Ampliación de AB InBev tiene 70% de avance y firma ya produce localmente dos marcas

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Proyecto completo se inauguraría en los próximos tres meses y le permitirá a la compañía triplicar su producción. Si bien el estallido social influyó en la ventas de octubre, pudieron retomar la producción.


Fue en agosto de 2018 cuando, pala en mano, el entonces ministro de Hacienda, Felipe Larraín, daba el inicio simbólico a las obras de la ampliación de la planta que AB InBev tiene en Quilicura.

Desde esa fecha hasta hoy, el proyecto registra 70% de avance. "Actualmente ya tenemos lista la parte de envasado de latas y estamos haciendo modificaciones en la linea de schop y de vidrio", indicó el gerente general de AB InBev Chile, Luis Vives.

Con ese grado de avance, "estaríamos en condiciones de inaugurar todo de aquí a tres meses", señaló.

Parte de las obras que faltan tienen relación con ajustes de tecnología, entre otras obras de menor tamaño, por lo que la compañía decidió complementar las inversiones asociadas, pasando de US$100 millones a US$130 millones.

Si bien el objetivo principal de la ampliación es triplicar su capacidad productiva para competir con fuerza en el mercado local, también se buscó sustituir importaciones, para fabricar casi todas sus marcas localmente. "Hay dos marcas que ya empezamos a sustituir. Una es Becker, que su producción es cien por ciento nacional, y con energía cien por ciento renovable, y la otra es Cusqueña, que antes la traíamos de Perú y ahora estamos trayendo una parte".

Junto con la ampliación, también se inaugurará en los próximos meses una planta de tratamiento de efluentes, que permitirá reutilizar el agua para otros procesos internos.

Estallido social

Como casi todo el consumo, la cerveza también se vio afectada en las primeras semanas de la crisis, impactando en las ventas. "Nuestra prioridad fue la seguridad de la gente. Tuvimos que parar la cervecería e incluso no salir a vender algunos días, pero después pudimos, con cierta flexibilidad, lograr una producción estable".

Para Vives, esta situación no afectó los ánimos de inversión y crecimiento. "Nosotros creemos en Chile y por eso decidimos, después del estallido, hacer esas inversiones adicionales de US$30 millones. Eso es un signo importante de cara a Chile y la economía local". Además, decidieron reajustar el salario mínimo a $500.000 bruto para todos sus trabajadores, entre otras prestaciones, a lo que sumaron un plan de empleabilidad con diversas comunas, entre ellas Quilicura. "Creemos que es importante ser parte activa, mostrando con hecho, y no solo estando atentos a todo lo que pasa. Somos muy respetuosos de las demandas sociales. P

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