SEÑOR DIRECTOR:

Recientemente se legisló el término de la doble evaluación a la que eran sometidos los docentes del sector público.

Ello constituye un acto de sensatez, pero también de igualdad de trato entre el profesorado del sector público y privado subvencionado, que permitirá una evaluación articulada con el avance en la trayectoria profesional de cada docente.

Con todo, un elemento a lamentar es la no permanencia de tres mecanismos del antiguo sistema de evaluación docente: la autoevaluación; la evaluación de un/a colega (evaluador/a par); y la evaluación de la dirección del establecimiento. Estos procedimientos se habían desarrollado desde el año 2004 en adelante, constituyéndose en herramientas útiles para una evaluación de carácter formativo.

Es de esperar que dentro de los planes de desarrollo profesional de cada establecimiento, se busque incorporar, de alguna manera, a estas prácticas evaluativas, de manera de no perder una palanca a favor del profesionalismo docente que el sistema de evaluación había logrado pacientemente instalar.

José Weinstein

Director Liderazgo Educativo UDP