“Viejos, pobres y enfermos”

Familia playa. Foto referencial.


SEÑOR DIRECTOR:

En su columna titulada como esta carta, Jaime Mañalich expone el gran desafío que tenemos como país frente al denominado “invierno demográfico”. El desincentivo a la natalidad requiere de políticas explícitas. Eso sí, es importante que estas no solo se enfoquen en lo que el Estado puede hacer por las personas, sino también cómo el Estado y la sociedad pueden fortalecer la institución de la familia (y no atentar contra ella), ya que cumple múltiples roles.

En el Centro Trabajo y Familia del ESE Business School lo hemos medido de diferentes formas.

En nuestro último estudio, junto a Matías Braun, comparamos el impacto del apoyo del Estado con el apoyo de las familias en personas de diferentes países. Los resultados muestran que el Estado ayuda a disminuir la pobreza relativa (ajustado por el ingreso de cada país), pero es la familia la que impacta en el bienestar de las personas y disminuye su infelicidad (la variable está medida en negativo).

Complementando este estudio, en el libro “Human Flourishing: A Multidisciplinary Perspective on Neuroscience, Health, Organizations and Arts”, en el que participamos junto a académicos de distintas disciplinas, podemos distinguir el impacto de los vínculos familiares, por ejemplo, en la recuperación de niveles de salud de personas con vínculos y sin ellos.

Sabemos que el Estado tiene recursos limitados; también conocemos los impactos positivos de la familia. Generar políticas con foco en familias impacta en las personas y nos hacen ser sociedades sustentables. ¿Queremos enfrentar el invierno demográfico? No nos olvidemos de potenciar y apoyar a nuestras mejores aliadas: las familias.

María José Bosch

Directora Centro Trabajo y Familia

ESE Business School, Universidad de los Andes

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