Por Eugenia FernándezVíctor Pérez: “Hoy Kast es mucho más pragmático y flexible que en el duro momento en que él se fue de la UDI”
El exministro dice que el próximo presidente siempre fue “trabajador, ordenado y perseverante”. Dice que fueron injustas sus críticas a los coroneles gremialistas cuando dejó la UDI. Y afirma que leyó bien -antes y mejor que la tienda- que había que enfrentar con mayor dureza a la izquierda.

El exministro Víctor Pérez fue un espectador privilegiado de la carrera de José Antonio Kast en la UDI, donde militó por 20 años. Coincidieron 14 años en el Congreso, pero solo en cuatro de ellos fueron compañeros cuando convivieron en la Cámara de Diputados.
Pero, además, Pérez fue contrincante de Kast las dos veces en que compitió por la presidencia del partido en 2007 y 2009. En ambas ocasiones, Kast perdió y Pérez asumió como secretario general de la lista ganadora que encabezó el senador Juan Antonio Coloma. El 2016, el entonces diputado renunció a la UDI acusando que había “controladores” en el partido y con una clara crítica a la forma en que la tienda ejercía como oposición al segundo gobierno de Michelle Bachelet.
En 2016, a partir de la renuncia de José Antonio Kast a la UDI, ud. planteó que era algo muy complejo para la UDI, pero que iban a salir adelante. ¿Lo lograron?
Hace 9 años, para la UDI era muy complejo perder a un dirigente valioso, al margen de las diferencias que son menores a veces de estilo, de conducta. Creo que la UDI nunca logró captar bien lo que estaba pasando y, por lo tanto, fue perdiendo electorado, fue perdiendo relevancia en la vida política nacional, y eso indudablemente se inicia antes, pero se consolida básicamente con la renuncia de José Antonio Kast a la UDI.
¿Y qué fue lo que no leyó bien la UDI?
No leyó bien que, a partir del segundo gobierno de la presidenta Bachelet, se produjo un debate ideológico distinto de lo que habíamos vivido los años anteriores. Bachelet impulsó dentro de su sector ideas socialistas en diversos ámbitos, en la educación y en la economía. Y nosotros seguimos tratando a ese gobierno como si el que estuviera gobernando hubiera sido Frei o Lagos. Ese fue un error fatal, porque lo que quería el gobierno de Bachelet era correr el cerco hacia la izquierda y nosotros, la UDI, y me incluyo por cierto, no leímos adecuadamente y no impedimos que el cerco se corriera, y creo que en ese sentido Kast lo leyó de mejor manera.
Cuando habla de que el cerco se corrió, ¿se refiere, por ejemplo, al acuerdo al que se llegó en torno a la reforma tributaria en ese momento?
Fue un error, claramente un error. Lo hemos analizado; quienes ratifican todavía ese acuerdo dicen que lo que salió era menos malo de lo que propugnaba Bachelet, pero eso no disculpa que claramente significó un freno al desarrollo económico del país, que yo creo que nadie discute.
¿Y qué fue lo que leyó Kast bien en ese sentido?
Él leyó que nos estaban corriendo el cerco, claramente. En la economía, no hay duda, pero otro tema muy importante fue que se empezó con fuerza a quitarles a los padres la posibilidad de elegir la educación de sus hijos, que era una bandera nuestra y no lo defendimos con la fuerza, la decisión y la voluntad política de impedirlo. La frase “quitar los patines a todos” refleja eso, y nosotros empezamos a caminar en el sentido de la reforma. Por ejemplo, terminar con la municipalización de la educación, que se ha demostrado con el paso del tiempo que ha sido un error.
Cuando Kast sale de la UDI, lo hace con muchas críticas respecto de la generación que en ese momento estaba al mando del partido, hablando de que había “controladores” dentro del partido. Sus dos campañas en la interna trataron de que hubiera un cambio generacional dentro del partido. ¿Cuál fue el movimiento que generó él dentro de la UDI?
No, el movimiento que generó fue una revuelta real. Yo discrepo de que haya habido un organismo controlador y del tema generacional. La UDI siempre ha incorporado a muchos jóvenes y mujeres, y yo creo que esa fue la parte más débil de la salida de Kast. Y tuvo dos posibilidades (en la interna), y su derrota no fue porque votaran solo los “controladores”, sino que votó toda la militancia. Yo creo que el tema ideológico, a mi juicio, fue el que él leyó más adecuadamente y nosotros nos quedamos a lo mejor con el debate generacional, que no era el fundamental.
¿Lo esencial entonces fue la diferencia respecto de cómo abordar lo que estaba ocurriendo con el gobierno?
Claro, que el ataque que hizo la izquierda en el gobierno de Bachelet 2 no lo supimos enfrentar adecuadamente.
Lo que ocurrió con Kast, es que por primera vez en la historia de la UDI había competencia en la interna.
Pero eso rompió una conducta que era muy compleja de mantener, porque en la UDI esto de que se hiciera por unanimidad todas las cosas era un esfuerzo adicional muy fuerte. Era muy difícil ponerse de acuerdo y, en la medida que crecimos, al final tener una bancada de 40 era muy difícil para establecer unanimidad. Eso generó las elecciones internas, y mucha gente, incluso la que estaba con nosotros, encontraba que era un paso natural, que el sistema antiguo ya no podía seguir funcionando.
También con Kast debutó la disidencia en la UDI. No estaban acostumbrados a eso.
Fíjate que yo asumí como secretario general de esa directiva y no te podría decir que tuvimos una disidencia. Es más, inmediatamente invitamos a José Antonio a que presidiera el consejo electoral. El trabajó intensamente en el comité electoral para las elecciones siguientes, que esto tiene que haber sido el 2007 para las municipales de 2008 y parlamentarias del 2009.
Kast fue una piedra en el zapato para la UDI en esos años, ¿o no?
Por lo menos los 4 años que yo estuve como secretario de la directiva no fue así. Yo no lo sentí una piedra en el zapato. Reitero, trabajó muy fuertemente, muy intensamente en el comité electoral.
Kast estuvo 16 años en el Congreso, intentó ser candidato a senador. ¿Cómo describiría su carrera política dentro de la UDI?
No, yo siempre he calificado a Kast como una persona muy trabajadora, muy ordenada, muy perseverante. Y qué bueno que me recuerdas ese deseo que él tuvo de ser senador, porque tuvo todas las opciones. Se le permitió Puerto Montt; después él decidió no ir. Se fue de San Bernardo a otro distrito, que fue Peñalolén-La Reina. O sea, lo que quiso lo tuvo. Nadie se opuso, porque si hubiera existido una estructura con un grupo controlador, sus opciones habrían sido menores, pero tuvo todas las opciones. Quiso ser senador en Puerto Montt, estuvo dos o tres meses ahí. Después salió de San Bernardo también y se quiso ir a otro distrito, eligió La Reina–Peñalolén, y lo tuvo. El distrito que quiso, la senaduría que quiso, la tuvo. Pero si no fue a esa elección, fue por una decisión de él.
¿Fue siempre tan activo en la interna de la UDI?
Lo que yo recuerdo, sí, porque imagínate, fue candidato a presidente del partido el 2007 y había ingresado el 2002 como diputado; o sea, en 5 años ya estaba peleando en las ligas grandes, era un gallo activo. Trabajaba intensamente y desde el principio fue así.
¿Desde temprano mostró ambición de poder dentro del partido?
Indudablemente. El que trabaja, el que se esfuerza, más que poder, está al servicio, digamos. Yo creo que eso era muy importante. Él vino a llenar un vacío de participar en el debate político que era absolutamente necesario, y eso no significa que fuera una cosa de mediatizar, sino de contribuir.
Cuando sale de la UDI, es muy crítico de los “coroneles”. A ellos se refiere cuando habla de los controladores del partido...
Fue muy injusto, porque, o sea, Longueira se va a Puente Alto para que Kast pueda competir en San Bernardo. Entonces, si el grupo controlador te quisiera impedir algo, eso nunca existió en la UDI. Éramos 14 y llegamos a 40. Si alguien te hubiera querido impedir, no hubiéramos tenido esa suma de personas. Se buscaba que se abriera el espacio a las personas adecuadamente, y la mejor demostración fue que Kast hizo su carrera política en San Bernardo porque Longueira se va a Puente Alto.
¿Las críticas de él no tenían asidero?
Desde mi perspectiva, no. Gran parte de esas críticas fueron injustas.
Lo que sí veo ahora, es que hoy Kast es mucho más abierto y se ha mostrado mucho más pragmático y flexible que en el duro momento en que él se fue de la UDI. Y hoy lo veo, no quiero decir más maduro porque no quiero decir que antes fuera inexperiencia, sino que creo que la experiencia de que va a gobernar y va a tener que gobernar con quienes muchas veces criticó en el pasado lo ha hecho cambiar.
Es lo mismo que le pasó a Boric, ¿no?
Eso es la política. El que no entiende eso no está en política.
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