jugadores de cartas, de Paul Cézanne, por la cifra récord de US$ 250 millones y ayer se reveló que el tríptico Tres estudios de Lucian Freud, pintado en 1963 por el irlandés Francis Bacon y subastado la semana pasada en la casa Christie's, fue adquirido por Sheikha Al-Mayassa, hermana del emir de Qatar, en US$ 105 millones.

Con sólo 30 años, la jequesa no es exactamente una cara nueva en la escena. Al Mayassa es la actual autoridad de los Museos de Qatar (QMA), que en el último año ha invertido más de mil millones de dólares en adquisiciones de obras de arte, es decir 30 veces más que el MoMa de Nueva York y 175 veces más que la Tate de Londres. Esta es una de las razones por las que en octubre la revista Art Review la ubicó en el primer lugar de las 100 personas más poderosas del arte mundial. En la misma lista, el 2011, la jequesa se ubicó en el puesto 90, subiendo al lugar 11, en 2012. Hoy, entre los más influyentes, está sobre el prestigioso galerista Larry Gagosian, el artista Ai Weiwei y el director de la Bienal de Venecia Massimiliano Gioni.

Según The New York Post, la jequesa ya tiene 11 cuadros de Mark Rothko (pagó la cifra récord de US$ 73 millones, en 2007) y piezas de Warhol, Lichtenstein y Damien Hirst, artista al cual patrocinó el año pasado para que realizara su retrospectiva en la Tate Gallery. También en abril de este año habría comprado el cuadro Niño con una paloma, de Pablo Picasso, en US$ 76 millones, según Le Figaro.

Aunque la familia real nunca ha querido revelar si estas compras se realizan a título privado o a nombre del Estado, lo cierto es que en pocos años han convertido a Doha, la ciudad más grande de Qatar, en uno de los polos culturales más interesantes del mundo. Allí se inaugurará en 2014 el Museo Nacional de Qatar, diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, y ya están en funcionamiento el Museo Orientalista, único en su especie, el Mathaf, Museo Arabe de Arte Moderno y la galería Katara, una verdadera aldea cultural que reúne arte, teatro, música y cine en un solo lugar. A diferencia de países como Dubai y Abu Dhabi, que se han aliado con el Museo Guggenheim y el Louvre para forjar una reputación en el mundo del arte, Sheikha Al-Mayessa, a la cabeza del QMA, ha optado por un caminario en solitario, que por ahora le ha dado resultados.