
Alejandro San Francisco: “Si se impone la UDI no gremialista o el gremialista no UDI, con ambos estaría probada la huella de Guzmán”
El historiador, académico de la U. de Tarapacá, plantea que los principios de la UDI, RN y republicanos son "relativamente equivalentes" y que la diferencia podría estar en el estilo de acción política. Aun así, afirma que "no sabemos por quién votaría Guzmán hoy".
Doctor en Historia por la Universidad de Oxford, Alejandro San Francisco –quien es académico de la Universidad de Tarapacá y hace clases en la Facultad de Derecho de la UC– es quizás uno de los historiadores que más conoce la vida y obra de Jaime Guzmán.
La figura del abogado y senador asesinado en 1991 por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez ha sido objeto de una repentina revitalización, avivada por la competencia de dos cartas presidenciales que provienen de su tronco –José Antonio Kast y Evelyn Matthei–. Pero pasó a primera fila después de las declaraciones de la secretaria general de republicanos, Ruth Hurtado, quien dijo que, de estar vivo, Guzmán votaría por Kast. Como era de esperar, sus palabras cayeron pésimo en la UDI.
San Francisco dice que es imposible saber qué haría hoy el fundador del gremialismo, que tanto Kast como Matthei tienen su origen en sus ideas, y analiza por qué los republicanos vinieron a “revitalizar la derecha”.
Con la competencia entre Kast y Matthei se ha avivado la pelea “intramuros” respecto de quién es el mejor representante del ideario de Guzmán. ¿Se puede decir que está alojado en un solo lugar o persona?
Lo que uno podría llamar el “ideario guzmaniano” es bastante amplio. Tiene raíces en el pensamiento católico como cuestión más de fondo, en lo que Jaime Guzmán llamaba el “ideal genuinamente cristiano”; tiene algunas raíces tempranas en el corporativismo, en José Antonio Primo de Rivera, que luego evoluciona hacia una visión liberal en materia política, es decir, partidaria de la democracia. De las cartas de Guzmán desde Europa en los 60 hasta Un hermoso discurso equivocado del 83, hay una evolución evidente en ese tema. Guzmán era partidario de la empresa integrada de trabajadores y luego pasa a ser más partidario de una idea de libre mercado general, desde la UP al régimen militar, y adhiere a una democracia protegida, cree en una transición larga, en la proscripción ideológica del Partido Comunista, cosas que después van desapareciendo.
Cuando tú dices “¿quién es el depositario del ideario guzmaniano?“, hay uno claro, de manera institucional, que es la Fundación Jaime Guzmán. Todo lo demás toma parcialidades del pensamiento de Guzmán, del proyecto político, de fundaciones de Guzmán –el gremialismo, la revista Realidad, la Unión Demócrata Independiente–, es decir, hay parte de eso.
Y si tú miras, hay cuestiones que han sido fundadas con posterioridad, que tienen alguna raíz guzmaniana, y en eso estaría, por ejemplo, el Partido Republicano, que lo crean discípulos suyos. Y otras personas que están fuera de la UDI y fuera del Partido Republicano también reconocen ese tronco común y han hecho vida política a partir de ahí. Podría ser, por ejemplo, Marcela Cubillos, Darío Paya, Rodrigo Álvarez, que son de los años 80, que conocieron a Guzmán.
Ahora, ¿qué es lo esencial hoy del ideario de Jaime Guzmán?
Su ideario tiene un ancla económica, él es partidario del libre mercado. Y él decía que los chilenos nos enredábamos mucho en ponerle nombre, en circunstancias de que en el mundo hay dos regímenes económicos: el centralmente planificado y el de mercado, y él es claramente de mercado. Él era partidario de una democracia histórica, es decir, que no podía haber un régimen en Chile distinto de la democracia. En eso se alejaba, por ejemplo, del corporativismo, pero no quería tener una democracia débil como la que había existido hasta 1973. Entonces, debía ser protegida por algunos elementos institucionales como el Consejo de Seguridad Nacional o los senadores institucionales o designados, o por la proscripción del Partido Comunista. De esas tres cosas, que son de orden práctico, no queda ninguna.
Usted ha dicho que está en el olvido... ¿Y qué es lo que queda?
Quedan las dos grandes marcas: la democracia y la economía social de mercado. Ahora, uno dice eso es obvio... Es que no es obvio, porque antes del 73 la DC era partidaria del comunitarismo, del socialismo comunitario y no de la economía social de mercado. Y el PS era partidario de una revolución marxista y de una economía centralmente planificada. Después se produce una confluencia en lo que podríamos llamar el fin de la historia chilena, cuando todos son partidarios de la democracia y de una economía de mercado con más o menos presencia del Estado. Esos son los gobiernos de la Concertación; y cuando la derecha, indubitadamente, adhiere también a la democracia política y deja atrás la fase de la dictadura o el gobierno autoritario. Yo creo que esas dos cosas permanecen.
Lo que son creaciones específicas, como la Constitución del 80, han cambiado, pese a que en los dos capítulos esenciales –el 1 y el 3– es bastante similar al original. El gremialismo sigue vivo, sigue vivo en la universidad, particularmente en la Universidad Católica; con menos fuerza en otros lugares, y el ideario político, como hemos visto en las últimas semanas, tiene una particular vitalidad, principalmente porque, habiendo tres candidatos presidenciales de derecha o centro-derecha –Kaiser, Kast y Evelyn Matthei–, hay dos que son del tronco guzmaniano. Uno por la UDI, que es Matthei, otro por el gremialismo que es Kast. Y podría darse una paradoja en la segunda vuelta si pasa cualquiera de los dos y gana. Podría ganar una UDI que no es de las raíces del gremialismo, o un gremialista que no es militante de la UDI, como sería el caso de José Antonio Kast.
Esta semana Ruth Hurtado, secretaria general de republicanos, dijo que, de estar vivo, Guzmán votaría por Kast. ¿Es temerario plantearlo si hay tantos vasos comunicantes?
Los principios de la UDI, de RN y del Partido Republicano son relativamente equivalentes. O sea, no hay una distinción ideológica fundamental en los tres grupos. Guzmán decía que su proyecto político tenía dos anclas: una eran los principios y otra era el estilo de acción política, y que los dos eran igual de relevantes, eran complementarios. Ahí podría estar la diferencia.
Ahora, respecto de qué haría Guzmán, tengo la impresión de que lleva un tiempo planteándose lo que es la preservación del ideario. Fíjate que se planteó en dos momentos claros de los últimos años.
El 2020, Pablo Longueira sostenía que Guzmán estaría en la idea de cambiar la Constitución. Y no hubo una reacción tan enojosa como la que ha habido con las declaraciones de la secretaria general del Partido Republicano. Yo tengo clara la respuesta en los dos casos. No sabemos qué habría dicho Guzmán respecto de la nueva Constitución ni sabemos por quién votaría hoy, porque esto altera cualquier forma de entender la historia.
¿Este planteamiento de Ruth Hurtado es una provocación para que Matthei y compañía se muestren más de derecha, abandonando el centro?
En esto no hay mucho pensamiento, hay más sentimiento. Y no tengo por qué negar que Ruth Hurtado siente eso. Pero si hubiera un pensamiento profundo, uno llegaría a la misma conclusión: no podemos saber qué votaría Guzmán. A lo mejor habría propiciado una candidatura única, y como tenía autoritas sobre la UDI y otros, la habría generado. Nunca vas a saber cuál habría sido la alternativa guzmaniana, porque esto es de orden práctico, no teórico. Los principios de Guzmán están claros, están en los libros, en los artículos. Pero Guzmán era una persona que tenía flexibilidad táctica. Parte con el Movimiento Unión Democrática Independiente solo, se une a RN, se separa de RN, se vuelve a unir para las elecciones de 1989. O sea, en esto no hay problema. ¿Por qué? Porque eso es de orden práctico. Guzmán podía tener dos, tres, cinco posturas distintas.
El origen
¿Cómo se fue dando la fractura en el gremialismo, en la UDI?
Cuando tú miras el proyecto político de la UDI, tiene una parte práctica y una abierta. La parte práctica es que Guzmán creó el movimiento Unión Democrática Independiente en 1983 con otros personajes relevantes. Pero aquí viene lo interesante: él dice expresamente que es un movimiento que se crea abierto a la unidad de toda la derecha. En 1987 se produce la unidad de la derecha con Renovación Nacional, pero luego se quiebra, y uno de los que la quiebra es precisamente Guzmán.
Cuando Guzmán habla en 1990 sobre el retorno a la democracia, él dice que es bueno que existan estas dos almas de la derecha, que son RN y la UDI, y que tienen un par de diferencias. La primera es que llegan a grupos distintos, es decir, los dos son un aporte complementario. Y la segunda diferencia es que la UDI lleva con mayor orgullo, o sin negarlo, haber participado en el gobierno militar, cosa que la gente de RN desconocería más.
Lo que es claro es que una derecha era guzmaniana y la otra no. En la década del 2000 se empieza a producir un cierto vaciamiento doctrinario en la UDI, que en alguna medida lo perciben sus dirigentes.
El propio Kast empezó a disputar eso dentro de la UDI...
Hay unos que estiman que es necesario hacer un congreso doctrinario, para actualizar y reforzar el ideario histórico de la UDI. Otros, como Kast, son partidarios de fortalecer el ideario original de la UDI, pero también de generar un cambio generacional. Es decir, el gobierno de los coroneles se perpetúa demasiado tiempo y parece necesario, a juicio de esta generación, hacer un cambio; que es una generación, por un lado, muy brillante, y por otro lado muy poco influyente, comparativamente.
¿Hay un factor generacional que explica el surgimiento del Partido Republicano?
Ciertamente, y tiene que ver con eso de que la generación de Kast, Marcela Cubillos, Darío Paya, Marcelo Forni, Gonzalo Uriarte, no tienen el liderazgo de la UDI en los años 2000, como sí lo tuvo la generación de Jovino Novoa, de Longueira, de Julio Dittborn y de otros en la década del 90.
A la larga, yo creo que tiene una razón externa la división al interior de la UDI. Una es lo que hemos mencionado, y una cierta decepción con el lavinismo, con el bacheletismo aliancista, pero lo segundo es el triunfo indiscutible y sin contrapesos del piñerismo. Y eso lleva a la UDI prácticamente a fusionarse con el piñerismo, al punto que Chile Vamos es una coalición muy difícil de distinguir internamente los partidos.
¿Ese es el factor que termina de provocar el quiebre?
En estas cosas siempre se requieren tres elementos: ideas, personas, y la consecuencia es la creación de una estructura. Entonces, estas ideas que son del pensamiento conservador-liberal, por decirlo, o liberal-conservador, uno, un liderazgo, que es Kast, dan origen a una estructura que va a ser el movimiento y luego Partido Republicano. Y eso efectivamente es algo distinto no solo de Chile Vamos, sino que también del piñerismo.
Y es una apuesta por capturar desde las propias ideas el voto que haya. No el mayor voto posible a costa de renunciar a las ideas. Esa es la candidatura de 2017 de Kast, llega al 8% y es un triunfo desde el punto de vista histórico, si bien el triunfo desde el punto de vista electoral es de Piñera.
En un principio el proyecto de José Antonio Kast es percibido como marginal por moros y cristianos. Y después tiene elementos de crecimiento que no están asociados al problema de la UDI ni del piñerismo, sino a una coyuntura histórica específica, que es el 18 de octubre y otras variantes.
Es bien notorio el tema generacional. Los fundadores parecieran estar más con Matthei, y la generación de los 80 está más con Kast…
…Pero está quebrada la generación de fundadores. Carlos Bombal está con Kast y alguno más.
¿Eso tiene que ver con la figura misma de Matthei o con el proyecto?
Matthei no viene del corazón del gremialismo, viene de RN. Uno no puede saber en qué estaría Guzmán, pero sí hay cosas que se pueden saber. Que el año 92, la UDI estaba levantando el proyecto de Jovino Novoa como candidato presidencial, finalmente fue Arturo Alessandri, mientras en RN estaba la pelea entre Matthei y Piñera. Guzmán estaba con Lavín en el 89 y no con Matthei, que fue su adversaria en la diputación de Las Condes. O sea, estaba en una línea distinta. Y Matthei, como diputada, estaba con esos proyectos que el propio Guzmán se opuso en el Congreso Nacional, como el del indulto a los terroristas y el de la reforma tributaria, la reforma laboral. No todas se hicieron exactamente el mismo año, pero Guzmán estaba en una línea distinta. ¿Por qué? Porque Guzmán era flexible tácticamente, por ende eligió a Gabriel Valdés presidente del Senado, pero ideológicamente era menos flexible. Y, en cambio, RN estaba más por la democracia y los acuerdos.
¿El Partido Republicano vino a revitalizar el ideario de Guzmán?
El Partido Republicano viene a revitalizar la derecha. Algunos, yo creo que están convencidos del ideario guzmaniano, particularmente los que pasaron por la Universidad Católica y fueron alumnos de Guzmán, pero yo estoy convencido de que la gran mayoría lo que querían era tener una derecha nítida, no es que fueran guzmanianos.
Ahora, si tú lo miras como telón de fondo, Guzmán va a estar mirando la elección desde algún lugar y podría imponerse en segunda vuelta la UDI no gremialista o el gremialista que no es UDI. Y en ambos casos estaría probada de alguna manera la larga huella de Guzmán en la política chilena.
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