Reforma e incierto futuro de las Isapres



Tras mucha discusión, aún no se ha arribado a una fórmula satisfactoria de reforma de las Isapres. El Ministerio de Salud está dando indicaciones de tener muy avanzada una propuesta, pero no es claro si contiene los elementos que esta vez permitan avanzar. Por una parte, una fracción de los usuarios de dicho sistema -que en su totalidad le reconocen una calidad muy superior a la del Fonasa- insiste en demandar que se "aplanen" las primas que se cancelan; esto es, que se introduzcan, al interior del sistema, subsidios cruzados que abaraten el seguro para quienes representan riesgos de salud elevados, encareciendo el de aquellos afiliados que pagan primas menores, porque representan riesgos menores.

También se demanda que un afiliado que empeoró su estado de salud pueda, sin que se encarezca su prima, moverse entre Isapres. Frente a estas demandas, se ha avanzado en la definición de un sistema que recaude una tarifa "plana" (o al menos aplanada en alguna medida) de cada afiliado, y reparta el total recaudado entre Isapres, según las características de sus respectivas carteras de afiliados.

Un sistema así redefinido, para ser viable, debería poder evitar que personas que representan un alto riesgo de salud puedan incorporarse al sistema cancelando la tarifa plana. De otro modo se estaría aceptando a alguien que aporta un ingreso inferior al costo (esperado) que representa, y que por tanto obliga a elevar la tarifa plana. De permitirse el ingreso masivo de este tipo de afiliados de alto costo habría, con alta probabilidad, alzas insostenibles de la tarifa, en un proceso que también se vería reforzado por la salida de afiliados que se autoperciben como de bajo costo de salud, y que estimarían en su conveniencia dejar de pagar una prima de salud que se hizo excesivamente cara para ellos.

Sin embargo, más que un ambiente proclive a lograr una buena forma de regular el ingreso de afiliados al sistema de Isapres, tal de preservar su viabilidad, y de manera de poder avanzar hacia su reforma, lo que existe es una fuerte presión por eliminar los exámenes de salud que permiten a estas instituciones rechazar a un postulante. Como es evidente, tarifa plana y libre acceso al sistema cancelando sólo esa tarifa, son incompatibles. Un sistema de seguros descansa en que muchos afiliados, cancelando una prima, generan los ingresos para cubrir los siniestros que van afectando a algunos de ellos; pero no puede sobrevivir a la obligación de acoger, a cambio de esa prima, a quienes ya han sido afectados por un siniestro.

En anteriores estudios de reformas a la salud se desarrollaron propuestas que involucraban Isapres y Fonasa, en una revisión profunda de muchos aspectos de lo existente, y que no lograron avanzar. Habrá que conocer esta propuesta específica del Ministerio de Salud. Pero, por ahora, lo que se entiende es que sería una reforma acotada a las Isapres, y que considera ambos elementos difíciles de conciliar -aplanamiento de la tarifa y eliminación de exámenes de salud para el ingreso a dichas aseguradoras privadas- excepto que su aplicación sería paulatina, en cinco años. Esto parece preocupante, pues si la reforma no es consistente habrá un desincentivo a la inversión en el sistema y un destino incierto para el mismo.

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