Matías Walker, diputado: "Chadwick hoy no tiene la fuerza para liderar las reformas institucionales que el país requiere"

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El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aborda la apuesta de La Moneda en materia institucional y advierte que "se trata de una agenda frívola, efectista y que raya en el populismo".


¿Cómo evalúa la apuesta de La Moneda en materia de reformas institucionales?

La verdad, me ha decepcionado mucho la agenda de reformas institucionales que ha propuesto el gobierno. Se trata de una agenda frívola, efectista y que raya en el populismo. Más bien, ha querido centrar sus críticas hacia el Congreso, con una agenda muy reduccionista que no se hace cargo de los temas de fondo.

¿Cuál es el objetivo que ve detrás?

No hay nada más peligroso que un gobierno con un 27% de aprobación, porque es un gobierno que está dispuesto a cualquier cosa para subir en las encuestas. Eso lo vemos en materia institucional, con el objeto de disfrazar las propias falencias que tiene el gobierno, pero también en la agenda de seguridad ciudadana. Justo hace un año, le entregamos al Presidente Piñera las 150 propuestas que trabajamos en la mesa de seguridad y en vez de centrarse en eso ha preferido hacerlo en medidas populistas, como extender el control preventivo de identidad a menores o esta idea peregrina de utilizar a las FF.AA. en el combate al narcotráfico.

Pero en materia de control preventivo fue la DC la que permitió destrabar la idea de legislar…

Es válido buscar acuerdos para salvar la idea de legislar, porque el proyecto tiene que ver también con otros temas, como diligencias de registros de vehículos, por ejemplo. Y ahí hay una postura que yo respeto del diputado Calisto y del diputado Verdessi, pero estoy más con la mirada de la juventud de la DC, que se ha mostrado contraria a ampliar el control de identidad a los menores de edad.

Usted aborda dos temas que está liderando el ministro del Interior. ¿Cómo evalúa su rol?

El ministro del Interior está con el foco absolutamente desviado respecto de lo que debiera ser una agenda de reformas institucionales y también en materia de seguridad. Finalmente, él ha sido el gran responsable de tener una agenda reduccionista en materia de reformas políticas institucionales y en materia de medidas que realmente ayuden a derrotar la delincuencia. Chadwick hoy no tiene la fuerza para liderar las reformas institucionales que el país requiere ni una agenda realmente convocante en materia de seguridad.

Usted ha dicho que el gobierno tiene "emborrachados" a algunos con la idea de la rebaja parlamentaria...

Vemos a un gobierno haciendo política de matinal con una agenda muy parecida a lo que están haciendo Jair Bolsonaro o Donald Trump. Nosotros no tenemos ningún problema en discutir el número de parlamentarios, pero vamos al debate de fondo, discutámoslo con poder volver a tener un voto obligatorio, que permita real representatividad.

¿Qué elementos debiese tener, a su juicio, una reforma al TC?

Contrariando la indiferencia que ha mostrado el gobierno frente a esta discusión hemos encontrado una amplia coincidencia entre la voluntad mayoritaria de la Comisión de Constitución y un grupo de constitucionalistas que abarca sensibilidades políticas desde RN al PS. Y la principal coincidencia es que tenemos que terminar con el control preventivo obligatorio de leyes de quórum simple. Tiene que haber un TC mucho más parecido a lo que existe hoy día en España y en Alemania, que toma decisiones que tienen efectos muy generales. No un TC que reemplace la voluntad del legislador como ocurrió con la ley de aborto. El TC debe dejar de ser una suerte de tercera cámara política.

El gobierno está evaluando terminar con el fuero y la inviolabilidad parlamentaria. ¿Cómo lo ve?

Soy partidario de terminar con todos los privilegios procesales, así como lo hicimos con las autoridades eclesiásticas, no tiene ningún sentido el fuero parlamentario respecto de delitos comunes. Lo que sí es importante es mantener la inviolabilidad de las opiniones que emiten los diputados, porque son los encargados de poder fiscalizar al Ejecutivo.

En otro tema, el rol que ha jugado la DC en las reformas previsional y tributaria ha generado críticas en la oposición. ¿Son injustas?

Históricamente, la DC se ha definido como un partido que va más allá de izquierdas y derechas y que tiene como propósito buscar el bien común. Y lo que hemos hecho en materia previsional y tributaria ha sido proponer, porque entendemos que los adultos mayores y las pymes no pueden seguir esperando. Y el tiempo nos ha dado la razón, porque fíjese que el PS se terminó sumando a esta línea propositiva. Y el PPD y el PR también han entendido que la gente demanda de los legisladores que nos pongamos de acuerdo para avanzar en temas básicos.

¿No ve que perfilar a la DC como un partido "bisagra" pueda afectar la articulación de la oposición de cara a los desafíos electorales?

La DC no es un partido bisagra, la DC es un partido que está en la oposición, pero queremos liderar la oposición y no ser su vagón de cola. Lo que la ciudadanía demanda de la DC hoy día que es que ponga lo mejor de sus capacidades al servicio de solucionar los temas urgentes de resolver. Y eso es lo que nosotros sentimos por convicción y lo hacemos sin calculadora. Es súper tentador pegarle a un gobierno en el suelo cuando tiene un 27% de aprobación. Pero eso no les soluciona los problemas ni a los adultos mayores, ni a las regiones, ni a las pymes, ni a los trabajadores.

¿Ve viable alianzas con el PC tras la posición que fijaron por Venezuela?

Como una coalición política, muy difícil. Y tomo las palabras de Guido Girardi, que dijo que hay un antes y un después respecto de la crítica despiadada que realizó institucionalmente el PC contra el informe de la expresidenta Bachelet. Y luego vimos que el alcalde Jadue, que es la estrella del PC, tuvo que pedir disculpas por un tremendo error político. Por cierto que valoro voces como la de Camila Vallejo y una nueva generación que logró desacoplarse de aquello. Pero lo que unió a la DC con la izquierda en los 80 fue la lucha por la democracia y los DD.HH., y si no tenemos coincidencias en esos planos, que son la base de todo, es muy complejo formar coaliciones políticas con ellos.

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