Paula

Cuarentena en imágenes: “Este tiempo nos invita a preguntarnos dónde encontramos sentido en nuestra vida y qué lugar vamos a ocupar en estos cambios”

Invitamos a distintas fotógrafas y fotógrafos a retratar su nueva realidad cotidiana durante la cuarentena. Esta es la mirada de María Hurtado.

He pasado la cuarentena viviendo en el departamento de unas amigas. Tuve suerte, ya que la tercera que vive ahí se fue a pasar el confinamiento con su pareja a España, por lo que pude ocupar su pieza durante estos meses.

Vivo con la Feña y la Mane, dos mujeres que el feminismo y la vida me regalaron. A la Feña la conocí en la universidad cuando creamos la comisión de género con el ánimo de abrir conversaciones sobre temas de feminismo, en años donde estas luchas no eran visibles para todes. A la Mane la conocí en un electivo.

Creo que la sociedad a veces pone en un lugar secundario a las relaciones de amistad, como si fueran menos relevantes que la pareja y la familia. Una buena amistad puede traernos tantos regalos a nuestra vida como otras relaciones y hacernos crecer mucho.

Mis días de cuarentena van más o menos así: nos levantamos a preparar desayuno, con muchas cosas ricas para partir bien el día. Después nos ponemos a trabajar en la mesa del living y tratamos de compartir el poco internet que tenemos entre las videollamadas de cada una.

Hay muchas horas en las que estamos en silencio y hemos aprendido a acompañarnos desde ese lugar también. En las tardes hacemos yoga o bailamos reggaetón con un profesor online. Después pedimos cervezas o vino a un vecino que nos trae los pedidos a la puerta y nos ponemos a conversar y escuchar música.

El departamento se ha convertido en un espacio de contención muy bonito. Hay días de conversaciones profundas, reflexiones sobre qué cosas son las que nos importan ahora y qué hemos sentido, dónde buscar la esperanza, cómo salir victoriosos de los días tristes. Sin embargo, otras veces no hablamos nada grave y sólo nos reímos.

Como dice Gastón Soublette: todo lo que está pasando son sincronías del mundo y por algo vienen todas a la vez, tantos cambios sociales y crisis, pero a su vez tantos regalos. Este tiempo nos invita a hacernos preguntas con respecto a dónde encontramos sentido en nuestra vida y qué lugar vamos a ocupar nosotres en estos cambios.

Durante este tiempo me he dado el tiempo de pensar en lo realmente importante. Mi familia, mi perro y mis amigues. Valoro el tener la posibilidad de desarrollarme, de compartir mi vida con gente que admiro tanto. Valoro vivir en Chile, un país que a veces duele mucho, pero que también me moviliza y maravilla de mil maneras. Agradezco la posibilidad de creación que tengo en el colectivo de fotógrafas en el que participo y el sacar fotos. Agradezco la comida deliciosa que nos preparamos todos los días y la cerveza helada. Doy gracias del trabajo que me llegó por sorpresa, teniendo todos mis emprendimientos detenidos por la pandemia.

Pero eso no me aísla de lo que pasa a mi alrededor. La situación en Chile y el mundo es muy compleja y me genera muchas emociones ver la cantidad de cosas que están pasando. No sé bien qué hacer . Antes salíamos a marchar a la calle cuando ocurrían injusticias o podíamos reunirnos a conversar, ahora nada de eso se puede. Extraño mucho ir a marchar a la Plaza de la Dignidad. Era un espacio colectivo muy liberador, que me daba esperanza.

Pero en este barrio los vecinos son muy activos políticamente y se han hecho muchos cacerolazos. Así siento que seguimos unides. El día del juicio contra Martín Pradenas estaba muy angustiada, sentía mucha rabia y no sabía qué hacer con ella. Ese día hicimos un cacerolazo que duró una hora, fue el día que más vecinos se sumaron, de todas las calles, fue muy emocionante cantar todas juntas el grito de Las Tesis “El violador eres tú”.

Maria Hurtado (@mariahurtadoizq) pasa su cuarentena con dos amigas en un departamento en Providencia.

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