Apps de pago y ahorro en dólares: para qué sirven y cuándo conviene tenerlas

¿Vitrinear y comprar online en cualquier parte del mundo? Se puede, así como cargar dinero en el celular, guardarlo en moneda extranjera y olvidarse de la billetera. Acá enseñamos algunas alternativas y consultamos a expertos respecto a cuánto conviene abrir una cuenta digital en estas aplicaciones.




No deja de ser curioso cómo la pandemia logró acelerar la transformación digital en distintos niveles. En pocos meses, muchos usuarios que antes se mostraban reacios a vitrinear o comprar por internet, de pronto comenzaron a realizar casi todo su consumo de forma online.

Sin ir más lejos, el e-commerce o comercio electrónico aumentó exponencialmente su actividad durante 2020, cuando las ventas crecieron sobre un 200%. En 2021 la tendencia se mantuvo: solo en el primer trimestre, las compras en el retail tuvieron un alza de 195% respecto al mismo período del año anterior.

El fenómeno no solo se dio en Chile, sino que tuvo un alcance global del cual tomó nota el Banco Mundial. De acuerdo a la entidad internacional, la pandemia tuvo un efecto positivo en la inclusión financiera y, también, en la adopción de los pagos digitales. Actualmente, el 76% de los adultos tiene una cuenta bancaria o de dinero móvil, un 68 % más que en 2017. En economías de ingreso bajo y mediano, más del 40 % de los adultos que realizaron pagos con una tarjeta, un teléfono o internet, lo hicieron “por primera vez desde el inicio de la pandemia”.

“La revolución digital ha significado una transformación en las formas en que las personas realizan y reciben pagos, concretan préstamos y ahorran”, expuso el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, durante la presentación del estudio.

¿Qué ocurrió en Latinoamérica?

En The Global Findex Database 2021 afirman que ese añi el 40 % de los adultos de América Latina realizó pagos digitales a comercios minoristas, de los cuales el 14 % lo hizo por primera vez durante la pandemia. Eso explica la proliferación de las aplicaciones de pago, que permiten, entre otras cosas, realizar transacciones comerciales de manera digital —algunas sin necesidad de tarjetas ni otros elementos más que un simple link— y también llevar dinero pero sin andar con la billetera en el bolsillo, sino que desde el smartphone.

Quizá la más reconocida de estas herramientas es Paypal, creada por Elon Musk, que para fines de 2020 llegaba a las 200 millones de cuentas activas a nivel mundial y su valoración superaba los 78 mil millones de dólares. Esta compañía facilita el proceso de pago en línea, soportando transferencias de dinero entre usuarios, además de servir como una alternativa electrónica a cheques y giros postales.

Paypal fue una pionera: se fundó en 1998, hace 24 años, pero en el último lustro ha visto cómo su negocio se expande y se comienza a llenar de competidores: Apple Pay, Google Pay, One Pay y Mercado Pago, entre otras, son parte de la oferta disponible hoy, cada una con distintos beneficios y características.

Así, por ejemplo, nos encontramos con Payoneer y Dollarize, dos aplicaciones que van al alza en cuanto a la apertura de cuentas nuevas, sobre todo desde el mundo del emprendimiento: por un lado, permiten acceder al mercado internacional acercando a clientes de todo el mundo, facilitando las transacciones comerciales, pero también entregan la posibilidad de manejar y ahorrar dinero móvil en distintas divisas.

Pablo González, doctor en Economía y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, ve con optimismo la diversificación de la competencia entre las aplicaciones de pago. “Va en beneficio de todos porque son tecnologías con grandes economías de escala y complementariedades”, asegura.

Pero, ¿qué es el dinero móvil?

“Comencemos por una aclaración”, dice González: “Tanto las tarjetas como las aplicaciones no constituyen dinero. En el caso de las tarjetas de crédito, no son más que eso: un préstamo”. En tanto, las de débito “son una evolución del cheque que permite evitar ir al banco”.

En el caso de las aplicaciones, “simplemente permiten evitar tener las tarjetas en forma física”. La comodidad de no depender de instrumentos físicos, ya sea tarjeta o efectivo, y tener el dinero en una aplicación, es en algunos aspectos superior, pero no está exenta de riesgo. “Nuestro celular se puede quedar sin carga o podríamos no tener señal en algunas zonas. Además de que, en algunos casos, puede haber limitaciones en montos autorizados”, advierte González.

Más allá de estos riesgos, Martín Calderón, periodista experto en tecnología, se queda con la comodidad y las facilidades que entregan este tipo de aplicaciones, prácticamente compatibles con todos los modelos de smartphone: “Hoy hay muy pocos celulares que no puedan aguantar su uso”.

Según Calderón, así como varían en sus capacidades y condiciones de uso, las aplicaciones se diferencian por los sistemas bajo los cuales operan. Algunas lo hacen a través de billeteras electrónicas. En esos casos, basta acercar el smartphone al lector de pago del local comercial, lo que abrirá automáticamente la aplicación donde se deberá validar la operación.

Otras apps, en tanto, funcionan por medio de código QR que debe ser proveído por cada tienda en la que se quiera comprar. Luego de escanearlo, se accederá a la información de pago.

Es importante destacar que cada aplicación tiene su propio método de validación y seguridad —con el uso de códigos o de huella dactilar, por ejemplo—, así como también es necesario que se tenga activado el NFC en el smartphone. Este último es la sigla para Near Field Communication, una tecnología inalámbrica que permite enlazar dispositivos cercanos para el intercambio de datos, algo esencial para una transacción de dinero sin contacto de por medio.

Revisemos un par de casos para profundizar en la oferta y qué se puede hacer con algunas de estas aplicaciones.

Payoneer: “Paga y cobra a nivel mundial”

Payoneer trata de una plataforma digital de soluciones financieras que permite a empresas y profesionales independientes hacer negocios en más de 190 mercados del mundo, con la misma facilidad con que lo hacen localmente. Nació hace 17 años como parte del hub tecnológico de Tel Aviv ,en Israel, aunque legalmente es una compañía incorporada en Estados Unidos.

“En términos prácticos, Payoneer conecta a los usuarios locales con potenciales clientes de todo el mundo y facilita las transacciones financieras entre las partes, asegurando un proceso más transparente y rápido, con todas las regulaciones de los mercados donde opera, permitiendo además ahorrar hasta un 70% en las tarifas de transferencias internacionales”, detalla el VP de la compañía para Latinoamérica, Mar Fernández.

Payoneer puede ser una excelente alternativa, por ejemplo, para trabajadores free lance con proyectos fuera de Chile, o para emprendedores que buscan tener un alcance internacional en sus ventas. También para quienes son usuarios activos de algunos de los principales marketplaces, como AirBnB, Fiverr y UpWork, con las cuales la compañía mantiene alianzas. Así como para quienes envían o reciben dinero desde o hacia el extranjero, ya que no se necesita de una cuenta local para hacerlo.

Aplicaciones como Payoneer operan como un complemento de los bancos, en los cuales se apoyan “parcialmente en su infraestructura” —como explica Fernández— y además se utilizan “para hacer payouts en cada país en caso que el cliente quiera recibir en el banco”.

La plataforma cuenta también con servicio de retiro de fondos en las cuentas bancarias, “una solución para quienes reciben pagos en dólares, euros o en otras monedas, pero necesitan disponer de los fondos en moneda local para pagar los gastos cotidianos”. Payoneer además permite transferir fondos a una cuenta bancaria local, a un e-wallet local de preferencia, retirar dinero de cajeros automáticos o incluso hacer compras y pagos online.

Dollarize: “Ahorra en dólares”

Mientras Payoneer facilita las transacciones comerciales y transferencias en el mundo, Dollarize da acceso al sistema financiero de Estados Unidos y comenzar a ahorrar en dólares.

“Dollarize permite que las personas puedan abrir cuentas en dólares para protegerse de la devaluación de su moneda”, explica Diego de la Campa, co fundador y CEO de la empresa. El objetivo, dice, es abrir la posibilidad para que “todo el mundo pueda ahorrar así y no solo las clases privilegiadas”. Por lo demás, si el dólar sube, se verá reflejado en los ahorros.

Al igual que Payoneer, Dollarize no busca sustituir a los bancos, sino que operar como un complemento. “El sistema tradicional de cuentas en dólares suele cobrar altas comisiones, además del tipo de cambio de cada moneda. Las remesas por lo tanto están consideradas en este servicio, pues en Dollarize sabemos que es una transacción constante que sostiene la economía de países en vías de desarrollo”, expone De la Campa.

Otro de los beneficios de Dollarize es el envío y recibo instantáneo de recursos “sin comisión” entre personas que utilizan la aplicación, aun cuando se encuentren en diferentes países. “Esto evita comisiones elevadas, fluctuaciones en el tipo de cambio y otras complicaciones. Y se puede enviar o recibir desde un dólar a cualquier persona que tenga cuenta en Dollarize, grátis y de forma instantánea, las 24 horas del día, los siete días de la semana″.

A modo de ejemplo, el mínimo para depósitos a través de la app es de 4.590 pesos, y el máximo es de 917.430 pesos. En el caso de los retiros, el mínimo es un dólar y el máximo 10 mil. Y la comisión por cualquiera de estas actividades desde y hacia Chile es del 0,9%, a lo que se suma un cobro por parte de la app de 1,99 dólares por cada depósito y de 5 dólares por cada retiro.

Para abrir una cuenta en Dollarize sólo se necesita descargar la aplicación, tener 18 años o más, y dar la información solicitada, para lo que es necesario contar con pasaporte, cédula de identidad o licencia de conducir.

Algunos consejos previos

Pablo González, doctor en Economía, recomienda evaluar “cuidadosamente” la necesidad de abrir una cuenta internacional, “así como lo aconsejaría para una cuenta vista”. Según éste, la gran mayoría de las personas tienen finanzas personales sumamente simples y abrir el abanico de posibilidades de instrumentos de pago no mejora la situación económica ni financiera. “A veces, incluso, para las personas es difícil comprender cabalmente todas las condiciones del servicio”.

La gran pregunta, entonces, es: ¿para qué quiero este instrumento? “Si las respuestas suenan más a justificaciones, quizás es mejor no proceder”, aconseja González.

¿En qué fijarse antes de abrir una cuenta en una app de pago?

El académico de la UAH dice que es fundamental fijarse en posibles costos asociados, limitaciones de retiro, compromisos asumidos y accesibilidad a los servicios. “Como toda aplicación, primero hay que asegurarse de que el proveedor es seguro, que está difundido, y que tenga los medios y canales para realizar reclamos y formas de comunicarse ante una eventualidad”.

También es clave ser cuidadosos respecto a los permisos que se otorgan. “Para sus creadores, uno de los valores de estas aplicaciones es que pueden recopilar información sobre nuestros gustos, formas de consumo, localización, etc. Por eso que, antes que todo, hay que verificar la autenticidad y seguridad de la plataforma”, dice González.

Por su parte, Martín Calderón aconseja chequear “si tu banco o institución financiera tiene convenio con alguna app de pago, o si tienen su propia aplicación, cosa de que tengas descuentos o acumules puntos. Eso es lo ideal”. Lo otro, agrega, “es ver cuáles suelen ser tus gastos más recurrentes que requieran de cobro presencial, y así elegir la más adaptada. El objetivo, al final, es en lo posible poder salir solo con el celular y sin las tarjetas”.

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