El emprendimiento que busca acortar la brecha de género en el mundo digital

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Marisol Alarcón, cofundadora de Laboratoria.

¿Qué pasaría si sumamos más mujeres a la industria digital? Bajo esa premisa, Marisol Alarcón lidera desde hace cuatro años Laboratoria, un proyecto social busca entregar una carrera tecnológica a mujeres que no han podido acceder a la educación superior o a trabajos de calidad.


La brecha de género en el mundo digital “es brutal”, afirma Marisol Alarcón. La ingeniera comercial, quien ha dedicado su carrera a proyecto sociales, hace cinco años entró de lleno en un proyecto para acortar la brecha de género en el mundo tecnológico. “Se hablaba que en Chile menos del 6% de la industria estaba compuesto por mujeres y las cifras a nivel global aseguran que representan menos del 10% de la fuerza laboral en la industria digital”, especifica.

Si bien los trabajos tecnológicos son de larga data, en los últimos años se ha cuestionado el por qué la masiva presencia de hombres en dichos espacios. Es así como en 2014 Marisol Alarcón, junto a otros cinco socios latinoamericanos, crea Laboratoria, un emprendimiento de impacto social que trabaja con mujeres y organizaciones que buscan transformar la economía digital de América Latina.

En Laboratoria trabajan bajo un modelo donde las mujeres mayores de 18 años pueden acceder a los cursos gracias a un programa gratuito para formar desarrolladoras web y UX & UI designer desde cero y luego las conectan con empresas que requieran de ese trabajo. Durante el curso, las estudiantes no costean su educación y pagan retroactivamente cuando consigan trabajo en el mundo digital.

Las mujeres interesadas pueden postular a través de la página web, completando una serie de pruebas de razonamiento lógico. Marisol Alarcón precisa que “no buscamos a la mujer más inteligente, sino a alguien con capacidad de aprender, con el compromiso de que va a sacar provecho de estar oportunidad y que tiene las ganas de desarrollarse en la industria tecnológica”. Lo enseñado las prepara con herramientas esenciales en programación, que les da armas para que ellas sigan aprendiendo por su cuenta, una vez finalizado el curso.

“Cuando empezamos con el proyecto, tenía mucho susto”, reconoce Alarcón. “Pensaba que la barrera iba a ser muy grande y me preguntaba si las empresas iban a querer contratar mujeres”, recuerda la emprendedora chilena.

En la primera experiencia ingresaron 13 mujeres, en un programa piloto que duró cinco meses. De la generación se graduaron nueve y el día de la graduación seis de ellas ya tenían trabajo. “Fue un piloto que demostró que había un mercado en Chile. Lo que enseñamos es completamente distinto a nuestra actual malla, pero demostró que se puede”, detalla Alarcón.

Entre los análisis del equipo, el perfil de las postulantes son mujeres con 27 años en promedio, con educación superior incompleta, que intentaron estudiar algo sin relación a la programación, pero que no pudieron continuar por razones económicas o sociales, según sus mediciones.

FOTO: El proyecto social forma desarrolladoras web y UX & UI designer.[/caption]

Coaching vocacional

En retrospectiva a las primeras clases, Alarcón asegura que han subido “enormemente” el nivel técnico, contando con espacios adaptados y profesionales preparados para entregar las herramientas. “Creamos una sala de clases ágil, donde no contamos con profesores que enseñan teorías, sino que tenemos coaching para guiar a estudiantes que, desde el día uno, deben realizar proyectos, aprender a desarrollarlos con las herramientas que usan las empresas para organizarse y salir adelante”.

En los espacios de enseñanza, el ambiente no es distinto al laboral, por lo que las futuras egresadas no sufren periodos de adaptación al momento de salir. Hoy, Laboratoria cuenta con dos cursos anuales

.A la par de los conocimientos técnicos, el equipo de Laboratoria trabaja con psicólogos que desarrollan coaching vocacional a las futuras desarrolladoras web, mejorando las habilidades blandas “Fortalecemos el trabajar en equipo, la comunicación asertiva, el trabajar la responsabilidad ante el trabajo además de ofrecer la contención en momentos de estrés”, manifiesta la creadora del proyecto.

Frente al panorama laboral plagado de hombres, la empresa ha logrado encontrar, y sobre todo crear espacios para las estudiantes. “Con lo que me topaba era que los empleadores estaban ansiosos por contratar mujeres. Si ves en las escuelas de ingeniería, son contadas con las manos, era una industria que buscaba, pero que nuestro sistema de educación no las estaba generando. Es cosa de ver los estereotipos desde chicos. Hay una oportunidad gigante”.

FOTO: El perfil de las postulantes son mujeres con 27 años en promedio, con educación superior incompleta, que intentaron estudiar algo sin relación a la programación, pero que no pudieron continuar.[/caption]

Mejorando la brecha de género

A cinco años de la primera experiencia, el proyecto social se consolida en el país. Hasta la fecha, son cerca de 380 mujeres que completaron los cursos en Chile y a más 1.400 en las cinco ciudades sede: Lima, Ciudad de México, Guadalajara, Sao Paulo y Santiago. De las egresadas, cerca del 80% está en trabajos ligados a tecnología, con sueldos que en promedio triplican sus ingresos antes de llegar a Laboratoria.

Actualmente, Alarcón y el equipo desplegado por Latinoamérica busca reforzar las alianzas con las más de 400 empresas que cuentan con personal que pasó por la escuela digital. Es más, desde 2018 desarrollan talleres de transformación digital a las compañías, con objeto de ayudar a estas en su adaptación a los nuevos tiempos y, al mismo tiempo, aseguran el desarrollo profesional de las egresadas.

Este año Laboratoria lanzó una investigación en la materia, recolectando evidencia que da cuenta que la mayoría de las personas tienen un entendimiento limitado de la transformación digital, y que sus empresas han empezado la transformación digital de forma limitada también. El 72% de las y los trabajadores de grandes empresas hablan de “tecnología” o “digital” al explicar qué es la transformación digital; y solo el 12%, se refiere a la cultura. En pocas palabras, hay campo para trabajar.

Gracias a la integración de las empresas, Laboratoria cuenta con recursos para seguir realizando talleres para mujeres, que aumentarán de dos a seis dictando lecciones cada dos meses. Se prevé graduar alrededor de 120 mujeres desde 2020 y emplear al 80% de las egresadas con un sueldo promedio de 800 mil pesos líquido.

Frente a personas interesadas, pero que aún no ingresan sus datos en la página web, Marisol Alarcón quiere que más chilenas se arriesguen en el mundo digital: “No tengan miedo. La programación se ve algo ajeno y difícil, que no se puede, pero toda persona puede aprender y llevar al máximo sus capacidades. Son 1.400 las mujeres en Latinoamérica ya se han arriesgado y cuentan con una mejor calidad de vida”.

Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.