Las pandemias constituyen desafíos de enorme complejidad para las sociedades porque ponen a prueba la cohesión de un país y además modifican hábitos culturales, las formas de organización y de comunicación. La que vivimos actualmente va a cambiar desde nuestra forma de pensar hasta detalles cotidianos. Así lo cree Luis Garrido, sociólogo de la Universidad de Santiago, quien señala que "históricamente, la existencia de enfermedades altamente contagiosas -que pueden aumentar la mortalidad de las personas- han puesto a prueba la supervivencia humana y la capacidad de los estados y las comunidades científicas para controlar su impacto a nivel humano". Da como ejemplo el caso de la tuberculosis, que tomó casi un siglo en ser controlada desde su aparición, en 1720, hasta su aislamiento y control definitivo en 1882.

Entre el siglo XIX y el siglo XX, la lista de enfermedades, pestes y epidemias que afectaron a nuestro país fueron muchas: el cólera, la viruela, la tuberculosis, el tifus y el sarampión son solo algunas del listado. Sin embargo, la más mortífera del siglo XX fue la influenza, generando el caos en la población chilena y alarma en el cuerpo médico nacional que, pese a hacer todo lo posible, vio morir a muchas personas.

Sobre cómo hemos enfrentado socialmente las epidemias en Chile, Luis manifiesta que "un aspecto crítico para enfrentarlas tiene que ver con el control del contagio, ya que implica muchas veces lidiar con la dificultad de lograr que las personas introduzcan cambios en sus rutinas cotidianas asociadas a la interacción humana y cuidados de higiene. Esto se vuelve aun más complejo cuando las comunidades científicas requieren de tiempo para encontrar posibles curas.

Para Andrés Seguel, antropólogo de la Universidad de Chile, enfrentar una epidemia ha generado una profunda suspicacia de aquello que en condiciones normales no es necesario hacer evidente: el tipo de vínculo social o solidaridad existente. "La forma de enfrentarnos a esto varía según las narrativas disponibles para cada sociedad en ese momento. Claramente en nuestra época hemos puesto la confianza en la ciencia, un conjunto de disciplinas que componen el campo de la salud pública, y en las mediaciones tecnológicas de todo tipo". 

¿Qué sucederá cuando la pandemia pase? ¿Qué aprenderemos de ella? ¿Qué cambios sociales viviremos? Cuatro expertos de distintas áreas reflexionan aquí sobre estas preguntas.

• José Maza, astrónomo de la Universidad de Chile y premio nacional de Ciencias Exactas: "Espero cambios en tres frentes distintos. Primero, los dieciocho millones de chilenos vamos a entender que la salud pública es fundamental para todos. Sin salud, el país no puede salir adelante de una crisis. No sacamos nada con ser socios de una clínica que nos ofrece servicio a unos pocos. Segundo, la educación tiene que ser igual para todos. El mal comportamiento y la falta de capacidad para entender lo que está pasando -en algunas ciudades y provincias- han hecho que el coronavirus se haya propagado más. Y tercero, ojalá que la sociedad entienda que se debe invertir mucho más en ciencia y tecnología. La capacidad de ser autosuficientes para crear productos médicos, generadores y ventiladores es fundamental. No sacamos nada con decir que tenemos plata y que vamos a comprar los equipamientos necesarios. Existe la posibilidad de que Estados Unidos retenga la venta de productos médicos y sanitarios. El desarrollo de la ciencia nos va a ayudar a tener más prontamente vacunas y maneras de enfrentar una crisis sanitaria".

•  Ninoska Face, directora del Magíster en Dirección de Capital Humano de la Universidad Mayor: "Actualmente tenemos este nuevo virus que atenta contra la salud de muchos y pone en riesgo el sistema de salud, amenazando con hacerlo colapsar. Por eso es necesario, más que nunca, instalar en las empresas, universidades y colegios las diferentes herramientas que la tecnología ofrece para no tener que ponerse en riesgo a uno mismo ni a los demás. Las empresas que todavía no tienen el hábito de trabajar a distancia tienen ahora el desafío de empezar a hacerlo con prontitud, sin pilotos ni marchas blancas. Desde 1996 existe un convenio (177) producido por la OIT sobre el trabajo remoto, y nosotros estamos recién gestionando un proyecto de ley. Creo que esto se debe a lo difícil que es ir contra de la cultura. Existen empresas que si bien tienen trabajo remoto como beneficio, no es bien visto porque todavía existe la creencia de que si los trabajadores no están en el puesto de trabajo no están produciendo, cuando esto no es así".

• Andrés Seguel, antropólogo de la Universidad de Chile: "Es difícil de prever qué pasará en estos momentos, pero lo que sí se puede observar es que la sociedad entrará en una etapa de reflexividad, cuyo uno de sus ejes centrales es el "tiempo social" y su manejo en las instituciones, en el mundo privado y hasta en el ocio. Esto tendrá enormes repercusiones en las valoraciones y el sentido que se le dará a las acciones en sociedad. Lo que se debe evitar es la sensación de secuestro y alerta permanente, y lo aconsejable es apostar por los nuevos espacios de solidaridad y reflexividad sociales que puede generar esta pandemia. En estas situaciones suele ocurrir que los eventos y situaciones que logran representar un pasado que no debió ser y que debe corregirse, y que al mismo tiempo enlace con proposiciones futuras, provocan cambios o transformaciones que perdurarán".

• María Teresa Ruiz, Directora del Centro Excelencia en Astrofísica CATA: "Después de este confinamiento vamos a terminar siendo una sociedad muchísimo más experimentada en el uso de las tecnologías computacionales, que permitirán desarrollar mejor el trabajo a distancia. Esto nos permitirá ser más eficientes y podremos tener más tiempo para hacer otras actividades. Otro de los aspectos interesantes son los nuevos espacios que se abren para los afectos familiares y amistosos. En este nuevo espacio virtual se pueden transmitir carcajadas, besitos, emociones. Y eso lo encuentro notable. Esto es algo que nos va a cambiar como sociedad, no solo en Chile sino en todo el mundo".