Las gestiones en RN para neutralizar amenazas de renuncias al partido tras polémica por ataques a Daniela Vega

Tanto el diputado Leonidas Romero como otras figuras de la colectividad advirtieron que evaluarían dejar su militancia en caso de que se expulsara a la concejal que afirmó que la actriz trans es hombre, lo que obligó a la intervención del presidente del partido, Mario Desbordes.


"Si expulsan a mi amiga concejal señora Carmen Madinagoitía, por decir que el señor David Vega (Daniela) es hombre, renuncio a mi partido, RN. No podemos seguir temiendo a la izquierda que nos quiere imponer sus políticas".

Tres minutos antes de las 19 horas del pasado viernes 9, en la cuenta de Twitter del diputado de Renovación Nacional Leonidas Romero apareció este mensaje. El contexto eran las declaraciones hechas más temprano en el día por el secretario general de RN, Felipe Cisternas, donde afirmaba que esperaba que el Tribunal Supremo de la colectividad "sancione lo más altamente posible a esta señora", refiriéndose a la concejal Madinagoitía, lo que fue interpretado como una amenaza de expulsión.

Lo que estaba en juego no era menor. Madinagoitía había desfilado por los matinales manteniendo su posición de que la actriz trans sería "un hombre", lo que generó muestras de malestar en redes sociales y críticas internas en la colectividad.

Pero la declaración de Romero, ex alcalde de Coronel -comuna a la que pertenece la concejal-, levantó las alertas en la directiva encabezada por Mario Desbordes. El motivo: él es uno de los integrantes de la denominada "bancada evangélica" del partido, un bloque con peso propio. Y la evaluación era que el diputado podía estar interpretando a más miembros del grupo.

La reacción fue rápida. Durante los últimos días, Desbordes contactó a Romero y a otros parlamentarios para neutralizar las amenazas de renuncia. Entre otros motivos, según trascendió, el diputado y presidente de RN les aclaró que los dichos del secretario general no implicaban que se fuera a expulsar del partido a Madinagoitía.

Así, la posibilidad de renuncias quedó desactivada, aunque la directiva sigue monitoreando el tema, pues se considera que es un área sensible donde pueden volver a ocurrir tensiones más adelante, sobre todo por las divisiones sobre la agenda valórica al interior de la bancada.

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