Sin miedo a la menopausia

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Dentro de las certezas que existen en la vida de las mujeres que tienen un desarrollo dentro de lo que se considera regular, está que en algún minuto de su adolescencia comenzará a menstruar y que en su vida adulta dejará de hacerlo. A este último momento se le conoce como menopausia, lo que hasta hace algunos años sonaba a sentencia.

"En los años 60, cuando a una mujer le llegaba la menopausia los médicos no veían la necesidad de empezar terapias hormonales pues, con suerte, le quedarían entre cinco y diez años más de vida", explica el ginecólogo y académico de la Universidad de Chile y miembro fundador de la Sociedad Chilena del Climaterio y Menopausia, Oscar González. "Actualmente, en cambio, cuando a una mujer le llega la menopausia a los 50, puede que aún le quede la mitad de su vida por delante. Y sin un tratamiento hormonal su organismo se va a deteriorar", añade.

El especialista define menopausia como "el momento en que la mujer menstrúa por última vez y no vuelve a menstruar en un año". A este acontecimiento lo acompaña el climaterio, el cual se dividie en climaterio premenopáusico y climaterio postmenopáusico, el cual dura alrededor de cinco años. "Luego viene el envejecimiento, cuya prevención debe empezar durante la menopausia", dice el ginecólogo, que además es miembro de International Menopause Society.

Durante el climaterio pre menopáusico, el ovario funciona de manera regular hasta que deja de hacerlo, mientras que en el climaterio postmenopáusico el ovario ya no funciona.

Cuando el especialista habla de envejecimiento no se refiere al estético que todos conocemos, sino al deterioro de tejidos que se produce por la falla ovárica o cuando los ovarios dejan de producir hormonas. Este hecho es variable entre los 42 y 55 años, y en ese rango es normal que algunas mujeres tengan una menopausia anticipada y otras una tardía. Son estas últimas las que, al tener ovarios sanos por más tiempo, tendrán una mejor vejez de manera natural. Esto incluye también una mejor vida sexual durante más tiempo. Esto es azar, ya que depende de cuántos folículos tenía su ovario al momento de nacer.

Además de los bochornos, un síntoma frecuente son los dolores articulares producidos por la falta de hormonas. "Simultáneamente se van estresando las arterias y aumentan los riesgos de tener infartos y accidentes vasculares", explica el especialista. Y añade que es debido a que los hombres no se enfrentan a un fenómeno similar que somos las mujeres quienes tenemos tres veces más Alzheimer, cinco veces más patologías psiquiátricas como la depresión y cuatro veces más artrosis, lo que se puede prevenir cuando el tratamiento hormonal se hace a tiempo, o sea, durante el año de menopausia.

Es cierto que hay un riesgo mayor de sufrir enfermedades vasculares con la toma de hormonas, pero esto se da, según González, cuando el tratamiento empieza tarde y ya existe deterioro del organismo.

Historias de menopausia

"A mi me empezó la menopausia muy temprano, como a los 43 años, y fue bastante extraño porque era muy joven. De hecho, en ese momento pensé que estaba embarazada y una amiga me tuvo que acompañar a comprar un test porque me daba vergüenza comprarlo a mi edad. Mis síntomas más complicados fueron unas jaquecas inhabilitantes con vómitos y náuseas. Incluso me hospitalizaron varias veces por el dolor de cabeza. De noche me daban muchos bochornos, sentía un calor tremendo y me tenía que sacar el pijama mojado varias veces. Aparte de eso, no tuve más síntomas. No podía tomar hormonas porque había tenido un melanoma y tenía antecedentes familiares por cáncer de mamas, así que me recomendaron bancármela. Sólo tomé remedios para el dolor de cabeza".

Alicia Campos (55), profesora.

"Al principio lo pasé muy mal. Así que empecé a leer y a averiguar, y me di cuenta de que tenía todos los síntomas: bochornos, cambios de humor, problemas de memoria, baja libido y otros más. El que más te jode son los bochornos. Es increíble; es un calor de la cintura para arriba, como estar incendiándose. Me venía y me tenía que sacar todo, aunque me quedara con poleras con pavilo en pleno julio. Busqué ayuda, porque no me quise conformar con sentirme pésimo, y probé con varias hormonas porque no hay una fórmula que sirva para todas. Con las primeras subí cuatro kilos de pura retención de líquido, así que fui donde una ginecóloga especialista en menopausia -lo que creo que es fundamental- y me dio muchas cosas que me ayudaron, especialmente con el tema del libido, porque es tremendo como te afecta. Es importante que las mujeres se den cuenta de qué es la menopausia, porque nadie quiere reconocer que la tiene, lo tienden a negar. Es importante que hablemos de esto para que cada una encuentre qué le ayuda a sentirse bien".

Francisca (53), ultramaratonista.

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