
Principio del fin

Con las primarias comienza a terminar el gobierno del Presidente Boric, que es mucho más que una simple gestión de gobierno. Es -o más bien fue- la oportunidad que el país le dio al discurso disociador del Frente Amplio y a una generación que, aliada con el PC, ofreció cambiar desde sus cimientos la sociedad que ellos consideraban “violenta” e injusta y a la que no reconocían ningún valor. “¿Cómo quieren que no lo quememos todo?”, nos decían.
¿Se puede hacer un balance después de los casi seis años que han transcurrido desde aquel 18 de octubre del 2019, en que pareció que efectivamente Chile quería quemarlo todo? Desde luego que sí y el resultado es simbólicamente rojo. Y muy rojo, porque solo pueden anotarse pérdidas.
Pudieron hacer la Constitución que quisieron, pues en un momento de efervescencia la ciudadanía les dio la mayoría necesaria para definir por sí mismos el pacto social. El resultado lo conocemos y no es necesario ahondar en él. Presentaron una reforma tributaria en línea con sus postulados radicales la que, pese a tener mayoría en el Congreso, se rechazó. Así podría seguir con la lista de sus fracasos. Pero esa enumeración es demasiado conocida, mejor podemos detenernos en algunos de sus “éxitos”.
El primero, fue destruir la izquierda renovada; esa que era compatible con un sistema político funcional, con la inversión, con la seguridad jurídica, con el crecimiento económico. En una palabra, era compatible con el desarrollo. Pero, aunque nos cueste asumirlo, esa izquierda ya no existe y no regresará, ni con Tohá, ni con esta primaria, cualquiera sea su resultado. “La cabra tiró p’al monte” y es mejor resignarnos a dejar de añorar un pasado que no volverá.
También lograron debilitar el imperio de la ley, al punto que principios básicos como la facultad de Carabineros para imponer el orden público, usando la fuerza toda vez que ello sea necesario, se convirtió en una discusión normativa, cuasi administrativa, que pretende regular detalladamente las hipótesis, con una lógica de la racionalidad y la proporcionalidad tan teóricas que es muy dudoso que logre promulgarse y, de lograrse, que resuelva el problema.
En tercer lugar, esta nueva generación de “jóvenes progres” -que como fenómeno no tiene nada de original- sólo lograron fortalecer al PC, que fue el gran ganador de estos últimos cinco años. ¿Después de todo, qué tenemos? Una candidatura del PS, que no es del PS y que nunca logró definir qué reivindicaba del pasado y qué ofrecía para el futuro; un abanderado del FA que no pasó de ser la anécdota permanente del proceso; y la figura emergente que es la abanderada del PC. ¿Qué dejó la Convención en la izquierda? A Barraza. ¿Qué liderazgo dejó el gabinete del Presidente Boric? El de Jara. Para tanto post grado en Londres y tanto mesianismo frente amplista, el resultado concreto es pobre, por decir lo menos.
Este domingo el gobierno del Presidente Boric comienza a terminar y, por donde se le mire, una sola cosa es clara: el balance es rojo. Muy rojo.
Por Gonzalo Cordero, abogado
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.