Bolsa de Comercio de Valparaíso

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La maltratada y descuidada Bolsa de Comercio de Valparaíso, alguna vez fue la principal plaza bursátil del país. Sus inicios, informales, se remontan a 1845. Formalmente nace en 1892, un año antes que la Bolsa de Comercio de Santiago y todo ello puede terminar o haber terminado, debido a la porfía de un Directorio que se rehusó a cambiar a tiempo. Pero, no todo está perdido, apelaciones mediante, podría haber una segunda oportunidad para la única plaza regional de capitales del país.

En el apogeo "yupi", de los años 80s, la regulación exigió a las Bolsas coexistir, no obstante, la competencia desleal, de sus actores, afectó negativamente a la Bolsa de Valparaíso, quienes, ante los efectos negativos, emprendieron una cruzada legal que logró, solo, multas marginales y en ningún caso una reparación a la perdida de posición. Este episodio es, para muchos, el inicio del final de "BoValpo", no obstante, creo que la responsabilidad es exclusiva de un Directorio que se rehusó a cambiar; a tiempo.

El mundo evolucionaba y las necesidades del mercado de capital también, pero esa lectura fue ajena para el Directorio porteño que en una suerte de porfía ciega mantuvo el rumbo de la bolsa. Ejemplos de cambios hay: en el 2011 nació SCX, La Bolsa de Clima de Santiago, la primera bolsa privada de clima en Sudamérica. En este 2018, la Bolsa de Santiago incorporó las transacciones "éticas"; dos, de tantos ejemplos y oportunidades pérdidas por Valparaíso.

A último momento, y como estrategia para evitar el cierre, se incorporó la posibilidad de migrar, la Bolsa de Comercio de Valparaíso, hacia el mercado de los emprendedores. Un mercado que necesita, urgente, una plaza donde poder reunir la innovación con los capitales de alto riesgo. La Bolsa de Comercio de Valparaíso podría estar frente a la oportunidad de participar de un mercado, hoy inexistente, pero con un potencial similar, a esas primeras transacciones informales que le dieron su inicio, hace 173 años.

Personalmente, participo del mercado de capitales de alto riesgo desde antes de la caída de las "punto com", en el 2001. En estos años he visto a los capitales de alto riesgo desaparecer y volver con fuerza. El diagnóstico es categórico: al mercado, de altor riesgo, le hace falta un marco regulatorio especial que le permita realizar transacciones de valores y con ello, generar la plaza bursátil ad hoc; y las clasificadoras de riesgo y las auditoras y los brokers y los traders, es decir, crear una industria nueva y especializada con todos los beneficios, de empleo, que ello conlleva.

Quizás, la solución diste de cambiar el rumbo de la Bolsa de Comercio de Valparaíso y sea mejor comenzar todo nuevamente, no obstante, sería poético y porteñamente correcto que sea la Bolsa de Valparaíso, para evitar esa sensación de injusticia y de concentración de mercados, y de recursos fiscales y sentir, que hay solución, para todos, incluso para lo histórico.

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