¿Por qué es tan caro el Air Force One, el avión presidencial de Estados Unidos?

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El modelo actual entró en servicio en la década de 1990 y está llegando al final de su vida útil, por lo que el Ejército de EE.UU. ha ordenado un nuevo avión, basado en el Boeing 747-8, la última versión del Jumbo.




El Air Force One, el avión presidencial de Estados Unidos, ha llamado la atención estos días por un tuit del mandatario electo Donald Trump.

Según Trump, el gobierno de EE.UU. gastará unos US$3.200 millones en la aeronave que reemplazará al actual Air Force One, y el republicano no está contento con eso.

El empresario escribió en Twitter que debe cancelarse la orden. Después de todo, comprar un modelo nuevo le cuesta "solo" US$378,5 millones a una aerolínea.

Entonces, ¿por qué el avión más famoso del mundo es tan caro?

Air Force One en la base Andrews en Maryland, Estados Unidos, en diciembre de 2016.

Número uno

El nombre de "Air Force One" es un denominativo que se le da a cualquier nave de la Fuerza Aérea estadounidense que lleve al presidente a bordo.

Dado que el mandatario rara vez viaja en una aerolínea comercial, casi siempre se utiliza para referirse a un Boeing 747-200 modificado: un avión construido específicamente para el comandante en jefe.

El modelo actual entró en servicio en la década de 1990 y está llegando al final de su vida útil, por lo que el Ejército de EE.UU. ha ordenado un nuevo avión, basado en el Boeing 747-8 (la última versión del Jumbo).

Poder militar

Decir que el presidente vuela en un 747-200 no pinta el cuadro completo. El modelo del Air Force One es en realidad un VC-25A, la versión militar del 747.

La nave está transformada, en palabras de la Casa Blanca, en "un centro de mando móvil en caso de un ataque contra Estados Unidos".

Barack Obama abordando el Air Force One en el aeropuerto internacional de Tampa, Florida, en diciembre de 2016.

La hoja presupuestaria para el avión de reemplazo incluye la actualización de todos los sistemas eléctricos a un nivel militar y sistemas de energía de emergencia.

Estas mejoras permiten que el Air Force One esté protegido contra pulsos electromagnéticos, un tipo de explosión de energía que se produce como efecto secundario de las armas nucleares detonadas a gran altitud y que puede dañar a la mayoría de aparatos electrónicos.

Otras mejoras incluyen el equipo de comunicaciones militares y el "sistema de autodefensa".

Eso probablemente significa que la nave es capaz de aplicar contramedidas electrónicas para evitar ser alcanzado por misiles, aunque la Fuerza Aérea estadounidense no ha entrado en esos detalles.

Todo esto no es barato. De hecho, el primer paso en el proceso es comprar dos aviones comerciales 747-8. Solo entonces comienza el trabajo de diseño real.

Se necesitan dos aviones aunque sea un solo presidente, para asegurarse de que cada vez que uno está en mantenimiento, el otro esté listo para volar.

Más grande y mejor

En una entrevista con la revista Rolling Stone en 2015, Trump se jactó de que su jet privado era "más grande que el Air Force One".

Esto no es verdad.

El Boeing 757-200 de Trump es más pequeño que el Air Force One en todo sentido. Según las propias especificaciones de Boeing, el avión presidencial mide 70,6metros de largo, con una envergadura de más de 59metros.

La nave de Trump tiene apenas 47 metros de largo y una envergadura de 40 metros.

Donald Trump delante de su avión privado, en un discurso de campaña en Kinston, Carolina del Norte, en octubre de 2016.

El

Air Force One

supera al jet privado en potencia también.

Puede recorrer distancias mucho más largas que la mayoría de los aviones: es capaz de volar los 13.000 km que separan Washington de Hong Kong en 18 horas, sin parar.

También puede reabastecerse de combustible en el aire, lo que lleva a la Casa Blanca a afirmar que tiene un "alcance ilimitado".

La experiencia presidencial

Quizá el Air Force One no tenga las hebillas doradas del lujoso jet de Trump, pero tiene muchos otros beneficios.

El jet actual tiene tres pisos, que suman un área de 400 metros cuadrados. Los niveles incluyen una oficina privada para el presidente, una sala de conferencias y hasta un gimnasio.

Cuenta con una cocina completamente equipada, que puede alimentar a 100 personas a la vez.

La preparación de la comida está a cargo de cocineros militares que sellan todos los ingredientes por seguridad.

Cuando el reportero de la BBC Jon Sopel voló como parte del equipo de prensa, la cena fue filet mignon, con caramelos M&Ms presidenciales como postre.

M&Ms del Air Force One

Los periodistas que vuelan con el presidente -sólo 13 a la vez- son minuciosamente examinados por el Servicio Secreto antes del vuelo y colocados dentro de la "burbuja" con un agente armado, donde sus movimientos son controlados.

Ese tipo de seguridad se extiende a lo largo de la nave. Al espacio del presidente en la parte delantera del avión se accede por un corredor con dos sillas, donde los agentes del Servicio Secreto están siempre estacionados.

El avión también tiene una suite médica que puede funcionar como una sala de operaciones, y un médico siempre está a bordo.

Un viaje costoso

Todo esto, por supuesto, aumenta los gastos del avión privado del presidente.

Operar el Air Force One cuesta entre US$180.000 y US$200.000 por hora, según la mayoría de las estimaciones.

Eso es algo que Donald Trump criticó cuando Obama viajaba para apoyar a Hillary Clinton durante la campaña electoral. (El equipo de campaña de Clinton dijo que contribuía con los gastos).

Si Trump quiere reducir sus gastos de viaje como presidente electo, la compra de los aviones sólo es el comienzo.

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