Política

La reservada reunión de Boric y Bachelet en Nueva York antes del discurso en la ONU

La expresidenta arribó a Nueva York este domingo. El lunes ya asumió un rol protagónico, figuró con un discurso en defensa de los derechos humanos, recibió aplausos, saludos de rostros como el embajador de Palestina y durante esta tarde se espera que el Presidente haga una señal en favor de su posible nominación para la sucesión de António Guterres en el principal cargo de Naciones Unidas.

El Presidente Gabriel Boric y su comitiva arribaron a Estados Unidos pasadas las 20.00 horas de este lunes. El descenso del avión se retrasó unos minutos luego de que la aeronave de Donald Trump aterrizara cerca de esa misma hora, lo que endureció los protocolos de seguridad del aeropuerto John F. Kennedy.

Al llegar al hotel, los integrantes de la delegación aprovecharon de descansar y recorrer la ciudad, luego del extenso vuelo de diez horas.

A su arribo a Estados Unidos para participar en la 80a. edición de la Asamblea General de la ONU, el mandatario y en canciller Alberto Van Klaveren se reunieron en privado con la expresidenta Michelle Bachelet, tal como confirman desde Presidencia.

El encuentro entre ambos se da en medio de la expectación por el discurso que ofrecerá hoy el Mandatario chileno ante el plenario, donde está abierta la opción de que entregue su apoyo a la expresidenta en la carrera por la sucesión de António Guterres, quien termina su periodo al frente del órgano multilateral el próximo año.

Dentro del Ejecutivo aseguran que habrá un guiño de Boric a Bachelet en el discurso y que la duda está solo en qué tan explícita será la señal que quiera enviar el Presidente.

Este hecho ha cruzado la agenda del Mandatario chileno en Estados Unidos, quien se embarcó bajo la presión oficialista por un gesto a la exjefa de Estado PS y las dudas de los presidenciables de oposición de apoyar públicamente o no la opción de la expresidenta.

La llegada

En la mañana del lunes la comitiva llegó a la sede de la ONU cerca de las 9.00, cuando António Guterres inauguró la asamblea.

Allí, en el plenario quedaron Boric, Bachelet, Nárvaez, Van Klaveren, el presidente del Senado, Manuel José Ossandón (RN), y la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.

Por espacio, parte de la delegación no se pudo quedar y tuvo que irse a la misión de Chile en la ONU, para escuchar los discursos de Guterres, Donald Trump y Lula da Silva.

Cuando entró ante el plenario de la Organización de Naciones Unidas, este martes la expresidenta Michelle Bachelet atrajo la atención de la mayoría de los líderes internacionales presentes. Varios se acercaron a saludarla e incluso a pedirle una foto. Ese fue el caso del embajador de Palestina en la ONU, Riyad Mansour, quien hace unos meses llegó a llorar ante sus pares de Nueva York por la delicada situación que se vive en Gaza.

El detalle no pasó inadvertido. Bachelet vive horas claves en la 80a. Asamblea General de Naciones Unidas, donde este martes podría recibir un gesto del Presidente Gabriel Boric en su posible carrera para competir por la sucesión del portugués António Guterres en la Secretaría General del organismo internacional.

En los días previos la exmandataria ha hablado del tema con parte de su entorno y figuras del Ejecutivo, como el canciller Alberto van Klaveren; la embajadora de Chile en la ONU, Paula Nárvaez, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente. En esos intercambios, como uno que ocurrió en Teatinos 180, Bachelet transmitió que aún no tenía una definición tomada.

De momento, ella ya recibió algunos guiños por parte de Boric, quien no solo la incluyó en su delegación oficial este lunes, previo a despegar desde Santiago, sino que también la invitó a escuchar su cuarto y último discurso ante el plenario de la ONU, a la cumbre en defensa de la democracia y a su bilateral con Guterres.

A la espera del discurso de Boric, que se iniciará pasadas las 16.00 horas después de Turkmenistán, Bachelet ha sostenido una intensa agenda. Arribó desde Santiago a Nueva York el domingo en la mañana, en el mismo vuelo de Alberto van Klaveren. Ese mismo domingo la exmandataria se instaló, en representación del Club de Madrid, y afinó los detalles de su agenda.

El lunes estuvo en tres actividades: la cita de alto nivel en conmemoración de los 80 años de la ONU, el cumplimiento de los 30 años de la Conferencia de Beijing sobre la mujer y el acto en defensa y fortalecimiento de los derechos humanos, organizado por Chile y Países Bajos, al que también fue invitado la cabeza de la Oficina de Alto Comisionado para los DD.HH., el austriaco Volker Türk.

En esta última actividad Bachelet intervino. Lo hizo en una arena conocida. En el pasado ella no solo lideró ONU Mujeres, sino que también antecedió a Volker Türk como alta comisionada para los DD.HH., razón que la llevó a reencontrarse con antiguos colaboradores y cercanos del organismo, a quienes saludó y que aplaudieron su discurso.

Según pudo revisar este medio, su alocución se concentró en empujar a los líderes internacionales a no quedarse solo en frases donde defiendan los derechos humanos, sino que también se debe asumir un rol más activo.

Bachelet preparó una intervención en la que destacó los desafíos de la ONU en tiempos en que se “multiplican los conflictos” armados, “se profundiza la desigualdad” y “se debilita el multilateralismo”.

“Es un honor acompañarlos hoy para celebrar el octogésimo aniversario de una institución extraordinaria, una institución que, a pesar de sus imperfecciones, ha resistido y se ha adaptado a través de guerras, crisis y rápidas transformaciones en nuestro mundo”, dijo en su discurso.

La otrora dos veces máxima autoridad de Chile, en el discurso que preparó inglés, sostuvo que “las Naciones Unidas nunca fueron concebidas para ser perfectas; fueron concebidas para ser útiles”.

Asimismo, planteó que con el correr de los años “se ha reinventado repetidamente: desde la supervisión electoral hasta la mediación en conflictos, desde el impulso a la descolonización hasta el apoyo a las nuevas democracias, desde la prestación de ayuda humanitaria hasta el establecimiento de organismos pioneros en salud, educación, derechos humanos, seguridad alimentaria y otros ámbitos”.

“Hablar de derechos humanos no basta. Las Naciones Unidas deben hacer un esfuerzo genuino para salvaguardarlos, para hacer realidad este compromiso y para estar a la altura de los desafíos actuales”, afirmó.

En esa misma línea, apuntó que “las resoluciones no bastan” y que se debe “cerrar la brecha entre las conferencias y las comunidades mediante acciones tempranas, recursos adecuados, un espacio cívico seguro y una rendición de cuentas con consecuencias. Las normas nos orientan, pero solo una protección eficaz nos da legitimidad. Necesitamos ambas, con claridad y sin demora”.

“Los derechos humanos no son solo una parte de la ONU, sino un pilar transversal que debe informar y guiar cada aspecto de la labor de la organización”, recalcó.

Y dijo: “Hablo por experiencia. Como Presidenta de Chile aprendí que ampliar los derechos no era un lujo, sino la base de la resiliencia y la confianza. Como alta comisionada vi cómo los defensores y las víctimas dependen de un sistema visible, creíble e independiente. No podemos apoyar una reforma que debilite estas cualidades. Eso no sería modernización, sino retroceso”.

Jackson en Nueva York

Mientras se mantiene la nebulosa sobre si Bachelet asumirá o no un desafío internacional, la expectación crece en la delegación chilena que está en Nueva York.

Durante estos días en Nueva York también ha llamado la atención la presencia del exministro y otrora factótum de Boric en La Moneda Giorgio Jackson. Los dos amigos se reencontrarán en una actividad pública este miércoles llamada “Democracia Siempre”, en memoria del exmandatario de Uruguay José Mujica.

Allí, Jackson será uno de los principales oradores y entre los presentes también estarán la viuda de Mujica y otros presidentes de la región, como Yamandú Orsi (Uruguay) y Gustavo Petro (Colombia).

La preocupación de excancilleres

Días previos al viaje de Boric a Nueva York hubo una reunión de excancilleres con el ministro Alberto van Klaveren para abordar los temas internacionales de interés.

Si bien no fue el foco del encuentro, la posible nominación de Bachelet a la ONU se puso sobre la mesa. Uno de los que comentaron el tema fue el senador José Miguel Insulza (PS), quien planteó una preocupación que es compartida en el mundo diplomático.

El extitular de Relaciones Exteriores de Eduardo Frei Ruiz-Tagle afirmó que mientras más se demore el gobierno y la expresidenta en anunciar la posible candidatura de Bachelet por la sucesión de António Guterres, más cuesta arriba se pondrá la eventual campaña.

Su comentario obedece a algo con lo que comparten fuentes del Ejecutivo, respecto de que estirar más la definición de Bachelet va a contrapelo de la carrera electoral que ya han iniciado sus principales contendores en la región, quienes incluso cuentan con cargos vigentes dentro de la ONU como posibles plataformas.

Por ejemplo, la política costarricense Rebeca Grynspan es secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, y desde ese rol ha dado entrevistas donde se refiere a su candidatura. Lo mismo ocurre con el argentino y cercano a Javier Milei Rafael Grossi, quien ejerce como director de la agencia atómica de la ONU.

En la reunión de exministros de Relaciones Exteriores, concuerdan fuentes que estuvieron presentes, el canciller Alberto van Klaveren planteó que aún se estaban viendo las gestiones en torno al tema.

La opinión de Insulza se basó también en su experiencia personal, pues en 2005 alcanzó el cargo de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), luego de un apoyo transversal a su nominación durante el gobierno de Ricardo Lagos.

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