Generación distribuida: un cambio de paradigma en la industria

paneles solares

El viernes pasado el Presidente Sebastián Piñera junto a la Ministra Susana Jiménez, presentaron la Ruta Energética 2018-2022, documento que refleja un proceso participativo y descentralizado que contó con la participación de más de 2.200 personas a lo largo de todo Chile y que tuvo como una de sus principales características una fuerte impronta ciudadana, ya que fueron las inquietudes de cada una de las personas que participaron en este proceso las que se vieron plasmadas en este trabajo que permitirá complementar el programa de Gobierno del Presidente en materia de energía para los próximos 4 años.

Uno de los 10 compromisos contenidos en la Ruta se refiere a la generación distribuida o Net- billing, esto es, la posibilidad de que los clientes regulados generen su propia energía, estableciendo como desafío "alcanzar cuatro veces la capacidad actual de generación distribuida renovable de pequeña escala (menor a 300 KW) al 2022".

A fines de abril de 2018, bajo el esquema de la Ley de Net-billing, la capacidad instalada alcanzó los 15,7 MW, por cuanto la meta impuesta implica llegar a los 63 MW al 2022. Un desafío que significa fomentar las bondades y oportunidades que existen en la generación distribuida con energías renovables, tanto en los sectores el residencial, comercial, industrial y público.

Para lograrlo, en primer lugar, mejoraremos el marco normativo asociado a la generación distribuida a pequeña escala, empezando por gestionar a la brevedad la tramitación de la indicación que está actualmente en el Congreso y cuyo principal eje es el aumento del límite de capacidad instalada de los generadores de 100 kW a 300 kW, siempre bajo la lógica del autoconsumo, para aprovechar las importantes economías de escala de los proyectos fotovoltaicos.

De la misma manera, se analizará las mejoras relacionados a la normativa de los pequeños medios de generación distribuida (PMGD), con el objeto de contar con una regulación ágil y eficiente, con requerimientos adecuados al tamaño e impacto de los proyectos.

Se continuará con la divulgación de los beneficios del autoconsumo en el sector comercial e industrial, esta vez enfocando los esfuerzos en regiones, a través de talleres dirigidos a las asociaciones gremiales locales, cámaras de comercio y otros, reforzado con perfiles de proyecto, para facilitar la toma de decisión.

Por otra parte, se fomentará la inserción de los proyectos de autogeneración en el sector agrícola, aprovechando la existencia de los instrumentos de cofinanciamiento que existen en este sector como la Ley de Fomento al Riego, su mejoramiento y el fortalecimiento de las capacidades técnicas de sus profesionales y actores relacionados.

A nivel residencial, se difundirán las ventajas del autoconsumo y se generará información pública de los perfiles de consumo de este sector, además de entregar claridad sobre los proveedores existentes.

En cuanto al sector público, se apoyará fuertemente que los edificios del Estado se sumen a este desafío y generen parte de la energía que consumen, a través del conocimiento experto desde la asistencia técnica y el apoyo en los temas administrativos y procedimentales.

Por otra parte, el Ministerio fomentará la disponibilidad de instrumentos financieros especializados para este tipo de proyectos. En este sentido, el Ministerio ya jugó un papel relevante en el establecimiento del primer crédito de autoconsumo con ERNC y Eficiencia Energética para micro y pequeña empresa durante el 2017 con Banco Estado y ha comenzado a trabajar para que otras instituciones sigan el ejemplo.

Además, se apoyará la utilización del modelo ESCO (Energy Service Company) para financiar proyectos de generación distribuida, permitiendo que un tercero diseñe, financie, implemente y opere el proyecto íntegramente sin necesidad de inversión por parte del cliente final, abasteciendo de la energía que genera el sistema y cobrando un precio menor por esta.

De esta forma, la generación distribuida empieza a cambiar progresivamente el paradigma tradicional de la generación eléctrica, haciéndose ésta cada vez más ciudadana y de fuentes renovables.

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