Hace algunos días, la organización Foodprint Network informó que el pasado 22 de agosto la humanidad agotó todos los recursos que la Tierra es capaz de generar en un año, conocido como el “día de la sobrecapacidad de la Tierra”, el cual establece el momento en el que la demanda anual de los recursos naturales supera la capacidad que tiene el planeta de regenerarlos.

Desde nuestros hogares siempre podemos aportar para tomar conciencia frente a este problema. En 2011 un estudio de la Universidad de Talca reveló que un 26% de las personas dice comprar más alimentos de los necesarios y el 95% asegura que para ellos botar comida acumulada en el refrigerador es una práctica normal. Y es más: un tercio dijo que bota comida al menos una vez a la semana.

Existen muchas iniciativas y una de ellas es aprender a cocinar con lo que tenemos. Quizás más de una vez nos ha pasado que hemos tenido que botar comida porque quedó olvidada en el fondo del refrigerador o simplemente no alcanzamos a preparar aquella enorme acelga que no nos cabía entera. Frente a esto, desde la plataforma de cocina creativa y sustentable, Antojista, su creadora Camila Peñaloza asegura que la creatividad es un gran medio para la sustentabilidad. En este canal, Camila enseña a improvisar y comer bien todos los días, creando un círculo virtuoso entre el cero desperdicio de alimentos, mente sana y cuerpo sano.

A esta joven chef siempre le llamó la atención la cantidad de desperdicios que se generaban en su escuela de gastronomía. Sin embargo, en esos tiempos no estaban en boga los temas de sustentabilidad, por lo que cada vez que ella cuestionaba este problema, recibía como respuesta “no hay nada que hacer”. Fue cuando comenzó a vivir sola que aprendió por necesidad a planificar de mejor manera el consumo de sus alimentos, elaborando simples métodos para aprovechar al máximo sus comidas.

En base a su experiencia, como primera recomendación, está hacer compras conscientes e inteligentes, prefiriendo la compra a granel, ya que por este medio puedes comprar lo justo y necesario. Además, se gestiona de mejor manera el orden de la despensa.

Por otro lado, tener un control de la despensa también sirve. Según Camila, al mantener este espacio oscuro, escondido y desordenado no mantendrás un contacto con tus alimentos, por lo que a la hora de cocinar costará más ponerse creativa al no saber qué cosas tienes. Es por eso que la clave está en mantenerla organizada, iluminada y con los alimentos bien distribuidos para que al cocinar puedas ser ingeniosa con los alimentos que tengas a tu disposición. De lo contrario, terminarás comprando innecesariamente y comiendo siempre lo mismo.

Finalmente, en cuanto a la refrigeración, su recomendación es similar: organizar el refrigerador de una manera en la que sepamos qué comidas preparadas tenemos y qué cosas se pueden mezclar entre sí. Además, mantener los alimentos frescos para conservarlos de mejor manera.