Revista Que Pasa

Editorial: Matrícula condicional

<br>

El año académico que comienza a cerrarse debe haber sido uno de los más duros en la carrera del ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre. Es cierto que asumió en marzo ya sabiendo que la misión encomendada no sólo era enorme, sino la más importante tarea que este gobierno estaba dispuesto a asumir.

Durante estos meses, Eyzaguirre ha tenido que lidiar con detractores a la reforma tal como la planteó. Algunos de ellos eran esperables, como la oposición política, los sostenedores, la Iglesia, y otros lo tomaron por sorpresa, como los grupos organizados de apoderados. Además, ha tenido una relación irregular con los líderes estudiantiles. Con todos ellos ha establecido diálogos y negociaciones, que aunque en muchos casos no han derivado en acuerdos, sí le han permitido seguir avanzando con su agenda.

Sin embargo, en las últimas semanas un nuevo frente se terminó de consolidar: el interno. Parlamentarios de su sector, líderes políticos de su propia coalición y ex ministros del ramo han sido críticos de algunos puntos de la reforma, pero además de su gestión personal. La inmunidad de la que parecía gozar hace unos meses, hoy se relativiza.

Es como un estudiante cuya gran dificultad no sólo está en una materia complicada. Ahora también su convivencia con el resto del curso se está poniendo difícil.


José Luis Santa María O.
Director
jsantamaria@quepasa.cl

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Lo más leído

Plan digital + LT Beneficios por 3 meses

Cobertura completa, análisis y beneficios para todo el año 🔍🎁$3.990/mes SUSCRÍBETE