No solo el Senado vivió momentos de tensión en medio de la votación para aprobar la nominación de Ángela Vivanco como ministra de la Corte Suprema. El PS, colectividad que no respetó el acuerdo para aprobar por unanimidad a la abogada, vivió sus propias tiranteces.

Una escena se vivió el mismo día de la votación -el miércoles 4- en la cafetería de la Cámara, cuando el presidente del partido y senador Álvaro Elizalde llegó junto a su par Alfonso de Urresti. En el lugar, el exministro tuvo una dura conversación con diputados socialistas, entre ellos el también exvocero Marcelo Díaz.

Había sido Díaz quien inició las críticas al apoyo PS a Vivanco, debido a la postura de la abogada frente a la píldora del día después o el aborto en tres causales, en momentos en que el partido se había declarado "feminista". Tras él se sumó el resto de la bancada.